La plantilla de Navantia Puerto Real se ha concentrado este viernes para exigir protestar contra el retraso que acumula aj juicio del comité de empresa el proyecto del nuevo Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), y ha anunciado nuevas acciones para las próximas dos semanas.

La puesta en marcha del BAM-IS permitirá al astillero de Puerto Real retomar la construcción de barcos dos años después de la entrega del último buque finalizado en su dique seco, el cuarto petrolero para el armador Ibaizábal. "Estamos realizando movilizaciones como actos de protesta por los retrasos en la firma de la Orden de Ejecución del BAM IS. Este hito es imprescindible para avanzar y comenzar las obras del buque", ha señalado la presidenta del comité, Marga Forné, que ha insistido en que la falta de "un proyecto en vigor provoca la indeseable situación actual". 

"En octubre nos quedamos absolutamente a cero en el Astillero y provocará que el grueso de la industria Auxiliar, que aún queda en la Factoría, tenga que ir a la calle", ha explicado Forné en un comunicado, que ha avanzado se han aprobado en asamblea "acciones para las próximas dos semanas".

"Seguiremos exigiendo el cumplimiento del Plan Industrial y las cargas de trabajo comprometidas que den empleo a las personas trabajadoras de las Industrias Auxiliares de la provincia de Cádiz", ha subrayado la presidenta del comité de empresa.

El presupuesto del buque asciende a 200 millones de euros, de los que 167 corresponden a los trabajos de Navantia, y el resto a la compra de equipos de exploración submarina y revisiones, según recoge el plan estratégico. Para la Bahía de Cádiz supone una carga de trabajo de 1,3 millones de horas durante tres años y medio. En este periodo se generarían 1.115 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos. De ellos, casi 160 serían empleados directos de Navantia, otros 290 de la industria auxiliar y 665 puestos de trabajo generados por suministradores. 

El nuevo responsable del astillero Bahía de Cádiz, José Antonio Rodríguez Poch, avanzó el pasado mes de marzo que la puesta de quilla del BAM-IS se produciría en el primer cuatrimestre de 2022. Pero la falta de noticias sobre la firma de la orden de ejecución inquieta a la plantilla, pese a que el proyecto cuenta con una partida de 53,4 millones de euros a cargo de los Presupuestos Generales del Estado de 2021. 

El futuro BAM-IS deberá dar servicio a la nueva familia de submarinos S-80, que Navantia fabrica en el astillero de Cartagena y cuyo desarrollo acumula un notable retraso, aunque ya se ha puesto a flote al primer ejemplar. El BAM-IS sustituirá al Neptuno, un barco construido en 1975 y que se encuentra al final de su vida útil, en la función de operar como buque de salvamento y apoyo en las operaciones de rescate de submarinos.