Se cumplen 50 años desde que se pusieron en servicio cuatro de los cinco tramos de la autopista que uniría las capitales de Sevilla y Cádiz, y que en un tiempo récord construyó la empresa Dragados y Construcciones. Una obra que ha sido fundamental para el desarrollo de la zona, enlazando con el puente ‘José León de Carranza’ de acceso a la ciudad de Cádiz, acortando considerablemente la distancia entre ambas provincias y ejerciendo además de enlace entre la capital de la provincia y los pueblos que integran la Serranía gaditana.

La construcción de la autopista era una vieja aspiración de las autoridades gaditanas de la época encabezadas por el alcalde de Cádiz, José León de Carranza. Se trataba de conectar la Bahía con Sevilla y Madrid, y favorecer el desarrollo de los astilleros de Puerto Real y el resto de la provincia. Para ello se contó con ayuda inestimable del subsecretario del Ministerio de Obras Públicas, Juan Antonio Ollero de la Rosa, Hijo Adoptivo de Cádiz y valedor de los intereses gaditanos en Madrid. 

La autopista de peaje Sevilla-Cádiz, aprobada por Decreto en un Consejo de Ministros celebrado el 4 de julio de 1969, contaba con un presupuesto de  6.000 millones de pesetas (capital netamente español).

Reproducción de un anuncio publicado en Diario de Cádiz hace 50 años de los precios del peaje.

En mayo de 1970 se iniciaban las obras de la que fue la vía más importante, larga y moderna de España. En apenas 18 meses, en noviembre de 1971, hace ahora 50 años, entraron en funcionamiento los primeros 70 kilómetros de autopista de peaje. Todo un récord.

La autopista constaba de cinco tramos: desde Dos Hermanas hasta el kilómetro 30; hasta el kilómetro 60; el tercero hasta el 65; el cuarto llegaba hasta El Torno, en el kilómetro 80, y el último unía el enlace en Puerto Real con la carretera Madrid-Cádiz y el puente Carranza. Para el movimiento de tierras se llevó a cabo un total de 5.500 metros cúbicos de desmonte, 7.000 de terraplén y 2.500 metros cúbicos de suelo seleccionado. 

Por su parte, los sistemas que se emplearon hace medio siglo  para la construcción fueron realmente modernos: 17 grupos electrógenos, 15 compresores, 30 tractores, 15 cargadores, 21 moto niveladoras, 14 moto traíllas, 53 camiones, dos plantas de hormigón, 13 retroexcavadoras, 33 compactadoras y otra maquinaria auxiliar y complementaria. Todas las vigas, cabeceras y pilotes fueron construidos en la fábrica de la empresa de prefabricados en Huelva y transportados por ferrocarril a dos estaciones clave: El Portal y Las Alcantarillas, desde donde en grandes trailers eran llevados a pie de obra. Para el montaje de estos pilotes se emplearon seis grúas de 100 toneladas de capacidad. En las oficinas de El Torno trabajaron 12 ingenieros, unos 40 mandos intermedios y más de 1.300 obreros, de ellos un 80 % especialistas, duplicando estas cifras con los operarios y técnicos de las oficinas en Las Cabezas de San Juan, aproximadamente 24 ingenieros y unos 2.500 operarios. 

También llevaba abundancia de zonas ajardinadas, no sólo en la mediana, sino también en los taludes. Para ello un ingeniero agrónomo trabajó en diversas pruebas adecuadas a cada terreno. Los laterales iban con setos de plantas uñas de león, y en la parte superior se colocaban unas alambradas para evitar el paso de animales. A su vez, el recorrido disponía de un moderno sistema de drenaje para canalizar las aguas de lluvia.

“He tenido ocasión de recorrer por gentileza del ingeniero jefe de la obra, encargado de los tramos cuarto y quinto, Francisco Ruiz de la Torre, la autopista. Consta de dos carriles en cada sentido, un ancho de calzada de siete metros y medio, un ancho de plataforma de 12 metros y una mediana que divide ambas direcciones dobles de cinco metros ajardinados. Se podrá alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora, ya que la pendiente máxima es de 2,5 %. No toda la calzada será igual. Una parte llevará losas de hormigón (color blanco) y los arcenes en negro, y en otros tramos llevarán aglomerado asfáltico (color negro) y los arcenes tratados con una materia blanquecina para el contraste. Ha correspondido a la dirección de Cádiz la construcción de 52 kilómetros de esta autopista y 39 a la de Sevilla. Ha sido necesaria la construcción de numerosos pasos altos y bajos que comunican distintas fincas y zonas y dejan vía libre a la circulación en la autopista”, recogía un redactor de  Diario de Cádiz hace medio siglo. 

El 5 de noviembre de 1971, a las seis de la tarde, quedaron en servicio para el público 70 kilómetros de la autopista Sevilla-Cádiz. Asistieron a dicha recepción, por parte del Ministerio de Obras Públicas, el subdirector general de Carreteras, Modesto Vigueras, así como otros altos jefes del Ministerio, el delegado de Autopistas del Gobierno, Rafael Gómez, y miembros del consejo de administración de Bética de Autopistas S.A. 

La totalidad de la obra quedó finalizada en marzo de 1973 y la autopista fue de pago hasta el 1 de enero de 2020, cuando quedó liberada.