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Paridad euro-dólar: ¿Realidad o ficción?

  • El Colegio de Economistas de Cádiz comparte la opinión de los expertos de que ambas monedas valdrán lo mismo a finales de este año, con las consecuencias que acarreará

Mucho se ha venido hablando, y escribiendo, en estos últimos meses sobre la paridad euro-dólar (o mismo valor de cambio), en medio de la incertidumbre que azota a las bolsas de medio mundo. Con el euro por encima 1,10 dólares, cabría pensar que la paridad de nuestra moneda con el billete verde puede ser una ficción. Sin embargo, muchos analistas de divisas mantienen intactas sus previsiones en lo que al euro-dólar se refiere. Estiman que un euro equivaldrá a un dólar a finales de este mismo año, y esperan la moneda única caerá por debajo de la paridad en los próximos 12 meses.

Los especialistas en divisas consideran que la Reserva Federal Norteamericana (FED) se desmarcará del resto de los Bancos Centrales en sus políticas restrictivas de tipos y comenzará con la subida de los mismos antes de que finalice el año, a lo que se unen los efectos de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE); lo que conllevará una apreciación del dólar y una depreciación del euro.

Desde 2011 se ha acumulado un elevado volumen de ahorro, como consecuencia del intenso proceso de ajuste que todos los sectores están haciendo para reducir los altos niveles de endeudamiento. Además, se prevé que la situación de acumulación de ahorro va a persistir en los próximos años por diversos motivos; tales como el envejecimiento de la población europea, los altos niveles de desempleo en algunos países, el alto porcentaje de ahorro empresarial que se dedica a reducir la deuda, la baja probabilidad de ver fuertes políticas fiscales expansivas y el bajo crecimiento del crédito. En consecuencia los analistas consideran que la mayor parte del ahorro acumulado en Europa se invertirá principalmente fuera, y que Europa, que es hoy deudor neto internacional, se convertirá con este proceso en un acreedor neto mundial. Por ello, consecuencia, prevén, una mayor caída del euro y la existencia de rentabilidades cercanas a cero en Europa durante un prolongado periodo de tiempo.

En previsión del nuevo contexto monetario internacional, el mercado de divisas ya ha reaccionado, y en los próximos meses el movimiento se podría mantener hasta llegar incluso a la paridad entre el euro y el dólar. Así lo estima Citibank, que cree que el cambio se igualará en el primer trimestre del año que viene, o Bank of America, que considera que la paridad se podría producir este año si la FED inicia el proceso de subida de tipos este último trimestre.

Otras firmas, en cambio, consideran que en ningún momento ambas monedas llegarán a tener el mismo valor aunque se quedarán muy próximas. Es el caso de Rabobank o Intesa San Paolo, que apuntan a los 1,05 y 1,1 dólares por cada euro, respectivamente.

Menos previsible, ha sido el movimiento que el euro ha registrado en las últimas semanas, en su apreciándose frente al dólar, que se explica por dos motivos: uno la resolución favorable de la crisis griega; y otro, que muchos inversores habían aprovechado las caídas previas del euro para tomar prestado en esta moneda e invertir en otra más fuerte y ahora, ante la inestabilidad, han cerrado sus posiciones impulsando así a la divisa europea.

En los últimos años, diversos sectores de opinión europeos han demandado insistentemente la depreciación de euro, al constatar que la moneda única se mantenía artificiosamente sobrevalorada a pesar débil crecimiento económico. Por una parte, la decisión del BCE de bajar el tipo de interés y de compra masiva de activos, y por otra, de la FED cerrando su programa de adquisición de bonos y anuncio de subida del tipo de interés, han motivado el acercamiento a la paridad a favor del dólar.

La consecuencia más obvia de la depreciación de la moneda europea es el impulso a las exportaciones de mercancías, que se abaratan frente al dólar. Además, la contrapartida, importaciones más caras y más inflación, cuando el riesgo es entrar en deflación, es en este caso también positiva.

La depreciación monetaria tiene como consecuencias positivas, entre otras, el aumento de las exportaciones, que se abaratan en los mercados internacionales; también favorecen las inversiones de capital extranjero. Mientras que entre sus efectos negativos se encuentra la inflación o subida general de precios.

Un reciente informe de la Comisión Europea concluye que Italia y Francia, dos grandes economías con problemas, las que más se beneficiarían de una depreciación sostenida del euro.

Así pues, parecen existir razones fundadas para concluir que la paridad euro-dólar se acerca a ser más una realidad que una ficción. Al respecto la pregunta subsiguiente es ¿Cuándo se llegará a concretar?

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