Una patera con 18 migrantes a bordo llegó en la mañana de este lunes a una cala de Roche. Finalmente, aunque muy cansados, todos los subsaharianos están en buen estado físico, si bien alguno lo pasó francamente mal para poder alcanzar la orilla puesto que no sabían nadar. 

El patrón de la embarcación, una lancha neumática, al detectar la presencia de agentes de la Guardia Civil, fue lanzándolos al agua para evitar ser detenido por los agentes, lo que provocó momentos de mucha tensión porque algunas de estas personas no sabían nadar y la fuerte corriente amenazaba con llevárselos. Eso, y el cansancio acumulado tras el viaje, puso en riesgo sus vidas, pero no hubo que lamentar pérdidas humanas.

Al llegar a la playa la Guardia Civil se hizo cargo de ellos y los atendió debidamente. Hay que tener en cuenta que desde el pasado terremoto en Marruecos el flujo migratorio ha aumentado considerablemente. Además, el otoño es, tradicionalmente, la estación en que más pateras llegan a las costas de Cádiz. A otras provincias, como Almería, también están arribando numerosas embarcaciones cargadas por migrantes que buscan dar un salto a Europa desde las costas norteafricanas.