El piloto releva al fogonero
La junta cierra sus cambios en cádiz
Belizón asume la Delegación del Gobierno andaluz en Cádiz tras el ascenso a Sevilla de un López Gil que insiste en su optimismo: "Por favor, creednos, esta provincia tiene futuro"
Cádiz/Si hay que hacer cambios, es mucho mejor aplicarlos con rapidez y, a ser posible, que sea haciendo el mínimo ruido. Esta teoría la han aplicado a la perfección en la provincia de Cádiz los máximos dirigentes de la Junta de Andalucía. Y es que ayer mismo el Gobierno andaluz dio por cerrados los relevos necesarios en la provincia gaditana tras la reestructuración que la presidenta, Susana Díaz, acometió en su Gobierno a finales de la semana pasada.
Cuatro cambios serán definitivamente los que tendrán repercusión entre los socialistas gaditanos y todos quedaron ratificados en la reunión de ayer del Consejo de Gobierno de la Junta. Los dos primeros ya se conocían, porque estaba cantado que el isleño Fernando López Gil se convertiría en el nuevo viceconsejero de Presidencia, Administración Local y Memoria Histórica, y que su sustituto en la Delegación del Gobierno andaluz en Cádiz sería el chiclanero Juan Luis Belizón, hasta ahora delegado territorial de Educación. Pero para cerrar el círculo ayer se confirmó también que la Delegación de Educación pasará a manos de la olvereña Remedios Palma, que a su vez deja las delegaciones de Cultura, Turismo y Deporte a Daniel Moreno, un joven abogado socialista de Algeciras. De momento no se esperan más cambios.
En la Junta quisieron aprovechar al máximo el día de ayer y de ahí que en la misma jornada llevaran a cabo todas las despedidas y presentaciones. Y en una rueda de prensa multitudinaria no exenta de sentimentalismo y ante la presencia de todos los delegados territoriales y otros cargos de la Junta, un fogonero llamado Fernando López Gil cedió en público el testigo a un piloto que responde al apellido Belizón.
El nuevo delegado del Gobierno andaluz se presentó a pecho descubierto aludiendo a una de sus grandes aficiones, esa que le lleva de vez en cuando a surcar los cielos de la provincia en una avioneta: "Soy piloto y a mí las alturas nunca me han dado miedo, si acaso un poco de respeto", dijo Belizón. Y posteriormente reconoció que asume este nuevo reto con una sensación agridulce "porque me enorgullece que hayan apostado por mí pero al mismo tiempo dejo con pena la Delegación de Educación y a todos los profesionales que hay allí".
Y si a Cádiz llega un piloto, a Sevilla se marcha un fogonero. O así al menos se vendió López Gil, que se autocalificó como un político al que le encantan los nuevos retos, que huye de "apagar fuegos" y que llega al Palacio de San Telmo "para echar más leña a la caldera" del Gobierno andaluz.
Tras cinco años en el cargo, el político isleño se despidió con palabras de agradecimiento para todos, en especial para toda la gente -políticos y funcionarios- que han trabajado con él en este tiempo. Y también reiteró su mensaje de optimismo dirigido a la sociedad gaditana. "Por favor, creednos cuando decimos que Cádiz tiene futuro", llegó a decir implorante a los periodistas en un momento de su intervención.
En una comparecencia diferente a las anteriores, debido a su carga emotiva, López Gil calificó de "muy especial e inolvidable" esta etapa recién concluida y dijo que su intención desde que llegó al cargo fue "cambiarlo todo en el Gobierno andaluz, desde el ritmo a la estética o a la actitud".
En una etapa marcada claramente por la crisis económica y por los recortes en inversiones, el ya ex delegado del Gobierno andaluz en Cádiz situó en el lado positivo de la balanza la "apuesta clara" de la Junta por la ITI "que seguro que va a cambiar la dinámica de la provincia", afirmó. Y en el lado negativo recordó la tragedia del desempleo, el "mal recuerdo" de Delphi y el tranvía de la Bahía, un proyecto este último que, dijo, "está gafado para mí desde el primer día". Es más, de manera irónica llegó a pedir que no le invitaran a la próxima inauguración del tranvía "porque con el gafe que yo tengo en este proyecto, puede ser que hasta descarrile".
De cara al futuro, el nuevo viceconsejero lanzó varios mensajes de tranquilidad. Así, dijo que en Cádiz deja "un equipo que funciona" al frente de la Junta de Andalucía. Y también garantizó que la transición en la Delegación del Gobierno será fácil "porque Belizón es un gran gestor que conoce muy bien esta provincia".
Y en clave personal se fue disculpándose por sus errores y diciendo que esta etapa ha sido inolvidable para él. "He puesto toda la ilusión y me voy queriendo más aún a esta provincia".
Daniel Moreno, un desconocido para Cultura, Turismo y Deporte
La cuota de representación en la Junta de Andalucía que el Campo de Gibraltar perdió tras la dimisión de Gema Araujo quedó restituida ayer con la designación del algecireño Daniel Moreno como nuevo delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Cádiz. Este nombramiento se convirtió en una sorpresa ya que Moreno es un desconocido incluso en las filas socialistas de la provincia. El nuevo delegado, de 28 años, jamás ha ocupado un cargo público, es licenciado en Derecho por la UCA, ejerce de letrado en Algeciras desde 2013 y desde el año pasado era técnico de Cooperación al Desarrollo y responsable de la delegación de la Asamblea de Cooperación por la Paz en el Campo de Gibraltar. También es secretario de Organización del PSOE algecireño.
Educación, una cartera difícil pero de prestigio para Remedios Palma
Educación es una de esas carteras que, junto a la de Sanidad, está considerada desde fuera como una de las más complejas en el organigrama del Gobierno andaluz. Sin embargo, para la gente que está en política es también un área que da prestigio a quien sepa dirigirla bien. Con esta ilusión llega a la Delegación Territorial de Educación en Cádiz la olvereña Remedios Palma Zambrana, que ha dirigido los últimos dos años la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte. Nacida en 1967, ex concejala en Olvera y diplomada en Biblioteconomía y Documentación, Palma se calificó ayer como una defensora de la educación pública y elogió que el empleo y la educación sean las banderas del Gobierno andaluz y de su presidenta, Susana Díaz.
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