"Mira allí, que se va papá, saluda". El pequeño le hace caso a su madre que levanta también emocionada sus manos. Tras un rato bajo un sol caluroso en unos de los muelles de Rota, llega el momento de la despedida y no son pocas las lágrimas entre muchos de los familiares de los más de 200 militares que parten ya en la fragata Victoria para incorporarse a la misión Atalanta, frente a las costas de Somalia, hasta febrero.

"Fatal, imagínate, así lo llevo", dice una madre de Chiclana. Su hijo se va para su primer despliegue "y todo es nuevo para mí". Otra chica hace el gesto de fuerza con sus brazos dirigiéndose a un marino. "Vamos", grita desde tierra mientras desde la mar la Armada prepara otro momento especial de este hasta luego: las fragatas Reina Sofía, Santa María y Numancia, que regresaban a la Base una vez finalizados los ejercicios Marfibex en que han intervenido esta semana, acompañaban a la Victoria en la Bahía de Cádiz rumbo al Estrecho.

Saludo de un pequeño en el muelle.

La Victoria no es novata en esto. Será su quinta vez en una operación que también es veterana, pero que no por eso dejar de ser "importante" para la Armada y España. Así lo dijo el Almirante Comandante del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad, José María Núñez Torrente, que fue el encargado de las palabras oficiales del adiós. "Lo que pasa en el Índico tiene un visión mundial", apuntó ante la dotación para animarlos para afrontar una misión "que muchos conocéis bien".

Nuñez Torrente les pidió varias cosas, entre ellas mantener "compañerismo a bordo", "ser un equipo cohesionado en el que cada un es esencial". "Siendo un bloque los resultados serán excelentes", dijo.  También les señaló la necesidad de "velar por la seguridad de todas las actividades que hagáis, tanto en puerto como en mar, evaluando los riesgos". "Tan lejos hacéis una labor generosa por vuestra pate y vuestras familias", manifestó, incidiendo en el apoyo a ellos y a los suyos y deseando un buen despliegue.

Los militares de la fragata poco antes de partir.

Un total de 218 efectivos conforman la dotación de la fragata para la operación, que cuenta además con un helicóptero de la 3ª Escuadrilla de Aeronaves, personal de Infantería de Marina y aeronaves Scan Eagle de la Undécima Escuadrilla. Al mando de buque, que ha pasado la calificación operativa y de alistamiento durante el verano, está el capitán de fragata Rafael Mira.

A partir del 15 de octubre, fecha de relevo de la fragata Navarra, ejercerá las funciones de buque de mando de EUNAVFOR, embarcando un Estado Mayor multinacional encabezado por el contraalmirante Alejandro Cuerda Lorenzo.

La operación Atalanta, de la UE, sigue con sus cometidos: contribuir al mantenimiento y mejora de la seguridad marítima en la zona actuando para terminar con los actos de piratería en las costas del Cuerno de África así como garantizar la seguridad de los buques que participan en el Programa Mundial de Alimentos (WFP de sus siglas en inglés), la protección de cualquier otro tráfico vulnerable y la supervisión de las actividades pesqueras frente a la costa de Somalia.