A juicio en Cádiz por intentar sobornar con 1.000 euros a dos guardias civiles en un control de alcoholemia
La Fiscalía sostiene que el procesado viajaba como copiloto en un coche cuyo conductor dio positivo. Para evitar la denuncia, ofreció esa suma de dinero a los agentes a cambio de que "se olvidara todo". Se enfrena a cuatro años y seis meses de prisión
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1.000 euros a cambio de "olvidarlo todo". Es la cantidad de dinero que, según la Fiscalía de Cádiz, ofreció un hombre a dos agentes de la Guardia Civil hasta en tres ocasiones en un control de alcoholemia. El hombre viajaba como copiloto en un coche cuyo conductor dio positivo tras someterse a un test. Con el propósito de evitar la denuncia, sostiene el fiscal, intentó 'comprar' el silencio de los agentes con un fajo de billetes de 50 euros, un intento de soborno que lo llevará ante un jurado en la Audiencia Provincial de Cádiz. El fiscal considera que el hombre es responsable de un delito de cohecho y pide que sea condenado a cuatro años y seis meses de prisión.
Se da la circunstancia de que el procesado suma numerosos antecedentes penales. Así, fue condenado en firme en abril de 2023 por tráfico de drogas a dos años de cárcel; en junio de 2020 volvió a ser condenado por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas a siete años de prisión; en octubre de 2020 recayó sobre él otra condena de tres meses por un delito de receptación; y en marzo de 2015 se le impuso una pena de un año de prisión por un delito de lesiones agravadas.
Los hechos por los que ahora será juzgado por un jurado en el Palacio de Justicia de Cádiz ocurrieron la madrugada del 9 de marzo de 2025, cuando agentes de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico, en el ejercicio de sus funciones, montaron un control preventivo para la verificación de alcoholemia y drogas. El control estaba perfectamente señalizado con indicaciones luminosas y los agentes del Instituto Armado vestían el uniforme y la placa reglamentarios.
Sobre las 8:15 horas, precisa el escrito de calificación fiscal, los agentes dieron el alto a un vehículo, marca Volkswagen Golf, para someter a su conductor a las pruebas de detección de consumo de alcohol y drogas. En el vehículo también viajaba el encausado, que ocupaba el asiento delantero derecho.
Según la Fiscalía, el conductor dio positivo en la primera prueba de alcoholemia, por lo que los guardias le informaron que tenía la obligación legal de someterse a un segundo test, durante el que no sopló adecuadamente. Entonces los agentes le advirtieron que esa conducta podía suponer un delito.
En esos momentos, el copiloto, con la finalidad de que los guardias civiles no denunciaran al conductor, se dirigió a un agente y le dijo que le daría 1.000 euros para que "se olvidara de todo” y los dejara continuar, a la vez que le mostraba un fajo con numerosos billetes de 50 euros, afirma el fiscal.
"El guardia civil le indicó que lo que estaba haciendo podía constituir un delito y lo requirió a fin de que no lo volviera a hacer; no obstante, el acusado continuó mostrando los billetes y ofreciendo la entrega de dinero en efectivo para que los agentes no tramitaran el atestado", recogen las conclusiones provisionales de la Fiscalía.
Como el acusado seguía insistiendo, señala la acusación pública, el guardia civil requirió la presencia de un segundo agente y, ante éste, el copiloto nuevamente les ofreció 1.000 euros para que no denunciaran al conductor, por lo que los guardias procedieron a su detención.
Los hechos expuestos son, a criterio de la Fiscalía, constitutivos de un delito de cohecho y solicita para el procesado la pena de cuatro años y seis meses de prisión, multa de 18 meses con cuota diaria de 10 euros e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante 12 años.
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