Marihuana, un negocio millonario en Cádiz

El kilo de cogollos cultivados en Cádiz, modificados genéticamente para aumentar su THC, se vende a 1.700 euros, por los 1.400 que se paga por el hachís

La Guardia Civil desarticula una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales procedente del narcotráfico

Zona de spa de la mansión de uno de los detenidos en Sanlúcar.
Zona de spa de la mansión de uno de los detenidos en Sanlúcar.

A los centroeuropeos de caretos sonrosados les pirra la marihuana de Cádiz. Un canuto de maría cultivada en Sanlúcar es el no va más en las calles de Hamburgo, Ámsterdam o París. El quid de la cuestión es que los narcos gaditanos le han cogido el rollo a la modificación genética de las plantas para elevar el THC, o sea, el tetrahidrocannabinol —el principal compuesto psicoactivo que se encuentra en el cannabis—, y están creando auténticas virguerías en sus laboratorios jugando a ser los dioses de las semillas. El resultado es un colocón de proporciones siderales por el que están dispuestos a pagar más que por el hachís. Incluso fuentes de la lucha antidroga de la Guardia Civil reconocían esta semana que actualmente el kilo de marihuana puntera de la tierra de Cádiz se paga más cara que la grifa marroquí. Podríamos hablar de unos 300 pavos de diferencia. Porque los 1.000 gramos de chocolate del moro rondan los 1.400 euros y los de maría gaditana se van hasta los 1.700. Y, encima, los narcos de este lado de la frontera se ahorran la logística que supone salvar el escollo del Estrecho de Gibraltar. Así las cosas, parece claro que los potenciales compradores de porros en Europa necesitan tanto el hachís norteafricano como el dueño de Heinz un bote de kétchup de marca blanca.

Sin embargo, hay que apuntar que la calidad no es el único motivo de este sorpasso en el narcotráfico del sur. Hay otros factores que no se pueden obviar. El primero de ellos es tan sencillo de entender como que las excelentes cosechas de hachís que se han producido en los últimos años en las montañas del Rif han elevado la producción hasta provocar un stock desconocido hasta la fecha. Hay tanto costo que ha bajado de precio. Lección primera de la ley de la oferta y la demanda: no sobrecargar el mercado.

En segundo lugar, hay que recordar que durante los años de esplendor del OCON-Sur, liderado por el teniente coronel David Oliva, los narcos llegaron a temer por sus envíos ante la presión policial en España y muchas toneladas quedaron almacenadas a la espera de que bajara la marea verde. Tras la disolución del grupo de élite benemérito, en una decisión del Gobierno que llegó a ser celebrada con champán por los narcos tanto en el Atlas como en el Peñón de Gibraltar y que varios años después sigue resultando incomprensible, la realidad actual es que la proliferación de gomas cargadas hasta las trancas con droga que se adentran por el litoral gaditano es otra más de las postales típicas veraniegas de la provincia.

La mansión de uno de los principales investigados de la red en Cádiz

Un tercer aspecto a destacar es que los sanluqueños encargados de la distribución han tirado los precios y si antes cobraban 120 euros por cada kilo de hachís colocado en la península ahora se conforman con 60, y encima te regalan la gasolina gracias a sus buenos contactos con las redes de petaqueo. Esto ha puesto de los nervios a los clanes de La Línea, lo que ha provocado otro daño colateral: que el Bajo Guadalquivir, y hasta las playas de Huelva, ha desbancado al Campo de Gibraltar como punto más caliente del narcotráfico en las costas de Cádiz. Todo estos factores suman para reducir el precio del costo.

Rolls Royce, Mercedes y Jacuzzis

La subida de precio de la marihuana ha traído aparejado el enriquecimiento de muchas organizaciones que en estos últimos años se han dedicado a colocar toneladas de cogollos de maría de alta calidad por toda Europa. Los agentes de la Guardia Civil que participaron hace una semanas en la explotación de la denominada Operación Pich, tipos bragados acostumbrados a ver mansiones de narcos, se sorprendieron por el nivel de opulencia del casoplón de uno de los principales investigados, un, en teoría, empresario hostelero de Sanlúcar de Barrameda. En su vivienda había más mármol que en el Mancomunado de Chiclana y fuentes consultadas aseguraban que el detenido había invertido tal cantidad de dinero en esta casa que, a pesar de sus dimensiones, faltaban rincones para ubicar jacuzzis, saunas, piscinas o televisores con pantallas similares a las de un cine pequeño. Todo esto sufragado con unos ingresos que correspondían a una ridícula cantidad de días cotizados en su escasa vida laboral. De hecho, entre los años 2013 y 2018 sólo acreditó 168 días trabajados, y su actividad laboral por cuenta ajena, afiliado al régimen especial del mar, finalizó en julio de 2022. Eso sí, desde mayo de 2022 está dado de alta como autónomo. Un autónomo muy bien pagado, a tenor de la mansión modelo futbolista de la que hace gala.

Complementos de lujo en el armario de uno de los detenidos en Cádiz

Esta persona, además, tiene otra vivienda en Sanlúcar y es el administrador único, y fundador, de un conocidísimo establecimiento de ocio situado en Bajo de Guía.

La investigación deja de manifiesto el enorme poder adquisitivo del cabecilla de esta supuesta red dedicada al cultivo de marihuana. De hecho, por los dos locales adquiridos en Bajo de Guía pagó en marzo de 2021 la cantidad de 170.000 euros y 124.000 respectivamente. No está mal para un parado.

La Guardia Civil de Cádiz llevaba tiempo investigando el blanqueo de capitales correspondiente a la organización criminal ahora desmantelada que se destapó en el curso de la operación denominada Trasmane, en la que se procedió a la detención de 15 personas y a la investigación de otras tres más, por pertenecer, a una organización criminal que introducía marihuana y hachís en Alemania, Holanda, Luxemburgo y Francia.

En esta última fase de la operación Pich, desarrollada en Sanlúcar, Jerez, El Puerto de Santa María, Marbella, Ibiza y Madrid, se incautaron gran cantidad de vehículos, entre los que destacan un Mercedes Brabus valorado en más de 450.000 euros o un Rolls Royce, que cuesta 400.000. Se detuvo a cuatro personas, investigado a otras 13, además de inmovilizar cinco sociedades jurídicas. Además se ha cursado una Orden Internacional de Detención, todo ello como supuestos autores de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y en uno de los casos tráfico de drogas.

Una enorme red de testaferros

Para enriquecerse mientras inundaban las calles europeas de marihuana gaditana la banda se valió de una extensa red de testaferros y sociedades mercantiles, una auténtica lavandería industrial de billetes verdes. Entre estas empresas figuraban desde Sociedades Limitadas propietarias de locales de copas en Bajo de Guía hasta empresas pesqueras. Una de las principales figuras de la trama, de origen marroquí, tiene su residencia en las Islas Baleares, aunque también cuenta con viviendas alquiladas en Marbella, Madrid y El Puerto de Santa María. En el registro de su vivienda habitual, en la localidad balear de San Carlos, los agentes encontraron armas, dinero en efectivo, documentación, soportes informáticos y droga. Desde allí, un idílico pueblito mediterráneo, estaría dirigiendo su organización criminal. Como ven, ya no hace falta hacer negocios con los clanes marroquíes para enriquecerse vendiendo droga en el viejo mundo.

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