La Janda se acogerá al plan europeo de recuperación de humedales

El desaparecido humedal de La Janda, un espacio de más de 6.000 hectáreas que fue el más extenso de Europa, será uno de los que se beneficien de un programa de recuperación de estos espacios naturales en España que tendrá una dotación de unos 150 millones de euros.

En ausencia de la Junta, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, se reunía hoy en Vejer con los ayuntamientos y con las entidades que llevan décadas reivindicando la recuperación de este humedal, que fue en su momento un paraíso para aves como las grullas sólo comparable a Doñana, según los naturalistas.

El de La Janda será uno de los más de cien humedales de 12 comunidades autónomas que se beneficiaran del proyecto Life humedales, que fue presentado por España y que ha sido preseleccionado por la UE, que dotará con 25 millones de euros un plan de inversiones para la próxima década para esta recuperación. Hugo Morán explicó que se trata de “un proyecto de país”, al que el Estado aportará 40 millones de euros, y las doce comunidades autónomas implicadas, otros 25 millones.

PROPIETARIOS Y REGANTES, EN CONTRA

A estas cantidades se sumarán 75 millones de distintos programas, con lo que “estamos moviéndonos en unas cifras de entorno a 150 millones para abordar un plan nacional de restauración de humedales”, señaló el responsable. Los humedales no sólo son patrimonio público, sino “garantes del ciclo de agua y sumideros de carbono”. Constituyen, pues, “un seguro de vida”.

El alcalde de Vejer, Antonio González Mellado (PSOE), valoró este “paso firme e importante” para la recuperación del humedal y lamentó que la Junta no participara en este primer foro.

José Manuel López, presidente de la Asociación de Amigos de La Janda, celebró que “por fin se haya dado este primer paso” para recuperar “uno de los humedales que fue en su tiempo el mayor de la península Ibérica, y de los de más relevancia ecológica en Europa”.

“Los que desde luego han dicho que los terrenos son suyos y que no hay justificación jurídica ni de ningún tipo para quitárselos son los propietarios y las comunidades de regantes –indicaba al respecto, desde Ecologistas en Acción, Lola Yllescas–. Por lo menos, han venido, lo que quiere decir que están dispuestos a debatir”.

LA DESECACIÓN: UN PROYECTO DEL FRANQUISMO

La laguna de La Janda se perdió en los años 50, tras un complicado proyecto de ingeniería que en casi una década logró desecarlo. La Ley de Desecación y Saneamiento de Lagunas, Marismas y Terrenos Pantanosos pretendía estimular la desaparición de humedales, considerados insalubres, y su reconversión en tierras para la agricultura.

Para ello, establecía que quien realizase una obra para desecar un espacio automáticamente se convertía en dueño del mismo durante 99 años. En la época de hambre de la posguerra civil española, fue el Estado quien costeó el proyecto de desecación, por lo que en 1967 una sentencia del Tribunal Supremo reconoció la propiedad pública de la superficie.

En el caso de La Janda, se cultiva de todo: desde olivos en espalderas hasta cereal, pasando por mango y aguacate. La mayor parte de este territorio de dominio público pertenece al Complejo Agrícola ‘Las Lomas’ S.L., de la familia Mora-Figueroa Domecq, por el que recibe una de las mayores subvenciones de pagos de la PAC.

“Desde luego que La Janda es productiva –continúa Yllescas–. Lo que no sabe la gente es que se deseca cada día, incluso en verano. El agua se pasa por debajo de la N340 hasta las marismas de Barbate. Si no se drenase, se recuperaría sola”.

En cualquier caso, la mesa de diálogo –integrada por los alcaldes de la comarca, propietarios y regantes, ecologistas y agentes sociales como Amigos de la Janda o Nueva Cultura del Agua, y quién sabe si la administración autonómica–, se reunirán de nuevo en septiembre.