Decoración: Naturaleza y vida en este cortijo de Arcos

de estar por casa

El estilo cosmopolita y abierto de su propietario y su forma de vida junto a sus animales se refleja en cada rincon de esta vivienda

Fotogalería: Así es la casa de Igor Ramírez García-Peralta en el campo arcense

Una de las zonas de paso, con escalones originales de la construcción.
Una de las zonas de paso, con escalones originales de la construcción. / Ignacio Casas de Ciria

Hoy recorremos el cortijo de la Sierrazuela, una casa ubicada en la localidad de Arcos en un enclave único.

Su propietario, el escritor y atleta Igor Ramírez García-Peralta, se enamoró de este lugar y en especial de Andalucía durante una de las competiciones que desarrolló en este lugar. Su personalidad es una mezcla de vivencias a través de los diferentes lugares que ha vivido: de nacionalidad mejicana-española, crecido en Alemania y Austria y educado en Londres y Nueva York, donde ejerció sus estudios universitarios.

Tras llegar a Ronda para la celebración de una competición se enamoró de Andalucía y, seguidamente, de Arcos, donde al final decidió instalar su residencia tras cinco años viviendo en Ibiza.

Allí adquirió una bonita casa alrededor de olivos centenarios de variedad zorzaleña.

La casa tiene una superficie de 500 metros cuadrados que, tras su rehabilitación, refleja la personalidad de su propietario en su decoración y distribución adaptándola a su estilo de vida. La construcción se divide en dos plantas: planta baja con comedor, salón, sala de estar, el estudio, patio interior y exterior y cocina con zona de servicio y la planta alta con tres dormitorios y dos baños. A todo esto le acompaña una alberca hecha como abrevadero.

El salón de la casa lo preside un tapiz flamenco adquirido en un anticuario en Roma. En la parte central de la estancia se ubica una mesa de los años setenta del siglo pasado de acero y cristal, junto con unos bancos tapizados en terciopelo. Y alrededor de la mesa y en torno a la chimenea, un conjunto de sofá y dos sillones tapizado en damasco. Junto a este espacio se encuentra el comedor con una gran mesa central lacada en rojo junto a un conjunto de sillas jacobinas. Todo ello descansa sobre un suelo de barro.

Unos escalones de espigas originales de la casa comunican con el cuarto de estar, sobre la que predomina un conjunto de plantas sobre un baúl antiguo, y un sofá tapizado en verde. Las paredes están ornamentadas con una colección de platos de cerámica. Esta habitación comunica a través de unas cristaleras con el patio Sabina, del cual recibe la luz exterior. En las escaleras que llevan a la planta superior se ha ubicado, aprovechando sus espacios, un oratorio y una biblioteca.

Los dormitorios se encuentran decorados en su mayoría con muebles antiguos de rastros y anticuarios que combina con telas vintage, estilo que se repite en los baños.

También te puede interesar

Lo último

stats