¿Qué es el Virus del Nilo que llega ahora a Cádiz?
El Virus del Nilo
La mayoría de las infecciones en los seres humanos (aproximadamente el 80%) son asintomáticas y menos del 1% de los infectados enferman gravemente
El West Nile es un virus transmitido por mosquitos y no se producen contagios entre personas
La mejor forma de prevenir la enfermedad es evitar la picadura del mosquito
Puerto Real/Cuando estábamos aprendiendo a convivir con el coronavirus y tomando el pulso a un completo desconocido, la provincia de Cádiz debe ahora prestar atención a otro: el virus de la fiebre del Nilo, que ya ha afectado a cuatro personas en la provincia. Afortunadamente, en este caso, no se emprende una lucha contra algo nuevo y ya existen protocolos de actuación en los pacientes afectados y de prevención, que pasa, principalmente, por evitar la picadura del mosquito.
¿QUÉ ES EL VIRUS DE LA FIEBRE DEL NILO (WEST NILE)?
Según el ‘Protocolo de Vigilancia y Alerta de Fiebre del Nilo Occidental’, la fiebre por el virus West Nile (traducido en ocasiones como Virus del Nilo Occidental, VNO) es una enfermedad infecciosa transmitida por picadura de mosquitos. Este virus fue aislado por primera vez en 1937 en el distrito West Nile de Uganda, y entre los años 50 y 80, fue aislado de mosquitos, aves y mamíferos en distintos países de Europa, África, Australia e India, produciendo casos sintomáticos en humanos de forma esporádica.
Sin embargo, en los últimos años, ha surgido en forma de brotes y epidemias con una importante proporción de casos graves en regiones templadas de Europa y América del Norte, convirtiéndose en una amenaza de salud pública, humana y animal.
¿CÓMO AFECTA A LOS HUMANOS?
La mayoría de las infecciones en los seres humanos (aproximadamente el 80%) son asintomáticas. Menos del 1% de los casos infectados enferman gravemente con afectación neurológica (meningitis/encefalitis/parálisis fláccida).
La encefalitis es más frecuente que la meningitis. La parálisis fláccida se ha identificado como una presentación clínica relativamente frecuente en personas jóvenes sanas. Puede haber también afectación digestiva. Se han descrito también, aunque con poca frecuencia, miocarditis, pancreatitis y hepatitis fulminante. Estas complicaciones pueden ser mortales (aproximadamente en un 10% de las formas neurológicas) y son más frecuentes en los mayores de 50 años de edad y en las personas que han recibido un transplante de órgano. No hay vacunas para uso en humanos ni medicamentos antivirales específicos. El tratamiento es sintomático y de apoyo.
¿CÓMO SE TRANSMITE?
El West Nile es un virus transmitido por mosquitos perteneciente al género Flavivirus, familia Flaviviridae. En las personas, la vía de transmisión más frecuente es la picadura de un mosquito infectado, aunque se han descrito otros mecanismos de transmisión: por transfusión o trasplante, vía transplacentaria y por exposición accidental. Su periodo de incubación se sitúa entre los 2 y 14 días.
Aunque la mayor parte de los mosquitos se desplazan diariamente desde los focos de cría hasta las zonas habitadas para volver de nuevo a las zonas húmedas, una parte de éstos utilizan setos, árboles y praderas para su estancia diurna. Esta población de mosquitos que permanecen en nuestras zonas verdes, a pesar de encontrarse en una proporción mucho menor con respecto a los que van y vienen en el mismo día desde las zonas húmedas, supone un riesgo de picadura más alto. Después del acoplamiento, las hembras precisan de proteínas de sangre para completar el desarrollo de huevos. Todos los mosquitos que nos afligen con sus picaduras, son hembras.
Cabe reseñar que estos mosquitos no están considerados como parásitos permanentes, sino solo temporales. Permanecen en el huésped (principalmente aves) sólo el escaso tiempo que necesitan para consumir comida, en ese momento ellos vuela lejos y viven libremente. Los mosquitos pican cada 3 o 4 días, si el insecto no es molestado la cogida puede durar hasta 90 segundos, durante los cuales el insecto puede ingerir una cantidad mayor a una vez y media su peso. Se han identificado hasta 40 especies de mosquitos capaces de actuar como vectores, principalmente del género Culex.
LUCHAR CONTRA EL MOSQUITO, LA MEJOR VACUNA
Para la lucha y prevención de esta enfermedad, la principal recomendación es enfocar las medidas a erradicar o disminuir en lo posible la presencia del mosquito, así como impedir que accedan a las personas. Por tanto se aconseja el uso de repelentes de mosquitos, colocar mosquiteras o tener las ventanas cerradas, mantener una correcta higiene personal evitando perfumes de fuerte olor y evitar pasear por zonas de acumulación de mosquitos al amanecer y al atardecer.
También hay recomendaciones para los propietarios y cuidadores de caballos, a quienes se les aconseja estabular a los animales en las horas de mayor actividad de los mosquitos (amaneces y el atardecer), colocar en las cuadras cortinas antimosquitos y mosquiteras en las ventanas, realizar un plan de vacunación a los animales y controlar la presencia de síntomas compatibles con este virus. En concreto, los síntomas en los animales son: cambios de conducta, hiperestesia, contracturas musculares, caídas o movimientos circulares pudiendo llegar a contracciones e incapacidad para levantarse.
¿CÓMO HA LLEGADO A CÁDIZ?
En España, en el mes de septiembre de 2010, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino notificó la detección del virus en varias explotaciones de équidos de Cádiz, Sevilla y Málaga. Posteriormente, a partir de la vigilancia activa humana, implementada tras la identificación de los focos en caballos, se detectaron dos casos humanos de meningoencefalitis por el Virus del Nilo Occidental (VNO) asociados a este brote, en residentes en las zonas afectadas de Cádiz.
En los años posteriores se detectó actividad del virus en equinos en distintas provincias: 2011 (Cádiz), 2012 (Cádiz), 2013 (Huelva y Sevilla), 2014 (Cádiz, Huelva y Sevilla), 2015 (Cádiz, Huelva y Sevilla) y 2016 (Cádiz, Huelva, Sevilla y Cordoba). En 2016 se detectaron tres casos humanos en la provincia de Sevilla, distrito Aljarafe. Estos brotes en équidos y humanos han puesto de manifiesto la circulación del virus en España a partir de 2010. Con anterioridad sólo se había detectado un caso humano de forma retrospectiva en el año 2004, aunque había evidencias de su circulación mantenida en aves. Ahora, en la provincia de Sevilla se han contabilizado 24 personas afectadas, que se suman a las cuatro de Cádiz. Por otro lado, en el conjunto de Andalucía, se han registrado en lo que va de año 70 caballos infectados repartidos por las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz.
Así, los focos mantenidos a lo largo de varios años apuntan a que podría existir una circulación del VNO establecida, mantenida en un ciclo enzóotico entre las aves como hospedadores y los mosquitos como vectores con afección esporádica de equinos y humanos.
En las distintas temporadas, la mayoría de los focos en caballos se han detectado entre agosto y noviembre, aunque en el año 2010 se detectó un foco en diciembre y en 2012 un foco en enero, lo que pone de manifiesto que el aumento de temperaturas durante los meses de invierno pueden dar lugar a una extensión en el periodo de transmisión.
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