Provincia de Cádiz

Muere en Benalup un hombre que dormía en su coche tras ser desahuciado

  • El vecino, de Medina Sidonia, rechazó la propuesta de Servicios Sociales de alojarse en un centro asistencial.

  • "Él no quería quedarse en un albergue, ni siquiera en mi casa, no quería ser una carga", afirma su pareja.

Vista panorámica de Benalup-Casas Viejas.

Vista panorámica de Benalup-Casas Viejas. / M.A.P.

Un hombre de 62 años de edad falleció el pasado miércoles en el municipio de Benalup dentro de su propio coche, donde pasaba las noches después de ser desahuciado de la vivienda que tenía alquilada en Medina. El fallecido tenía problemas de corazón y sufría apnea del sueño, por lo que tenía que dormir con un respirador

A.C., natural de Medina Sidonia, era conductor de ambulancias. Fue despedido "de forma improcedente", asegura a este periódico un amigo del fallecido. "Tenía el asunto en manos de abogados", añade. A raíz de perder su puesto de trabajo, A.C. fue desahuciado el pasado 2 de enero de la casa donde vivía de alquiler en el municipio asidonense. 

"Mi amigo solicitó una vivienda social. En Medina hay muchas casas vacías, pero no le hicieron ni caso", afirma el compañero, que explica que A.C. empezó a dormir dentro de su coche, un Dacia Sandero, que estacionó en término municipal de Benalup, pues allí vivía su novia. 

"Le ofrecí que se instalara un tiempo en mi casa, pero él rechazó mi propuesta. Le daba apuro, no quería molestar a nadie, ni siquiera a sus hijos, que lo ayudaban en la medida de lo posible", señala la pareja del fallecido, que actualmente reside en un pequeño apartamento en Benalup con su hijo y está en paro. "En mi casa comía, se duchaba, lavaba la ropa... pero no quería quedarse a dormir por no ser una carga. Y lo entiendo, hay que ponerse en su piel. Así que yo me quedaba con él a dormir en el coche muchas veces".

La mujer cuenta que los Servicios Sociales de Medina ofrecieron a A.C. la posibilidad de pernoctar en un albergue y que él se opuso. "No quería estar allí. Decía que en esos sitios hay muy mal ambiente y delincuencia y que prefería permanecer en su coche con las pocas pertenencias que le quedaban".

"Los Servicios Sociales también le ofrecieron subvenciones para alquilar una casa, ahora bien, él tenía que buscar al arrendador y, claro, sin contrato de trabajo, no había manera", comenta la pareja. "Además, le pasaban la medicación que tomaba para el corazón, pues sufría una cardiopatía, así como una pequeña ayuda económica de unos 60 euros para su manutención. Pero, ¿qué podía hacer con ese dinero?, ¿comerse las lentejas crudas? Él necesitaba más un techo", narra. Asimismo, recuerda que a A.C. sólo le faltaban cinco días de cotización para beneficiarse de la prestación por desempleo. "Ya le podrían haber contratado para barrer las calles de Medina cinco días, pero nada, todo le vino en contra, hasta una petición que hizo para que le anticipasen la pensión, que también le vino denegada".

"Mi pareja ha pasado mucho frío en ese coche en el que ni siquiera podía enchufar el respirador que necesitaba por sus problemas de apnea. Las noches de enero fueron terribles. Tenía las piernas hinchadas", lamenta la mujer.

Según el informe de la autopsia preliminar, A.C. murió por sus problemas previos de corazón, "pero lo cierto es que él ya no tenía salida. Ahí lo tenían, debajo de un ciprés, 'aparcado'. Después de una vida entera trabajando, no se merecía este final; él, que era tan generoso y que por ser tan desprendido se quedó sin nada".

La mujer ha hecho pública la situación vivida por A.C. para que "nunca más vuelva a repetirse". "¿A qué están esperando los que nos gobiernan, a que se muera otra persona en estas condiciones? No hay derecho", afirma tajante para denunciar que las administraciones competentes no hicieron “lo suficiente” por él. 

Este medio ha contactado con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Medina, que han confirmado que A.C. fue asistido en todo momento durante el último año por la administración local. "Su seguimiento fue más allá que con otros usuarios. A.C. fue un hombre superatendido, lo llamábamos continuamente porque éramos conscientes de que necesitaba ayuda, con independencia de su situación económica", aseveran desde Servicios Sociales.

"A este hombre se le ofreció un centro para dormir y lo rechazó. No lo quiso coger. Y nosotros no podemos obligar a nadie", informa una de las trabajadoras sociales que llevó el caso de A.C. "Le tramitamos las ayudas al alquiler del Ayuntamiento de Medina y eso a pesar de que él no había aportado toda la documentación necesaria. También intentamos gestionarle ayudas estatales y autonómicas, como el Ingreso Mínimo Vital, pero no traía la documentación requerida", apunta la trabajadora.

El equipo de Servicios Sociales del Consistorio de Medina ha recibido la noticia de la muerte de A. C. con pesar. "Faltó a su última cita con la trabajadora social. A los pocos días recibimos una llamada de una mujer que nos informó de su muerte y nos trasladó su agradecimiento por la ayuda facilitada a A.C.", señalan.

"No era un hombre con un perfil de Servicios Sociales", describen las mismas fuentes municipales. "No solía acudir de forma presencial a las citas, prefería recibir asistencia telefónica, quizás para que no lo vieran por aquí", concluyen. 

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