Las afectadas por la supuesta estafa de las chuches se manifiestan

Una tensa concentración tuvo como escenarios los barrios portuenses de El Juncal y Los Frailes, donde reside la vendedora

La protesta comenzó en la barriada portuense de El Juncal, con afectadas de toda la provincia.
La protesta comenzó en la barriada portuense de El Juncal, con afectadas de toda la provincia. / Andrés Mora
Nazaret Doello

El puerto, 17 de mayo 2017 - 08:52

Las afectadas por la presunta estafadora de chucherías llevaron a cabo ayer una concentración para denunciar la situación que han vivido durante algunos de sus eventos más especiales como bautizos, comuniones o bodas.

Como ha estado informando este Diario durante las semanas anteriores, las afectadas por esta supuesta estafa han denunciado el incumplimiento del servicio de una mesa decorativa de chucherías que nunca llegó a realizarse, pese a haberse pagado.

Tras una denuncia colectiva en Comisaría puesta por medio centenar de personas, y a la que cada día se adhieren más víctimas, las afectadas decidieron llevar a cabo una concentración en el barrio de la encargada de la página de Facebook.

Esta concentración fue promovida por la página 'Afectadas por estafa. Mesas dulces' de esta misma red social. En realidad se produjeron dos concentraciones, la primera en la barriada portuense de El Juncal, donde tiene su vivienda la vendedora, pero finalmente las afectadas, procedentes de toda la provincia, se desplazaron hasta el barrio de Los Frailes, donde se vivieron momentos de tensión.

Se iniciaba así una concentración pacífica bajo los lemas "No más estafas" y "Con los niños no se juega". Alrededor de veinte afectadas reclamaban su dinero en la esquina de la calle Asunción, cerca de la vivienda de la familia de la supuesta estafadora.

El ambiente se empezó a caldear debido a la aparición de la madre de la vendedora, quien salió en defensa de su hija, enfrentándose con las afectadas y afirmando que "mi hija no es una ladrona". Cuando acudió la presunta estafadora, la tensión fue tan fuerte que tuvieron que acudir dos coches policiales para intentar reconducir la situación. Pese a que los policías advirtieron que protestas así no llegaban a nada, las afectadas continuaron defendiendo su postura.

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