"Los servicios de atención sanitaria que actualmente se prestan en los hospitales de San Rafael, en Cádiz, y Santa María del Puerto, en El Puerto de Santa María, cesarán a partir el próximo 1 de enero, según informó ayer el director gerente de José Manuel Pascual Pascual S.A, empresa propietaria de los dos centros". Éste es el primer párrafo de una información que aparece en la primera página de Diario de Cádiz del miércoles, 2 de octubre, de 1991, hace 25 años y un día.

"El motivo aducido por esta empresa para justificar el cierre es la falta de acuerdo con el SAS para la redacción de un nuevo concierto de colaboración", prosigue la noticia llevada a portada por la dirección de este periódico en aquel entonces.

Un cuarto de siglo nos separa de aquellas fechas pero bien podría ser el primero y el segundo párrafo de cualquiera de las informaciones que se están ahora publicando en torno al tenso conflicto que se vive a día de hoy entre los propietarios de las Clínicas Pascual y las dirigentes de la Junta de Andalucía.

El jueves pasado, más de 2.500 personas, entre empleados, familiares y amigos, se dieron cita ante el edificio del Parlamento andaluz, en Sevilla, para exigir a la Administración andaluza una solución a esta situación que, según el comité intercentros de la empresa sanitaria, ha hecho desaparecer  más de 900 puestos de empleo en una provincia que no goza de demasiada buena salud en lo que a empleo se refiere.

La situación está muy tensa ahora mismo y las plantillas de Pascual tienen claro que llegarán hasta donde tengan que llegar para que acabe el conflicto y retornen los pacientes y el final del malestar a los pasillos de los seis hospitales que Pascual mantiene en toda Andalucía.

Hace 25 años, las divergencias se centraban en el coste cama/día y en la deuda que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) mantenía con la empresa, cifrada, según la información publicada en Diario de Cádiz ese 2 de octubre de 1991, en poco más de 100 millones, según la Administración andaluza, y 1.000 millones de pesetas, según Pascual.

Un cero de diferencia entre las dos cifras que daban idea de la gran distancia y la gran tensión que ahora cumple 25 años, de la que en aquel entonces se logró salir.

José Manuel Pascual calificó, en ese momento, el anuncio del cierre de San Rafael y del hospital de El Puerto como "la noticia más dramática y penosa que he tenido que comunicar en mi vida".

La situación que ahora se vive es tensa, pero la hemeroteca de Diario de Cádiz revela que el 29 de mayo de 1991 los trabajadores del San Rafael de Cádiz, que entonces sí tenían problemas con el cobro de sus nóminas, "retuvieron ayer en sus despachos al director administrativo de la empresa, Víctor Cortezo, y al adjunto a la dirección, Antonio Astorga, en tanto el presidente del comité de empresa, José Luis García, y otro empleado, Manuel Campodarbe, se declararon en huelga de hambre", según publicaba la primera página de Diario de Cádiz de aquella jornada del mes de mayo.

Las diferencias en la cuantificación de los servicios de Pascual a raíz del concierto entonces vigente provocó que los trabajadores de Pascual cobraran con retraso la paga de productividad de 1990 y el salario de mayo. Esta situación, 25 años después, no se ha dado aún y los empleados que aún quedan en la plantilla de Pascual no han tenido retraso alguno en el cobro de sus nóminas aunque sí viven una tensa incertidumbre ante un futuro que ellos consideran "desconcertante".

Meses después de todo esto, la Junta volvió a renovar concierto con Pascual y la paz volvió a sus hospitales, algo que todos desean ocurra ahora por el bien de la ciudadanía y de sus empleados.