El buque 'Juan Carlos I' de la Armada vuelve a flote tras su gran varada en Navantia Puerto Real: "Han sido meses de intenso trabajo"
El barco regresa a la mar el lunes con un nuevo sistema de propulsión y una importante modernización que "se traduce en una mayor fiabilidad de los sistemas y en una mejora sustancial de las condiciones de vida a bordo"
Así han sido los trabajos del buque 'Juan Carlos I' en Navantia Puerto Real
Las importantes obras en el buque insignia de la Armada, el Juan Carlos I, encaran ya su fase final. El buque anfibio- portaeronaves se podrán a flote este lunes,10 de noviembre, tras una varada de cuatro meses en Navantia Puerto Real a la que seguirán distintas pruebas programas hasta midad de diciembre. Más de 300 trabajadores y 35 empresas han trabajdo en este periodo de inmovilización que ha tenido al reemplazo de su sistema de propulsión como principal trabajo, aunque el programa de obras ha sido mucho más amplio. La Armada y Navantia han destacado "la magnitud y complejidad técnica del proyecto, una de las actuaciones más relevantes acometidas desde su entrega a la Armada en 2010" .
El reemplazo del sistema de propulsión -que el Consejo de Ministros aprobó por 30 millones de euros- permitirá ahora "optimizar su rendimiento y garantizar su operatividad durante los próximos años", han apuntado desde la Armada y Navantia. Los trabajos han incluido el desmontaje de los 'Pods existentes, la desinstalación de 48 equipos del sistema anterior y la instalación de 50 nuevos equipos asociados a la propulsión de nueva generación, han añadido explicando paso a paso cada una de las tareas desarrolladas en la factoria puertorrealeña. El proyecto ha requerido el tendido y conexionado de más de 35.000 metros de cableado, tanto de fuerza como de control, y el reconexionado de otros 31.000 metros existentes y reutilizables, para lograr la integración total del nuevo sistema.
Pero además, se ha desarrollado un amplio programa de trabajos de varada, entre los que se incluyen: tratamiento de superficie de la superestructura y el casco; revisión de hélices transversales, estabilizadores, anclas y cadenas; renovación de ánodos de casco, sistemas de protección catódica por corriente impresa (ICCP) y sistema anti-incrustante (MGPS en sus siglas en inglés); sustitución y revisión de más de 200 válvulas de fondo; limpieza y pintura de casi 80 tanques tanques y sentinas, entre otros. Destacan también el mantenimiento realizado en los grupos diésel generadores, obra que requiere un completo 'overhaul' de los mismos y que aporta la fiabilidad y disponibilidad futura para energizar los nuevos PODs.
El jefe de programa de Navantia, Joaquin Pery Bohorquez, ha resaltado “la magnitud de esta inmovilización, tanto en términos de empleo en la Bahía de Cádiz, como en el trabajo conjunto con la Armada para garantizar la plena operatividad del buque y la mejora de la habitabilidad para la tripulación”. “Han sido meses de intenso trabajo en los que Navantia se ha involucrado para entregar a tiempo y con la calidad que la Armada requiere”, ha añadido.
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El proceso de inmovilización, iniciado el 17 de julio con la entrada del buque en dique, entra en su última fase con la puesta a flote, prevista para este lunes 10 de noviembre. Tras la misma, se continuará con el resto de trabajos hasta su finalización y posterior periodo de pruebas de mar, programadas para la primera quincena de diciembre.
Jefe de máquinas del 'Juan Carlos I': "Una mayor fiabilidad de los sistemas y una mejora de las condiciones a bordo"
"La modernización efectuada en el buque se traduce en una mayor fiabilidad de los sistemas y en una mejora sustancial de las condiciones de vida a bordo", ha manifestado el jefe de Máquinas del buque, capitán de corbeta Héctor Arias Macías, que ha subrayado la relevancia técnica y humana de este proceso . Según explica, “en habitabilidad se notará una mejora en las zonas de esparcimiento, aseos y cocinas, que se han renovado por completo junto con las cámaras frigoríficas. Arias señala también “la empatía y profesionalidad con la que todo el personal y las empresas implicadas han afrontado el proyecto”, destacando la importancia y la coordinación y cooperación de los distintos equipos. “Ver al buque de nuevo a flote, tras cuatro meses en dique seco, listo para la siguiente misión, nos llena de orgullo e ilusión”, concluye.
Con esta intervención, el Juan Carlos I consolida su capacidad como buque insignia de la Armada y pieza clave en las operaciones de proyección del poder naval en el marco internacional. Con 231 metros de eslora y capacidad para operar tanto como portaaeronaves, buque de asalto anfibio y plataforma de mando, sigue siendo actualmente la mayor unidad construida para la Armada. "Su versatilidad, autonomía y capacidad logística lo convierten en un elemento esencial en la proyección del poder naval sobre tierra, en las misiones de gestión de crisis y en todo un símbolo de la capacidad industrial y tecnológica de España en el ámbito naval", destacan.
Operaciones del buque insignia de la Armada
Desde su entrega a la Armada en 2010, ha participado en despliegues internacionales y operaciones combinadas con marinas aliadas como las operaciones de la OTAN “Brilliant Jump”, “Mare Aperto”, “Dinamic Mariner” y “Flotex”, además de múltiples ejercicios conjuntos con otras marinas en el Mediterráneo y el Atlántico. Durante 2023 lideró el Grupo Anfibio y de Proyección de la Armada durante el despliegue “Dédalo 23”, junto a unidades de Infantería de Marina y aeronaves Harrier, demostrando su capacidad de mando y control en operaciones multinacionales.
En el 2024, también en el marco de “Dédalo 24”, participó en ejercicios de proyección de fuerza en el Mediterráneo Oriental y en el Báltico junto con varios países de la Alianza. Ese mismo año, el buque fue nuevamente movilizado con carácter de apoyo humanitario, trasladando ayuda y medios aéreos a la Comunidad Valenciana durante la emergencia provocada por la DANA. En 2025, el “Juan Carlos I” ha participado de nuevo en el Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo 25” durante un despliegue de alta visibilidad, participando en el ejercicio naval multinacional “UNITAS 25”, con la ejecución de operaciones anfibias complejas en la costa de Estados Unidos. Con 231 metros de eslora y capacidad para operar tanto como portaaeronaves, buque de asalto anfibio y plataforma de mando, sigue siendo actualmente la mayor unidad construida para la Armada. Su versatilidad, autonomía y capacidad logística lo convierten en un elemento esencial en la proyección del poder naval sobre tierra, en las misiones de gestión de crisis y en todo un símbolo de la capacidad industrial y tecnológica de España en el ámbito naval.
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