La ciudad se vistió de solemnidad para soplar la tarta de su historia que en el día de ayer alumbraban los 526 años de existencia. Así, el 18 de junio los ciudadanos celebran el cumpleaños de Puerto Real, en el Día de la Villa instaurado, ya que en dicha jornada de 1583 fue fundada por los Reyes Católicos. Como todo festejo relevante, la Corporación Municipal se vistió de gala, por lo que los ediles portaron la medalla municipal, durante la sesión plenaria extraordinaria desarrollada. Esta también contó con un escenario especial, dado que los escaños fueron desplazados al Centro Cultural de la Iglesia San José.

En el transcurso de esta conmemoración el centenario de la adquisición por parte del Ayuntamiento del parque de Las Canteras cobró el papel estelar con el que cuenta en los actos organizados. Así, el plenario ratificó el acuerdo adoptado el 23 de marzo d e 1909 por el Consistorio puertorrealeño para la compra del citado emplazamiento natural. La importancia de esta actuación sirvió de argumento para conceder la medalla de oro de la ciudad a la población de la Villa, dado que contribuyó a través de una colecta ciudadana. Según expresó la teniente de alcalde, Ana Mosquera, "fue el propio pueblo de Puerto Real, quien toma la iniciativa y las riendas de su propio presente y futuro, cuando en 1909 decide que este emblemático paraje, cuna de muchos edificios no sólo de nuestra Villa, forme parte del patrimonio de todos y cada uno de los ciudadanos de la localidad". Los niños miembros del Consejo Municipal de la Infancia, Marina Rodríguez y Alejandro Bódalo, fueron los encargados de recibir de manos del alcalde, José Antonio Barroso, la condecoración asignada.

Tras dicha distinción, la Iglesia San José se llenó de emotividad y recuerdo, con el reconocimiento como hijo adoptivo de la ciudad, a título póstumo del joven madrileño, Daniel Paz Manjón, víctima de los atentados terroristas acontecidos el 11 de marzo de 2004 en Madrid. La teniente de alcalde delegada de Cultura, Lola Sanisidro, y el propio alcalde hicieron una pequeña semblanza de la vinculación de Daniel con Puerto Real, que desde los 20 meses acudía todos los veranos al municipio.

La sensibilidad de los presentes, fue incrementándose con dichas intervenciones hasta alcanzar su máximo grado con las palabras de su madre, Pilar Manjón. En su discurso, recordó las vivencias con su hijo en Puerto Real, indicando que fue precisamente su nacimiento el hecho que motivó su llegada a la localidad. Así, relató que cada verano iban integrándose cada vez más en la vida puertorrealeña, creciendo en dicho sentimiento a la vez que la ciudad. De la misma manera, se refirió al fatídico día de los atentados como "el despertar más brusco que he tenido en mi vida y que me durará siempre". Por último, Pilar agradeció el honor brindado a su hijo, y señaló que "haré que os sintáis orgullosos de él a través de mí que desde hoy sin título ya soy puertorrealeña. no tengo palabras para deciros gracias". Barroso, visiblemente emocionado, le entregó la medalla acreditativa de la distinción. Con ello se cerró el pleno, dando paso más tarde al concierto que la banda de música Pedro Álvarez Hidalgo ofreció en el Teatro Principal.