El cangrejo azul: de invasor a invitado en la mesa de los gaditanos

La nueva orden del BOJA regula hasta 2027 la captura del 'Callinectes sapidusen' desde embarcación, buscando controlar la expansión de la especie en el estuario

Aunque invasor y agresivo, el cangrejo azul se ha convertido en un recurso gastronómico y comercial que comienza incluso a formar parte de la hostelería de la provincia

La Junta desarrolla un plan de pesca para el cangrejo azul en la zona de reserva del Guadalquivir

El cangrejo azul se trata de una especie invasora que amenaza el Golfo de Cádiz desde su aparición en 2017.
El cangrejo azul se trata de una especie invasora que amenaza el Golfo de Cádiz desde su aparición en 2017. / Julio González

Convertir en una oportunidad la amenaza es una destreza que los pescadores del estuario del Guadalquivir están poniendo en práctica con el cangrejo azul, esa temida especie invasora que llegó al Golfo de Cádiz hace casi una década y que, dada la dificultad para erradicarla, ahora se convierte en un recurso económico y gastronómico para la zona. Esta semana se ha dado un nuevo paso con la publicación de la orden en el Boletín Oficial (BOJA) por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, que regula hasta diciembre de 2027 la pesca del Callinectes sapidus, es decir, el cangrejo azul, en el Golfo de Cádiz. La medida entró en vigor el pasado jueves, fijando las normas tanto para el marisqueo —arte que ya estaba permitido para esta especie— como para la pesca desde embarcación.

De invasor a especie comercial, el cangrejo azul apareció en la costa gaditana en 2017, aunque su presencia en el Atlántico europeo se remonta a 1978. Desde que detectaron su peligrosa proliferación en el estuario del Guadalquivir, la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar ha insistido ante la administración para que se tomen medidas contra esta especie.

El marisqueo a pie ya estaba autorizado, utilizando cangrejeras y nasas holandesas. La novedad de la nueva orden es que los barcos de lista tercera, es decir, los comerciales, podrán pescar en distintas zonas de la reserva, incluso dentro del río, usando nasas tipo americana de plástico o metálicas. El marisco capturado desde embarcaciones solo podrá venderse en lonjas portuarias, mientras que el obtenido a pie podrá comercializarse tanto en lonjas como en establecimientos autorizados. “Es una gran noticia porque la idea es que se pongan todos los medios para que haya los menos cangrejos posibles”, celebra la Cofradía.

El rápido crecimiento de esta especie ha generado preocupación en el sector pesquero. José Carlos Macías, técnico de la Cofradía, advierte: “La clave es que la zona del estuario es una reserva de pesca y, si no la modificas ni permites pescar el cangrejo, se convierte en una ‘reserva del cangrejo', favoreciendo que se expanda a un ritmo endiablado”. Su dieta incluye moluscos bivalvos, crustáceos y peces, y se ha comprobado que es caníbal, devorando incluso ejemplares de su propia especie.

Los datos de la Cofradía muestran que, en 2024, se vendieron en la lonja 100 toneladas de cangrejo, y las previsiones para este año son similares. “Un mariscador puede traer 300 o 400 kilos al día porque hay muchísimo cangrejo”, explica Macías. El precio fluctúa según la época: hay meses en los que puede bajar por debajo de 2 €/kg, mientras que en verano y Navidad supera los 3 €/kg.

La presencia del cangrejo azul en las mesas gaditanas está en aumento. Según el sector, “hay mucho cangrejo”. Además, el producto destaca por su sabor, ya que “sabe a lo que come”, alimentándose de especies de calidad en el estuario. “Cuando el precio del langostino es muy alto, muchos optan por cangrejo en casa porque es una excelente alternativa”, asegura Macías. En la gastronomía local, cada vez más restaurantes incluyen cangrejo azul en sus cartas. “Dentro de lo malo, lo positivo es que se trata de otro recurso pesquero más que se está explotando”, destaca.

De esta forma, el sector celebra este avance en el control y aprovechamiento de los recursos de la costa gaditana. Lo que comenzó como una amenaza para la pesca se ha transformado en una oportunidad para mariscadores y pescadores que, en algunos casos, ya viven del cangrejo azul. “Todo lo que sirva para combatir a este cangrejo es una buena noticia”, concluyen desde la Cofradía de Sanlúcar.

Voraz y agresivo, pero sin ‘gusto’ por el langostino de Sanlúcar

Originario de Estados Unidos, el cangrejo azul se caracteriza por su gran capacidad de adaptación. Puede sobrevivir tanto en agua dulce como salada, resistir amplios rangos de temperatura y enfrentar condiciones adversas, incluidos contaminantes. Su comportamiento voraz y agresivo lo convierte en un competidor directo de las especies locales que habitan desde hace décadas en el Golfo de Cádiz, alimentándose de peces, moluscos y otros cangrejos, lo que ha generado desde su llegada una gran preocupación en los sectores pesquero y medioambiental.

Un estudio que salió a la luz el pasado año realizado por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) analizó más de 150 estómagos de cangrejo azul entre 2021 y 2022. Los resultados mostraron que su dieta principal incluye peces, moluscos y cangrejos, mientras que la presencia de langostino tigre —popularmente langostino de Sanlúcar— (Penaeus kerathurus) fue escasa y simbólica. Aun así, su actividad implica competencia por espacio y recursos, y se detectaron fragmentos de redes en algunos estómagos, evidenciando daños indirectos sobre la pesca. Los investigadores destacaron, entonces, que el cangrejo azul seguía siendo un depredador y competidor relevante para las diversas especies de interés comercial y ecológico en el Golfo de Cádiz, y más concretamente en el estuario del Guadalquivir.

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