Hay veces en que la búsqueda de una vida mejor abre la puerta del infierno, de ese mundo violento y humillante en el que se convierte la prostitución, habitualmente impuesta por las mafias que explotan sexualmente a mujeres a las que han prometido la luna en forma de trabajo estable y honesto en España y que luego sufren todo tipo de torturas, amenazas y vejaciones por parte de sus captores.

Manuel Bouzas, comisario provincial, anunció nada más tomar posesión de su cargo que tenía especial sensibilidad por una problemática que le preocupaba extremadamente y que pondría todos los medios a su alcance para luchar contra estas mafias que se alimentan de la miseria humana. Porque la trata de seres humanos es un fenómeno que traspasa las fronteras españolas, pero sin duda la provincia de Cádiz, con el Campo de Gibraltar a la cabeza, es una zona estratégica, puerta de entrada entre África y Europa. En las embarcaciones que tratan de cruzar el Estrecho, las organizaciones dedicadas a estas prácticas embarcan a mujeres, normalmente de origen subsahariano, con la intención de que, una vez consigan alcanzar nuestras costas, ejerzan la prostitución controladas por algún miembro de la organización hasta que consiguen pagar la astronómica deuda que adquieren por el viaje.

Hasta Cádiz también llegan mujeres que son explotadas sexualmente en los clubes de alterne que se distribuyen a lo largo de la provincia, y que en muchas ocasiones son trasladadas por las organizaciones desde otros rincones de España donde ya han sido prostituidas en distintos clubes. Estas organizaciones utilizan las amenazas, coacciones, delitos contra la libertad sexual, delitos contra la vida o cualquier otra actividad delictiva con el objetivo de disuadir a sus víctimas de denunciar los hechos a la Policía o desvincularse de la organización.

En este año 2013 se han llevado a cabo dos operaciones policiales de relevancia que han salpicado a la provincia gaditana. En febrero de 2013 tuvo lugar la Operación Adán-Plata, en la que se desarticuló una organización compuesta principalmente por ciudadanos españoles que se dedicaban a la explotación sexual de mujeres extranjeras en clubes de alterne distribuidos por toda Andalucía. A su vez, se descubrió el extenso entramado de sociedades mercantiles que esta organización criminal utilizaba para blanquear los beneficios económicos generados por el lucro de la explotación sexual. Se desarrolló un dispositivo policial a nivel nacional para dar cumplimiento a los numerosos Mandamientos de Entrada y Registro en diez domicilios particulares, uno de ellos en la zona de Sotogrande, y seis clubes de alterne, que fueron clausurados,  todos ellos ubicados en las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva  y Córdoba. Entre otros se procedió a la clausura del club de alterne Platinium, situado en Los Barrios.

En esta operación participó la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, además de las Unidades contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de Sevilla, y Algeciras entre otras.

Meses más tarde, en junio, se desarrolló la operación Edén-Infierno, que desarticuló una organización delictiva integrada por búlgaros, albaneses y españoles, dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, concretamente a la explotación sexual de ciudadanas búlgaras. 

En esta operación, en la que participó la UCRIF de la Comisaría de Algeciras, se dio fin a la actividad de esta organización, con la detención de la totalidad de sus integrantes, y se desentrañó todo el entramado financiero por el que la organización se lucraba, a través del  fraude y el blanqueo de capitales.

Esta organización controlaba la prostitución de Puerto Banús, y su actividad se extendía hasta localidades del Campo de Gibraltar. En el operativo se identificaron a 21 víctimas de trata de seres humanos, que ejercían la prostitución, y a las que se ofreció los medios asistenciales con los que el Cuerpo Nacional de Policía trabaja habitualmente.

EL PERFIL

En el caso concreto de España, los informes de Naciones Unidas consideran que es lugar de destino para la explotación sexual de mujeres procedentes sobre todo de Colombia, República Dominicana, Rusia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Brasil, Croacia, República Checa, Hungría, Marruecos y Polonia.

Por lo que respecta a la provincia gaditana se ha apreciado un notable descenso en la llegada de mujeres procedentes de Marruecos, manteniéndose una gran presencia sobre todo de mujeres de países del Este, Rumanía, Bulgaria, Ucrania y Rusia, y en menor medida de naciones del África subsahariana y países sudamericanos. 

Las víctimas suelen ser chicas jóvenes, caracterizadas por carecer de recursos económicos al no tener empleo, bajos niveles educativos y dificultades para poder emigrar de forma regular. En muchas ocasiones, las mafias utilizan para su captación diferentes procedimientos engañosos, tales como la inserción en los medios de comunicación locales de anuncios con ofertas de empleo falsas (normalmente para trabajar en el sector hostelero o doméstico), o a través de agencias de viajes, matrimoniales o de modelos que trabajan para la organización. En otros casos, la captación se realiza directamente por otras mujeres que ya han ejercido la prostitución en España y que perciben comisiones de la organización. 

EL VIAJE

La Policía Nacional puntualiza que la trata de seres humanos es el resultado de la simple ecuación de la oferta y la demanda gestionada por delincuentes cada vez más organizados en redes internacionales. Estas redes se benefician de los factores económicos y sociales que empujan a las víctimas potenciales a buscar una vida mejor, y que les lleva a ser captadas en los países de origen por los tratantes, que las engañan y coaccionan para ser explotadas. La configuración de la explotación sexual requiere, en muchas ocasiones, de una estructura organizativa para la captación, transporte y mantenimiento de las mujeres que ejercen la prostitución, y especialmente de las extranjeras. Como consecuencia, la explotación sexual es una actividad especialmente atractiva para los que se conocen como grupos criminales organizados, que generalmente están muy interesados en controlar directa o indirectamente a las mujeres que ejercen la prostitución.

A grandes rasgos, el modus operandi por el que las víctimas de trata llegan a nuestro país puede resumirse en tres fases consecutivas: captación, traslado y explotación, que se desarrollan en los países de origen, tránsito y destino de las víctimas. 

En primer lugar, normalmente la organización facilita a las mujeres captadas la financiación del viaje y los documentos necesarios para entrar en España, tales como pasaportes, visados Schengen (permisos de estancia de 90 días de duración), cartas de invitación... contrayendo la víctima una deuda que se convierte posteriormente en la coartada para la explotación, al ser incrementada  arbitrariamente y complicarse enormemente su devolución.

Las redes de tratantes utilizan todos los medios de transporte: carretera, tren, barco, avión, incluso a pie; y consiguen que las víctimas crucen las fronteras tanto de forma clandestina como legalmente. Las rutas de acceso, y los modus operandi con ellas, pueden variar según sean de carácter interno, regional o intercontinental, y también dependen de la evolución de los puntos de demanda y otros factores como el idioma común o los lazos históricos (como es el caso de las víctimas iberoamericanas). 

LA LUCHA

La trata de seres humanos con fines de explotación sexual se ha convertido actualmente en uno de los fenómenos criminales sobre los que el Cuerpo Nacional de Policía se ha propuesto dedicar un mayor esfuerzo, desarrollando planes específicos preventivos y operativos para erradicarla. 

En este marco surgió en el año 2012 el Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Sexual. Fuentes policiales explicaron esta misma semana a este diario que sus objetivos específicos son el fortalecimiento en la investigación de redes organizadas dedicadas a este tipo de delitos y aumentar la protección y asistencia a las víctimas.

Entre otros objetivos, con este Plan se pretende reforzar la prevención para la reducción de la demanda de este tipo de actividad, promoviendo y realizando programas de prevención, colaboración y sensibilización dirigidos al conjunto de la sociedad que ya han comenzado a verse en prensa y televisión. 

También se pretende potenciar la detección e identificación de posibles víctimas de las mafias de trata, para conseguir su protección y asistencia; todo ello dirigido no sólo a víctimas de explotación sexual nacionales sino también de otros países. A ellas se les brinda una protección que comienza con la posibilidad de regularizar su situación en España por el mero hecho de ser víctima, y la oferta de una infraestructura legal, social e incluso económica que le permita desvincularse de la organización que la explota.  

Por otro lado, desde la Policía se aseguraba esta semana que se quiere perseguir de una forma más activa a los integrantes de estas bandas criminales, intensificando las investigaciones desde cada uno de los distintos tipos penales que integran la explotación sexual de personas, “así como consolidar la cooperación y colaboración de todas las Instituciones implicadas, a nivel nacional e internacional”.

Dentro del ámbito del Cuerpo Nacional de Policía, son las Unidades contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental las que llevan a cabo la investigación de las organizaciones dedicadas a este tipo de hechos delictivos. Concretamente en la Provincia de Cádiz, contamos con dos Unidades, que tienen su ámbito territorial de actuación en el Campo de Gibraltar: Una de ellas la de la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Algeciras, y la segunda en la Comisaría de La Línea de La Concepción.