Cae un 14% la facturación de las farmacias desde 2011
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz achaca este "empobrecimiento" a la subasta de medicamentos andaluza y a la docena de medidas de control del gasto del Gobierno central
Las farmacias, en algunos casos, han dejado de ser el negocio seguro y rentable que eran antes. Más de una docena de decretos del Gobierno central para controlar el gasto en medicinas y las subastas de medicamentos que puso en marcha la Junta de Andalucía han hecho que la facturación de las 496 oficinas de farmacia que permanecen abiertas en territorio gaditano haya caído un 14% respecto a 2011, año en el que ya acumulaban al menos dos ejercicios de descenso. Son los datos que maneja Ernesto Cervilla Lozano, presidente de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de Cádiz, que aglutina a un total de 1.534 colegiados. La caída en el volumen de negocio de las boticas gaditanas es similar a la experimentada en el mismo periodo de tiempo por la farmacia andaluza y la española, en general. Sin embargo, esta situación no ha repercutido en la cifra de transmisiones de los negocios, que en Cádiz han sido relativamente estables en los tres últimos años, "aunque en 2014 cayeron con respecto a 2013", comenta Ernesto Cervilla. El año pasado se registraron 14 operaciones, diez de ellas, ventas.
Al presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz no le cabe la menor duda de que "la caída de la facturación viene motivada fundamentalmente por las sucesivas medidas, algunas de ellas superpuestas, tanto del Gobierno central como del autonómico, que la farmacia ha padecido desde que estalló la crisis casi como ningún otro sector". "Creo que ha sido más de una docena de decretos de ámbito nacional dirigidos a controlar el gasto en medicamentos que, lógicamente, han hecho más daño en el eslabón más débil de la cadena de agentes de la cadena medicamento, la farmacia en este caso", explica Cervilla.
Las medidas de ahorro también han hecho mella en el sector de la distribución de medicamentos, "un modelo solidario único en el mundo que permite que el medicamento llegue a los pacientes en las mismas condiciones de precio con independencia de su lugar de residencia. Y en la industria. Lógicamente, esos descensos en la facturación han sido más acusados en comunidades donde, además de aplicarse las medidas que imponían los decretos del Gobierno central, han puesto en marcha otras iniciativas de control del gasto, como el catálogo de medicamentos gallego, el algoritmo terapéutico valenciano o la subasta andaluza de medicamentos. "Las medidas que las comunidades autónomas han tomado, sumadas a las nacionales, han venido a ahondar aún más en el empobrecimiento de muchas farmacias en nuestro país", afirma el presidente de los farmacéuticos gaditanos.
En Andalucía, la subasta de medicamentos otorga la exclusividad de la venta de un fármaco genérico a un único laboratorio, el que ofrezca el precio más bajo. Esto ha permitido ahorrar a la Administración pública unos 150 millones de euros desde su puesta en marcha, según la Consejería de Salud. El Estado ha recurrido esta práctica ante los juzgados y la decisión de si estas subastas son legales o no está actualmente en manos del Tribunal Constitucional (TC).
Esta medida afecta a los miembros de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), que hasta ahora no han participado en ninguna de las siete subastas presentadas. Los laboratorios que más concesiones han adquirido son el sueco Bluefish Pharma, la alemana Aristo Pharma y los laboratorios de origen indio Aurobindo S. L. y Ranbaxy S. L.
La subasta no es el único aspecto que está perjudicando la rentabilidad del sector. También la bajada de precios de los medicamentos financiados que, en algunos casos, según fuentes del sector, pasan a costar un 50% menos de un día para otro. Los farmacéuticos están obligados a vender el genérico del laboratorio que haya ganado la subasta, de manera que "nos vemos obligados a vender el doble para ganar lo mismo".
La farmacia andaluza se opuso en su día a la subasta porque entendía que atentaba contra la igualdad de la prestación farmacéutica en el territorio nacional. "Es el TC quien tiene que decidir ahora si invade o no competencias estatales -explica Ernesto Cervilla- y sería deseable, por tener un horizonte de certidumbre que lo resolviese lo antes posible, pues vamos por la séptima subasta".
"La farmacia lo único que pide son unas reglas del juego claras e iguales para todo el sector que no añadan más incertidumbre y nos permita aspirar al menos a una cierta estabilidad", aclara el presidente de los farmacéuticos gaditanos. "La Administración ha encontrado siempre a la farmacia del lado de la sostenibilidad del sistema, porque en ella va también su propia supervivencia, pero algunas de las medidas tomadas en los últimos años a todos los niveles, estatal y autonómico, no está claro que hayan contribuido a esa sostenibilidad. Y, sin embargo, han puesto en riesgo la viabilidad económica de muchas farmacias", añade.
Los principales problemas con los que se encuentran los farmacéuticos suelen darse con las personas mayores y polimedicadas, "con las que los profesionales seguimos teniendo que hacer mucha pedagogía para que entiendan que el cambio de envases no afecta al principio activo, para que no se líen con las tomas, porque muchos rechazan los cambios", dice Ernesto Cervilla. Los profesionales transmiten al Colegio que "es una tarea titánica y de desgaste muy importante". A esto se suma que "una farmacia empobrecida no puede contratar más recursos para dedicar más tiempo a sus pacientes" y que "la burocracia ha aumentado de forma considerable", de manera que "tenemos casi una tormenta perfecta", lamenta.
También se están encontrando problemas con los pacientes de fuera de la comunidad autónoma por la falta de interoperabilidad de las tarjetas sanitarias, "que es algo que no sucedería si las comunidades hubieran trabajado de forma coordinada entre sí".
Otro asunto es el copago. En Andalucía, gracias al sistema de receta electrónica implantado en todas las farmacias, los pensionistas no tuvieron que adelantar dinero y esperar a que se lo devolviera el Estado. "Eso ha limitado el efecto negativo que podría tener desde el punto de vista de la adherencia, de que el paciente decidiera cambiar la pauta de las tomas para ahorrar o dejar de tomar el medicamento un tiempo", explica. No obstante, sí han notado cierto efecto disuasorio, que aporta su "granito de arena" en la caída de facturación.
El presidente reconoce que ha habido dificultades en algunos casos para solventar algunos problemas de desabastecimiento de algún medicamento, "pero eso no ha afectado al paciente, pues hay un mecanismo de sustitución por el farmacéutico previsto para cuando eso ocurre, aunque no es lo deseable, porque los cambios desconciertan al paciente".
Ernesto Cervilla asegura que los problemas de abastecimiento de los laboratorios adjudicatarios de la subasta están siendo cubiertos sin mayores problemas gracias a que la medida no se ha extendido a otras comunidades y quedan fabricantes con flexibilidad para reaccionar rápidamente a la demanda de los pacientes andaluces. "Sería mucho más problemático si cada autonomía implantase su propio sistema de subastas. Me consta también que desde la Consejería existe la voluntad de arbitrar medidas -de hecho se han tomado algunas- para evitar estas incidencias, aunque no es fácil, porque el mercado andaluz es muy extenso y es un riesgo, que también ya advertimos, dejar en manos de unos pocos laboratorios el abastecimiento".
Por último, Cervilla se queja de que la relación con estos laboratorios es difícil, por no decir inexistente, porque operan desde fuera de España, y no tienen redes aquí".
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