La operación Fida desplegada anteayer, martes, en término de Puerto Real y Chiclana, en la que se ha desarticulado otra banda más especializada en el robo de cobre, ha coincidido en el tiempo con una jornada de control de establecimientos dedicados a la compra-venta de chatarra a nivel nacional, coordinado desde la Secretaría de Estado para la Seguridad, en la que han participado unidades de toda España.

En el caso de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, los agentes han inmovilizado más de 130.000 kilos de cable de cobre, que se encuentra a la espera de que los propietarios puedan acreditar su legal procedencia.

Asimismo, se han formulado 55 denuncias contra el medio ambiente e identificado a 240 personas en la provincia relacionadas con esta actividad.

Para llevar a cabo estos controles durante la jornada del pasado martes, los guardias civiles contaron con el apoyo de dos agentes de la Dirección de Protección Civil y Seguridad de la empresa Adif, con objeto de que pudieran identificar el material inmovilizado en caso de que perteneciera a las instalaciones ferroviarias que gestionan.

Según han informado desde la Comandancia, el personal de Adif, además de lamentar los perjuicios económicos y sociales que ocasionan este tipo de robos (con no pocos trenes que han tenido que parar, al no poder circular por el saqueo d los cables), han alertado del enorme peligro que estas sustracciones entrañan para la vida de los autores, puesto que el material que manipulan soporta corrientes de alta tensión de miles de voltios.