Consecuencias del 'Brexit'

Un 'Brexit' duro, el peor escenario para Cádiz

  • Gibraltar y Reino Unido suman el 16% de las exportaciones gaditanas

  • La salida de la UE implica más gastos y retrasos en las aduanas

Paso fronteriza de La Línea.

Paso fronteriza de La Línea. / Erasmo Fenoy

Cádiz se juega mucho en el Brexit. Una salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea supondrá un varapalo para las empresas gaditanas que comercian con Londres. De la noche a la mañana, perderían las facilidades por su inclusión en la UE para introducir sus bienes y servicios en el mercado británico. Aranceles, pago de impuestos a los que no estaban sujetos hasta ahora o retrasos de las entregas de las mercancías son algunos de los problemas que se pueden encontrar a partir del 30 de marzo si el Brexit es abrupto.

Gibraltar fue en 2018 el principal mercado de las exportaciones desde Cádiz, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Industria. Los intercambios con el peñón ascendieron a 602,6 millones, un 41% más que en el ejercicio anterior, superando los 551,4 millones que alcanzaron las exportaciones a Francia.

Reino Unido fue el tercer mercado por volumen de negocio. El año pasado supuso un movimiento de 514,7 millones, un 13,2% más que en 2017. En suma, Reino Unido y Gibraltar compraron a empresas gaditanas más de 1.100 millones, lo que supone el 16% del comercio exterior provincial en 2018. La balanza comercial está netamente inclinada del lado de Cádiz, dado que las importaciones no llegan a los 180 millones.

Gibraltar compra combustible

La mayor parte de las ventas a Gibraltar –526,6 millones–, corresponden a combustibles, y el resto se reparte en diferentes categorías de mercancías –8 millones en máquinas; 5,2 en muebles, o 4,4 en vehículos–. En sentido contrario, las importaciones de Gibraltar a Cádiz son mínimas –3,1 millones–, y algo más de la mitad corresponde a automóviles.

Gibraltar fue el primer mercado de las exportaciones gaditanas en 2018. La mayor parte del comercio fue combustible

En cuanto a Reino Unido, el flujo es más variado. Por el lado de las exportaciones, la mayor partida –127,4 millones– concierne a material eléctrico. También tienen un gran peso la fundición de hierro y acero –85,7 millones–, los combustibles –72,5 millones– o las bebidas –43,8 millones–, por las exportaciones del Marco de Jerez. Las legumbres y hortalizas suponen 25,9 millones y el sector de la marroquinería de Ubrique otros 14,2 millones.

En cuanto a las importaciones, los combustibles equivalen a algo más de la mitad –92,8 millones–, mientras que el azúcar, que tiene una gran importancia en la industria vinatera, implica otros 35,2 millones de euros.

Preparación ante el 'Brexit'

“Conviene estar preparados porque aún no se sabe cómo será el Brexit”, insiste Ángel de Juan Pascual, presidente de la Cámara de Comercio de Cádiz, que organizó recientemente una jornada sobre la salida del Reino Unido del bloque comunitario para empresarios gaditanos. “Aunque todavía se habla de un segundo referéndum, es casi seguro que nos encontraremos subidas de aranceles, más costes de las formalidades aduaneras y la necesidad de cumplir nuevas homologaciones y certificaciones”, señala el presidente de la Cámara de Comercio.

Un activista proeuropeo se manifiesta ante el Parlamento británico en Londres. Un activista proeuropeo se manifiesta ante el Parlamento británico en Londres.

Un activista proeuropeo se manifiesta ante el Parlamento británico en Londres. / Andy Rain / Efe

El organismo aconseja formalizar cuanto antes el registro ante Aduanas para exportar a países terceros de la UE. “Conviene evaluar si la empresa está preparada para seguir teniendo relaciones comerciales con Reino Unido. Hará falta más personal con formación en legislación aduanera”, sostiene Ángel de Juan Pascual.

Pago de aranceles

El problema estriba en que no se han definido algunas claves que afectan a las empresas españolas. “La primera consecuencia es que los aranceles serán pagados al 100%, pues no serán objeto de reducciones ni exenciones al no ser de aplicación, a día de hoy, ningún Acuerdo de Libre Comercio”, reconoce Marta Callejo, directora de Fiscal de Ayming, un grupo internacional de consultoría para empresas.

Otro efecto pernicioso es “un posible incremento del tiempo de entrega de los bienes que tengan destino Reino Unido o que procedan de allí”. En ese sentido, será necesario “no sólo disponer de operadores logísticos que ayuden en las gestiones aduaneras, sino también solicitar el correspondiente número de Identificación de Operador Económico (EORI) para llevar a cabo exportaciones”.

A falta de acuerdos de reciprocidad entre Londres y Madrid, el IVA a la importación de mercancías en Reino Unido supondría un coste financiero extra para las empresas, debido a la diferencia temporal entre el pago del IVA y su recuperación. Asimismo, los bienes a los que se aplican impuestos especiales –hidrocarburos, tabaco o alcohol– dejarán de beneficiarse del régimen suspensivo dentro de la UE, que actualmente permite diferir la tributación hasta el momento en que tiene lugar su consumo.

Decreto del Gobierno

El Gobierno aprobó este viernes un decreto con medidas de contingencia en caso de un Brexit duro. Sin embargo, las medidas son temporales y su aplicación es cuanto menos dudosa, ya que en muchos casos están supeditadas al trato recíproco por las autoridades británicas hacia ciudadanos y empresas españolas.

Entre otras cuestiones, el decreto contempla permitir que el traslado de mercancías continúe con normalidad, siempre que Reino Unido haga lo mismo. Además, los ciudadanos de la UE residentes en España que se desplazan diariamente a trabajar a Gibraltar podrán acceder a las prestaciones por desempleo reconocidas por España por los periodos cotizados en Gibraltar, antes y después del Brexit.

En el ámbito financiero se permite la continuidad de los contratos de estos servicios prestados en España por entidades establecidas en Reino Unido o Gibraltar, de acuerdo con las medidas adoptadas por la Comisión Europea.

En todo caso, los ojos siguen puestos en Londres, donde cada vez son más las voces que reclaman un segundo referéndum. La Cámara de los Comunes volverá a votar el próximo 12 de marzo el plan del Gobierno de Theresa May. Si la iniciativa es rechazada, como ya pasó en enero, el riesgo de un Brexit a las bravas crecerá exponencialmente.

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