Los colegios concertados de la provincia de Cádiz, al igual que los del resto de la comunidad autónoma andaluza, dan por hecho que habrá recortes y que les afectarán de lleno. Apenas tienen dudas acerca de los planes que maneja la Consejería de Educación de la Junta: el progresivo descenso de la natalidad que se registra desde hace unos años -y que se ha dejado notar drásticamente en las aulas de muchos centros públicos- se traducirá en un tijeretazo a la enseñanza concertada. Es decir, que se reducirá en estos colegios privados la oferta de plazas conveniada con la Junta de Andalucía de cara al próximo curso.

Su inquietud ha ido in crescendo a medida que se acerca la nueva campaña de escolarización, que arrancará en el próximo mes de marzo, y en la que toca, precisamente, abordar la revisión de estos conciertos.

Para la jornada de hoy se han anunciado concentraciones y lecturas de manifiesto en el interior de la mayoría de los centros concertados de la provincia. Se hará de manera simultánea a la hora del recreo.

En algunos centros esas concentraciones se adelantaron a la jornada de ayer. Eso sucedió por ejemplo en el colegio Niño Jesús de Chiclana, donde se leyó el manifiesto #yosoydelaconcertada. En el mismo se apuesta por un equilibrio entre la educación pública y la concertada en Andalucía pero partiendo de la premisa clave de que los padres tienen derecho a elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos, según recoge la Constitución Española. También se defiende el argumento de que la enseñanza concertada supone un ahorro económico a la sociedad andaluza, al tiempo que entienden que la bajada de la natalidad es sólo una excusa de la Junta para eliminar líneas en la concertada con fines ideológicos.

Una de las localidades gaditanas donde la enseñanza concertada ha tenido y sigue teniendo un indudable peso es, por ejemplo, San Fernando, donde los temidos recortes han encendido también la alarma de estos colegios que, precisamente, son los que acaparan año tras año la mayor demanda de solicitudes: los centros católicos Liceo del Sagrado Corazón, Compañía de María, La Salle y Carmelitas, que junto al Miramar y a la Escuela de San José completan la oferta de la enseñanza concertada en esta localidad, donde se calcula que hasta 5.000 alumnos están matriculados en estos colegios privados.

Los datos de escolarización que se registran cada año dejan bien claras las predilecciones de los padres, que optan en primera instancia por la enseñanza concertada par matricular a sus hijos. Así, y siguiendo con el caso específico de San Fernando, mientras en el último curso varios colegios públicos contabilizaron de entrada apenas media docena de solicitudes, el Liceo, la Compañía, las Carmelitas y La Salle cubrieron sin esfuerzo alguno todas las plazas ofertadas e, incluso, se vieron obligados a recurrir a sorteo.

La crisis de natalidad no ha tenido incidencia en la enseñanza concertada, ni en La Isla ni en el conjunto de la provincia. Por contra, en los centros públicos cada curso aumenta el número de plazas que quedan sin cubrir, que es el origen de la reforma que está ultimando la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

Los colectivos que aglutinan a la enseñanaza concertada han iniciado una ofensiva contra los planes de la Junta, consistentes en rondas de contactos con los partidos políticos y recogida de firmas. Su reivindicación en sencilla: que no se eliminen líneas ni unidades de aquellos centros que, precisamente, tienen demanda. Estos colectivos entienden que estas reducciones de líneas en la concertada planteadas por la Administración andaluza no son comprensibles, al tiempo que defienden que hay otras alternativas como, por ejemplo, bajar la ratio de alumnos por clase.

Desde estos centros concertados se ha lamentado también la falta de información que existe por parte de la Junta ante la revisión de los conciertos y ante la incertidumbre que se ha desatado entre los padres.