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Una comuna se asienta en un espacio privado de Benaocaz

El propietario de la finca ocupada por los hippies: "Aquí el único perjudicado soy yo"

Rodrigo Mangana, el propietario de la finca ocupada, fotografiado en Benaocaz este martes.

Rodrigo Mangana, el propietario de la finca ocupada, fotografiado en Benaocaz este martes. / Miguel Gómez

"Aquí el único perjudicado soy yo". Con esta contundencia resume el propietario de la finca de Benaocaz ocupada por una comuna hippie la situación creada en esta pequeña localidad de la Sierra de Cádiz. Su nombre es Rodrigo Mangana y es también el presidente de la Asociación de Ganaderos de Benaocaz. Desde el pasado sábado varios centenares de hippies se han asentado en una finca de su propiedad llamada El Mítano y situada en la zona de Las Nueve Pilas, a unos 50 minutos andando cuesta arriba desde la localidad benaocaceña.

En declaraciones a este periódico Mangana dice sentirse preocupado por la reses de su propiedad que tiene en su finca ahora ocupada pero tampoco disimula su indignación con la comuna de los hippies o al menos con uno de sus líderes conocido por Juan. "Es que ese hombre vino hace unas semanas a pedirme permiso para ocupar mi finca y por supuesto me negué. Después fueron a hablar con la alcaldesa para pedir sitio donde aparcar sus vehículos y ella me confirma que también rechazó esa propuesta. Y pese a todo han llegado y se han metido en una finca privada por toda la cara. Es de vergüenza", relata.

Pero ahora lo que más preocupa a Rodrigo Mangana son sus animales, en concreto las 50 vacas y 300 cabras que tiene aproximadamente en espacio de su propiedad. "Pastar pastan allí pero me preocupa el agua. No puedo llevarles agua al único abrevadero que hay en la zona y que es, además, donde parece que se han asentado esta gente. Menos mal que está lloviendo estos días, y quiero pensar que se habrán creado algunos charcos en el terreno y que en ellos podrán estar bebiendo algo los animales", se consuela. 

Pero es que hay más porque Mangana asegura que los perros que llevan los hippies consigo han atacado ya a algunas de sus cabras. Y encima cuando las cabras bajan al pueblo para ser ordeñadas "se nota que están estresadas porque están dando menos leche estos días, y eso es normal porque no están habituadas a ver a tantas personas allí arriba en la finca".

Rodrigo Mangana ya ha presentado la correspondiente denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil de Ubrique y explica que han sido los propios agentes los que le han recomendado que no intente acceder a su finca para no originar disturbios con las personas allí asentadas de manera ilegal. Lamenta que la Guardia Civil no puede intervenir y desalojar esta zona privada "porque la legislación que hay en España es la que es, la misma que permite la ocupación de una vivienda o, como ahora, de una finca".

El ganadero afectado no entiende cómo las autoridades españolas no hacen nada para echarlos "pese a que están vulnerando no se cuántas leyes". Y como muestra cita que esta comuna de hippies "por un lado han entrado de manera ilegal en una finca privada, por otro están poniendo en peligro el Parque Natural de la Sierra de Grazalema llenándolo todo de suciedad e incluso haciendo fuegos, con lo peligroso que sería un incendio en esta zona forestal. Y además de eso está comprobado que tienen varios menores con ellos viviendo allí en pleno campo". Y pregunta en voz alta: "¿Dónde está la Fiscalía de Menores en casos como este?"   

Rodrigo Mangana está hecho a la idea de que no podrá volver a pisar la finca de su propiedad hasta que se vayan los hippies, algo que en teoría sucederá cuando el próximo 18 de junio haya luna nueva y, por tanto, concluya el ciclo lunar que ha traído hasta la Sierra de Cádiz a esta comuna.  

  

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