Provincia de Cádiz

Cádiz ha perdido ya un 60% de sus grandes empresas

  • Más de 130 firmas con más de cien empleados dejaron su actividad en los últimos seis años El 80% de las empresas de la provincia no tiene más de dos asalariados

El último Directorio Central de Empresas que elabora anualmente el Insituto Nacional de Estadística arroja una nueva sangría de la actividad económica en la provincia, en caída libre desde el inicio de la crisis en el año 2008. En el último año se han perdido algo más de 300 empresas afincadas en la provincia, si bien la curva ha frenado su pronunciado descenso, que acumula un total de 7.500 empresas menos que hace seis años. Este dato, que no suele tener la repercusión que cada mes tiene la cifra de paro, es el que explica que la provincia haya doblado en ese mismo periodo su tasa de empleo hasta situarse alarmantemente por encima del 40%. Ninguna provincia andaluza ha perdido tal porcentaje de músculo empresarial.

El análisis arroja una realidad conocida. El grueso del tejido empresarial de la provincia es de un tamaño muy pequeño, lo que le hace muy vulnerable a los huracanes económicos. 46.000 empresas de las cerca de 58.000 existentes en la provincia no tienen más de dos asalariados. También es cierto que estas empresas, iniciativas autónomas principalmente del sector comercial y hostelero, muy dependientes de un consumo que no remonta, son las que están mostrando una cierta estabilidad en el número, no porque los negocios no cierren, que sí que lo hacen, sino porque se sustituyen por otros al no ser necesarias grandes inversiones, ya que la longevidad de las empresas gaditanas es corto. Sólo un 12% de ellas tiene más de veinte años de actividad, mientras que en torno al 15% se han creado en los últimos tres años, en muchos casos con el dinero de las indemnizaciones por despido. De este modo, las empresas con uno o dos empleados iniciaron en 2011 una curva ascendente que se ha mantenido en el último barómetro. Tras tocar suelo hace tres años situándose en 17.000 registradas, se ha pasado en el último año a 18.143. No ocurre lo mismo en las empresas que no cuentan con ningún asalariado, es decir, iniciativas absolutamente personales con ínfimas facturaciones. 2014 ha marcado un mínimo histórico con 28.359, cuando en 2008 había más de 31.362.

Donde la caída es más pronunciada es en las pymes que daban empleo a un arco entre diez o treinta trabajadores. De éstas se han perdido más de un millar en los últimos seis años pasando de las 2.181 de aquellas fechas a las 1.179 de la actualidad. El gran desplome se produjo entre 2008 y 2010, cuando cesaron su actividad la mitad de las que no han podido aguantar la mala situación económica y el cierre del grifo del crédito, que es donde la Confederación de Empresarios siempre ha visto el problema de la continuidad de la actividad empresarial. A partir de ahí, este descenso se ha suavizado, lo que no ha evitado que en los últimos doce meses hayan desaparecido más de sesenta empresas con esas pequeñas plantillas.

La debilidad económica de la provincia, que es estructural y explica altos índices de paro incluso en tiempos de bonanza, se percibe, además, en la pérdida de grandes empresas. Nunca ha habido muchas y durante todo este tiempo se ha perdido el 60% de las empresas que contaban con más de un centenar de trabajadores. Aquí sí que estamos hablando de los sectores que dan consistencia a la economía de una zona, ya que muchas de las 130 firmas desaparecidas con una gran capacidad de generación de empleo pertenecían o al sector industrial o a la construcción, que ha quedado reducido drásticamentre. Si a esto se añade que, existiendo pocas, tres de ellas están en proceso concural, observamos que ser grande no garantiza tampoco la permanencia o la estabilidad.

Los nombres de las más grandes de las empresas que han caído son por todos conocidos, con Delphi, que en cierto modo supuso el pistoletazo de salida de todo lo que vendría después, a la cabeza. Entre las últimas pérdidas en la provincia en esta categoría se encuentra una firma simbólica: Tabacalera, en Cádiz.

Cuanto más grandes, el porcentaje de caída es mayor. De este modo, las empresas con más de 500 trabajadores han descendido un 66% (de doce a cuatro), las de más de 200 un 60% (de 60 a 24) y las de más de cien un 57% (de 152 a 64).

En el sector medio, aquellas que se mueven con plantillas que están entre los veinte y los cien trabajadores, la caída tambien ha sido intensa en estos años, pasando de 1.475 a 782, si bien el último año lo han resisistod razonablemente bien: sólo se han perdido catorce con respecto a doce meses atrás.

Por su tipo de constitución son las sociedades anónimas las que parecen resistir de mejor manera las dificultades económicas. Su descenso ha sido de un 14%, con una pérdida de 160 sociedades, que no son pocas. Frente a ellas, el movimiento cooperativo, una alternativa muy apoyada desde las administraciones, se ha desinflado mucho más, con una caída del 28%. Frente a las 536 cooperativas existentes en 2008, en la actualidad hay en la provincia 384, gran parte de ellas vinculadas al sector agroalimentario. Por contra, han crecido las asociaciones, que no generan movimientos económicos de relevancia.

La tendencia, si se acude a otro índice recientemente revelado por el INE, que es el de los procesos concursales, va a seguir en esta línea. Las empresas de Cádiz que han tenido que recurrir a esta figura legal fueron en el segundo trimestre de este año 35, poco más o menos las mismas que hace un año (37) y bastantes más que en 2012, que fueron 29. Es el tercer pico más alto en los últimos tres años.

La mitad de ellas en la provincia durante el últimos trimestre (17) son las que facturan menos de 250.000 euros al año. Si lo que medimos son las empresas que han entrado en concurso en los últimos doce meses, veremos que son las que tienen entre uno y dos trabajadores las que aparecen más habitualmente en este listado. 29 de las 104 que entraron en proceso concursal en los últimos doce meses tenían esas miniplantillas.

También se ha observado en los últimos procesos concursales un número anormalmente alto de empresas veteranas. La provincia ha visto caer en los últimos doce meses una treintena de firmas con más de veinte años, entre ellas algunas de comercios tradicionales, ahogados por el empuje de los centros comerciales.

Todo esto no quiere decir que la actividad se detenga. En el último trimestre en la provincia se han creado un de 400 sociedades mercantiles que han suscrito un capital total de cerca de 15 millones de euros. Esto la sitúa en el quinto lugar de las provincias andaluzas en cuanto a dinamismo empresarial, por detrás de Málaga, Sevilla, Almería y Córdoba. No son datos espectaculares, ya que de hecho están por debajo del trimestre anterior, pero sín que superan los registros de hace uno y dos años. Aún así, siguen siendo cantidades pequeñas si las comparamos con provincias como Málaga, donde sólo en el mes de junio se suscribieron en sociedades mercantiles lo mismo que en Cádiz en estos tres últimos meses.

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