Era un día de celebración en la antigua Bazán en San Fernando y se notaba en la cantidad de vehículos y personas a pie que entraban en las instalaciones de la factoría de La Carraca. Nadie quería perderse la botadura del buque Audaz, que se producía después de seis años de la última ceremonia de estas características con otro Buque de Acción Marítima (BAM), el Tornado. Los presentes eran distribuidos en distintas gradas instaladas para la ocasión o en uno de los laterales del buque (a cierta distancia evidentemente) para que disfrutaran del momento.

Despejada la amenaza de un posible boicot del acto ante la preocupación de la plantilla por el futuro de la factoría, los trabajadores -también de la industria auxiliar- asistieron a la cita para participar de la jornada festiva. No es para menos después del trabajo de diseño y construcción que han desarrollado con este barco. También estaban algunos de sus familiares, que no quisieron perderse la botadura.

Junto a los responsables de distintos niveles de Navantia (el director de los centros de la Bahía o la directora de Recursos Humanos de la compañía) o la presidenta de la SEPI), muchas fueron las autoridades civiles y militares que se mostraron expectantes. Estaba el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, el consejero de Economía y Conocimiento, el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, representantes de la Diputación, de otros municipios y de la propia Corporación Municipal de San Fernando. La alcaldesa de La Isla, Patricia Cavada, acompañaba a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, cuando hizo entrada en la grada y dio con ello comienzo el evento. El encuentro entre ambas políticas había servido a la regidora isleña para conocer de boca de Cospedal "el firme compromiso de que va a haber estabilidad en los astilleros, carga de trabajo y también presupuesto para esos encargos". "Confío en que sea verdad por la importancia que tiene para la actividad de una ciudad como San Fernando", comentó.