El Ayuntamiento de Chiclana estima que el gasto para la temporada en la franja litoral de la ciudad superará el millón y medio de euros según el plan de playas aprobado en diciembre y que contempla la apertura de servicios como pasarelas, duchas, papeleras, aseos, accesos a minusválidos y otros equipamientos en La Barrosa, Sancti Petri y Lavaculos. El Consistorio estable como temporada alta la que discurre entre el 1 de julio y el 30 de agosto; media, entre el 1 de marzo y el 30 de junio y del 1 de septiembre al 30 de noviembre y, por último, temporada baja del 30 de noviembre al 1 de marzo. En los meses fuertes de la campaña estival trabajarán en las playas alrededor de un centenar de personas que se dedicarán a la limpieza, montaje y mantenimiento, Policía Local y servicios auxiliares de vigilancia, así como voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja. Del mismo modo, los módulos de salvamento y primeros auxilios estarán operativos desde las once de la mañana hasta las nueve de la noche. En comparación con otros veranos no habrá grandes novedades en cuanto a las infraestructuras. Según Turismo todos los servicios están garantizados para la llegada de miles de turistas a la costa de esta localidad que cuenta con el mayor número de plazas hoteleras de la provincia y con una amplia red de apartamentos turísticos y viviendas de alquiler.