El PP tuvo que esperar a que el escrutinio del 23-J en la provincia de Cádiz superara el 70% para hacerse con su cuarto diputado nacional por esta circunscripción arrebatándoselo al PSOE. Pero cuando lo logró ya no lo soltó e incluso fue ampliando la brecha con el resto de formaciones que anhelaban ese último escaño que estaba en liza.

El reparto, a través de la llamada Ley D’Hondt, de los nueve representantes que seguirá teniendo Cádiz en el Congreso daba con holgura tres escaños al PP, otros tres al PSOE, uno a Vox y otro a Sumar. Quedaba uno por adjudicar que el escrutinio se lo empezó dando al PSOE para luego variar y determinar que el elegido tenía que ser el cuarto de la lista del PP, esto es, Miguel Ángel Sastre.

Al final al PSOE le faltaron 10.425 votos, esto es, ganarle al PP en el escrutinio final de la provincia, para llevar al Congreso a la alcaldesa de El Gastor, Isabel Moreno. O bien que 5.213 gaditanos que votaron al PP lo hubieran hecho por el Partido Socialista.

De esta manera el cuarto puesto de la lista del PSOE fue el primero en quedarse fuera del reparto de escaños, seguido por el segundo de Vox, el abogado isleño Carlos Zambrano, al que le faltaron 14.123 votos para continuar con un puesto en la Cámara Baja.

En lo concerniente a Sumar, en ningún momento vio en peligro el escaño de Esther Gil de Reboleño, a la que al final le sobraron incluso más de 26.250 votos. Una hipotética alianza entre Sumar y Adelante tampoco le habría dado el segundo diputado a esta coalición, ni habría permitido adelantar a Vox como tercera fuerza.