El diputado de Bienestar Social, David de la Encina, ha remitido un escrito a la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz Martín, en el que ha insistido en la necesidad de que desde la Junta de Andalucía se ofrezca un número de equipos de protección suficiente para poder prestar el servicio de ayuda a domicilio en condiciones de seguridad, ya que hasta la fecha, desde el inicio del estado de alarma, ha suministrado menos de un tercio de los que le han sido requerido desde la Diputación.

Semanalmente la Diputación hace llegar a la Consejería las necesidades de EPI (equipos de protección individual) necesarios para el servicio de ayuda a domicilio, del que se benefician 2.375 personas con resolución de “dependencia”. De este modo, se han requerido 97.608 mascarillas quirúrgicas I, de tipo II y IIR, guantes de nitrilo y batas desechables; 2.789 gafas de protección y 3.815 litros de soluciones hidroalcohólicas. Sin embargo, la Junta sólo ha suministrado 30.450 mascarillas y 2.950 guantes. La Diputación, con recursos propios, ha debido cubrir el resto de necesidades.

Por ello, ha remitido este escrito, en el que muestra su preocupación por un “desfase insostenible”, entre las necesidades del servicio y la cantidad de equipos suministrados, pese a que “somos muy comedidos en nuestras peticiones”, según expresa el diputado en la carta. Por ello, la Diputación pide a la Junta “ampliar el suministro de los equipos para que, al menos, semanalmente recibamos el número que demandamos, pues se trata del número real de personas que tenemos que atender”.

De la Encina también solicita a la consejera que amplíe la atención y suministro de medios a favor de las personas dependientes del Plan Concertado, cuyas trabajadoras, que forman parte de las plantillas municipales, están quedando sin el necesario apoyo, y sugiere que si no es posible hacerlo a través de ASSDA, Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía, lo haga desde la propia Consejería. El diputado explica que son 1.709 personas las que son atendidas a través del Plan Concertado en pequeños municipios, a través de un servicio que prestan los ayuntamientos, con menor capacidad que la que tienen las empresas del plan de ayuda a domicilio.