investigación y desarrollo

Una científica del CSIC en Cádiz presenta un proyecto de gestión marina en Europa

  • Los datos de alta precisión proporcionados por el 'Sentinel-2' son especialmente útiles en zonas críticas de subida de nivel del mar 

Imagen de alta precisión del 'Sentinel-2' de la costa gaditana.

Imagen de alta precisión del 'Sentinel-2' de la costa gaditana. / D.C.

Como curiosidad histórico-científica, no está mal: llevamos robots a Marte pero la mitad del fondo marino de nuestro propio planeta está sin cartografíar. Un desconocimiento que, dados los impactos que ya empiezan a notarse a partir de la crisis climática, haríamos bien en paliar: “Por ello resulta esencial –apunta la investigadora del CSIC, Isabel Caballero– promover oportunidades como las que nos ofrecen los datos de satélite del programa Copérnico de Investigación de la Tierra”. Los datos de alta resolución del Sentinel-2 no sólo presentan una resolución impensable hasta hace poco tiempo sino que, a diferencia de los parámetros espaciales “con calidad” disponibles hasta la fecha, son gratuitos. Los datos del programa Copérnico se consultan a nivel global, y sus estimaciones “se han empleado, por ejemplo, en los recientes incendios de Australia”.

Doctora en Ciencias por la Universidad de Granada y actual investigadora postdoctoral en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), Isabel Caballero es la principal investigadora del proyecto Sen2Coast Desarrollo de algoritmos de batimetría y calidad de agua mediante los satélites de alta resolución espacial Sentinel-2A/B. Un trabajo que se centra en el uso de estos satélites de alta resolución para desarrollar herramientas que ayuden y den soporte a la gestión marina y costera en el litoral atlántico andaluz.

Su aportación, que se ha desarrollado en la Bahía de Cádiz y la desembocadura del Guadalquivir, ha sido una de las cinco seleccionadas a nivel europeo –entre las cien propuestas– para participar hoy en una mesa redonda organizada por la CE y la Agencia Espacial Europea en Bruselas: “Los otros proyectos seleccionados –comenta al respecto Isabel Caballero– se consideran paradigmáticos a nivel terrestre, que son las mediciones más habituales hechas con el Sentinel-2, o miden masas de bosque, o calidad del aire... Pero en este caso han destacado el tema de la aplicación costera, que es una novedad. El nivel 5 de este tipo de estudios llega a la máxima competencia: es decir, su aplicación en operaciones por todo el territorio. El nuestro, ahora mismo, está en niveles 2-3: en fase de pruebas, digamos, con dragados en el puerto de Conil y el estuario del Guadalquivir”. 

La propuesta es una de las cinco seleccionadas a nivel europeo entre 100 participantes

La transferencia al respecto –es decir, la aplicación práctica del conocimiento– es amplísima y a corto plazo. Por ello, a Caballero la acompaña a Bruselas el anterior responsable de Demarcación de Costas de Andalucía-Atlántico, Gregorio Gómez Pina. Los satélites Sentinel son, realmente, “unos centinelas del espacio –explica Isabel Caballero–. Tienen una precisión de diez metros: están revolucionando la manera de observar y estudiar las zonas costeras. Una precisión así, en zonas de estudio como esta, desde el estuario del Guadalquivir hasta Sevilla, abundante en lagunas costeras, era imposible e impensable. Ahora te adentras con gran precisión en todas esas regiones críticas, las más sensibles ante el aumento del nivel del mar”.

Los datos de cartografía de fondos marinos y batimetría obtenidos tienen traslación en labores de dragados, gestión ambiental, ingeniería y mantenimiento de infraestructuras, navegación, acuicultura... La inversión europea en este tipo de proyectos es millonaria, “así que quieren ver resultados que sean aplicables a nuevas metodologías en regiones muy diversas. Digamos que en el análisis hay una línea de pasado-presente, donde está más presente Demarcación, cuestiones como los dragados, turbidez... Y otra más referente a presente-futuro: cuestiones como la calidad del agua y análisis de fondo”.

En batimetría, las nuevas mediciones proporcionan datos de fondo de 0 a 30 metros, que pueden actualizarse cada tres o cuatro días: “Y estos son los datos esenciales para avanzar en la compresión del cambio climático, para todos los modelos de riesgo de inundación, de aumento de nivel del mar o erosión de playas”, apunta Caballero.

“Los actuales datos de alta precisión permiten, por ejemplo, ver cómo se forma la almadraba: extensión, emplazamiento exacto... Cosas que antes eran impensables”, indica la investigadora, que destaca también la alta calidad de los datos obtenidos por el centro del CSIC en Doñana.

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