La diputada de Sumar por Cádiz pregunta en el Congreso por las actuaciones sobre el alga asiática
Esther Gil de Reboleño insta al Estado a asumir su responsabilidad para que la condición de invasora no frene su gestión
Futuralga: una empresa pionera varada por las trabas para comercializar el alga asiática invasora
La diputada de Sumar por Cádiz, Esther Gil de Reboleño, preguntó la semana pasada en el Congreso de los Diputados por las medidas y actuaciones previstas para afrontar el problema del alga asiática invasora, que lleva una década presente en la costa gaditana.
Así, Gil de Reboleño inquirió si tiene previsto el Ministerio para la Transición Ecológica solicitar a la Comisión Europea la autorización necesaria que permita la comercialización de la Rugulopterix okamurae, con el fin de reducir su impacto negativo en el litoral andaluz.
De no contemplar esta solicitud, apuntó la diputada, la representante preguntó si desde el MITECO se prevé una modificación del Real Decreto 630/2013, con el fin de habilitar un procedimiento más ágil para autorizar el uso comercial de especies invasoras como el alga asiática, al margen de la existencia previa de planes autonómicos de gestión de biomasa.
Por último, la diputada gaditana registró si se contempla una actualización de la Estrategia de control del alga invasora.
“El avance de esta especie que se ha acelerado desde 2015 representa hoy una amenaza ecológica de primer orden –indicó Esther Gil de Reboleño–. Tiene importantes repercusiones socioeconómicas para los territorios costeros, donde las capturas se han reducido de forma alarmante, se han registrado pérdidas millonarias y se han cancelado temporadas enteras de pesca, lo que ha puesto en riesgo la supervivencia de muchas familias trabajadoras y de la economía azul local”.
UNA INVASORA APROVECHABLE
La acumulación de toneladas de algas en la orilla –recordó–, “genera problemas de salubridad, degrada el paisaje y obliga a un sobreesfuerzo de los servicios municipales para su retirada”.
Ante esta situación, “han surgido iniciativas que no solo han entendido el problema, sino que han tratado de convertirlo en una oportunidad apostando por la investigación y la innovación, transformando las algas en productos útiles y sostenibles, como fertilizantes, materiales de construcción, cosmética o incluso calzado, como ha demostrado la empresa pionera Futuralga desde el Campo de Gibraltar”, desarrolló la diputada.
Estas iniciativas se han topado, sin embargo, con un vacío legal y con una “interpretación excesivamente restrictiva del marco normativo estatal, al estar incluida la especie en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras”. Una circunstancia, indicó Gil de Reboleño, que no puede “convertirse en una barrera absoluta”.
"YA NO CABEN EXCUSAS"
Una opción para desbloquear esta cuestión, añade la diputada, podría consistir en que el “Estado asuma su responsabilidad y permita que, por razones de interés general, se autorice la recolección transformación y venta de esta biomasa, siempre bajo condiciones reguladas y con criterios de trazabilidad y control ambiental”. La misma Estrategia de control para el alga –recuerda– establece que se tendrán en cuenta los aspectos sociales y/o económicos afectados, permitiéndose regular actividades para investigaciones, fines científicos o médicos y de naturaleza social o económica. Una regulación que puede llevarse a cabo desde el mismo Estado.
“España –ultimó– no puede permitirse dejar sin apoyo a quienes están ofreciendo soluciones sostenibles e innovadoras frente a uno de los mayores retos ecológicos que sufren nuestros mares. Ni puede seguir bloqueando por razones puramente formales la respuesta eficaz a una especie invasora que ha llegado para quedarse y frente a la cual ya no caben excusas sino responsabilidad política, determinación normativa y cooperación institucional a todos los niveles".
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