Los trabajadores de Alestis quieren frenar a toda costa las intenciones de la empresa que ya ha anunciado que hay 65 trabajadores que sobran y que serán despedidos, 40 de ellos de la planta de Puerto Real. La ronda de contactos que el comité de empresa ha emprendido para buscar apoyos políticos continuó este viernes con la alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya, después de que el jueves lo hiciesen con presidenta de la Diputación, Irene García, y el alcalde de Sevilla –donde también se han anunciado despidos- y secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas.

Los trabajadores han pedido a la alcaldesa que sirva también como intermediaria frente a la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales), propietaria del 25% del accionariado de Alestis y Amaya ha tendido la mano. “De nuevo estamos clamando para que la industria de Puerto Real y de la Bahía no vuelva a ser la gran damnificada”, expresó Amaya.

Al igual que manifestó durante el conflicto de Airbus que la SEPI tenía “muy poca participación en el accionariado”, en este caso la alcaldesa recordó que la Sociedad Española de participaciones Industriales “tiene un 25% y creemos que tiene algo que decir para evitar los despidos”. Amaya dijo que espera contar con el apoyo de otras administraciones y que éstas “no vuelvan a abandonar a la Bahía de Cádiz y a mermar la industria de Puerto Real. Estamos ya hartos de palo, pero no vamos a dejar de pelear por el empleo”, manifestó.

Tanto la alcaldesa como el comité de empresa coincidieron en que hay que solicitar un “contraiforme” porque no se fían del que la consultora Deloitte ha realizado para Alestis. Cree el presidente del comité de Alestis Puerto Real, Pedro Lloret, que el informe “miente”, y pone como ejemplo la ausencia de referencias al 295, “un avión que va bien y del que habrá que hacer cuatro unidades el año que viene. Ese informe es de todo menos independiente”, asegura Lloret.

Frente a los despidos, la plantilla apuesta por alargar los ERTE hasta 2022, “tal y como ha hecho Airbus, porque todos sabemos que cuando sale un trabajador de la industria aeroespacial es muy difícil recuperarlo”. Están convencido de que la empresa, a la que calificó como “un cáncer para la Bahía”, tiene la intención de desmantelar la planta para llevarse la producción a otro sitio. “Pasar de 400 a 200 trabajadores, como ha ocurrido en Puerto Real, es dejar de tener capacidad y que muera, y eso es lo que pretende la empresa del grupo Aciturri”, aseguró Lloret.