Los mayores se confunden
Quejas de los farmacéuticos por el desabastecimiento de los productos de las subastas y el trastorno causado a los pacientes
Muchos farmacéuticos de la provincia no quieren hablar y la mayoría de los que lo hacen, evitan dar su nombre. Pero están enfadados. Más bien, descontrolados. Las subastas de medicamentos y la bajada del precio de los genéricos están afectando a las ventas, impidiéndoles hacer previsiones de compra y creando confusión entre los clientes. "Es una situación complicada. Al paciente le cambian continuamente el envase y cuesta trabajo seguir la medicación. Se despistan", señala Ana Domínguez, de la farmacia de la calle Rosa de Cádiz. La subasta supone "muchos problemas. Estamos a lo mejor seis meses con género de subasta y otros seis no, porque no hay stock suficiente. Y se produce un desabastecimiento. Podemos dar entonces otro medicamento al paciente, pero ya le liamos otra vez, sobre todo a las personas mayores". En su establecimiento se han visto obligados a ampliar horarios y reducir jornadas. "Tenemos en torno al 20% menos de beneficios. Si el SAS tarda en pagarte y bajan los precios, hay menos rentabilidad. Desde que se inició la subasta, la tendencia es a la baja. No podemos negociar una compra a 90 días porque después te cambian el medicamento y te quedas con el stock colgado", argumenta Ana Domínguez, que está de acuerdo en que con los genéricos "ahorramos todos, pero al menos que te den libertad para elegir el que quieras y los médicos puedan prescribirlos".
En extramuros, una boticaria destaca que "lo que llevamos peor es el desabastecimiento de los productos de las subastas. Los mayores, que son quienes toman más medicamentos, están confundidos. Se les cambian las cajas y creen que les engañan. Porque si el de la subasta falla, tenemos que comprar otros, y no sabemos cuándo vuelven los de las subastas. Así nos encontramos con un stock que no podemos sacar a la venta". Añade que el trabajo diario "es un sinvivir porque vamos a lo que va saliendo, sin poder hacer cálculos o previsiones. Y hay medicamentos que llevan tiempo desaparecidos".
Apunta otro farmacéutico del centro de la ciudad que si bien el tanto por ciento que gana es el mismo, los medicamentos han bajado de precio. "Tanto es así que el Omeprazol llegó a estar a 14 euros y ahora lo vendemos por 2,60. La Junta entiende que antes de que se lleven las bonificaciones las farmacias, se los lleva ella, que por otra parte son nuestros mejores clientes. Hasta es normal que exijan un genérico", explica. El mismo boticario apunta que cuando un producto baja tanto de precio "es algo sospechoso". Según él "muchos genéricos dispensados no son españoles y de algunos no se conoce bien la procedencia tanto del principio activo como de los excipientes".
Más conciliador se muestra un farmacéutico también del casco histórico gaditano, que recuerda que el sector "también tiene que estar del lado de la sostenibilidad del sistema y del uso racional del medicamento". A su juicio "está claro que tenemos que cuidar al paciente, no puede recortarse en su salud. Eso es prioritario. Nuestra labor, como todos los compañeros de la sanidad, debe ser estar al lado de los pacientes".
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