Salud

Actualizado el mapa de municipios en riesgo por el virus del Nilo

  • En el verano de 2020, se detectaron 15 casos en la provincia de Cádiz

La picadura de un mosquito puede transmitir el virus del Nilo.

La picadura de un mosquito puede transmitir el virus del Nilo.

La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha actualizado, tras el análisis de los datos de vigilancia del año 2021, el mapa de riesgo para minimizar el impacto de infecciones por la enfermedad de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) en humanos en Andalucía.

Para ello, se zonifica el territorio andaluz en áreas de riesgo; la vigilancia del Virus del Nilo Occidental (VNO) en los ámbitos: ambiental, animal (aves y equinos), entomológica y epidemiológica humana; y el control del VNO a través de la vigilancia y control de los vectores en función del nivel de riesgo de cada municipio.

Al ser una enfermedad emergente de tipo estacional, se plantea que, con los resultados de la implantación de la vigilancia, de forma anual se evalúe la circulación del Virus del Nilo Occidental y, en función de los resultados, se establezca la clasificación anual del nivel de riesgo a nivel municipal.

El objetivo es que, a principios de cada temporada, cada municipio conozca su nivel de partida en cada año y, en base a su nivel, se implanten por cada Administración con competencias las acciones que dicho Programa plantea, informa la Consejería de Salud en un comunicado.

Una vez publicada la actualización en la web de la Consejería de Salud y Familias, se ha procedido a remitir a los municipios afectados, desde cada una de las Delegaciones Territoriales de Salud y Familias, el nivel de riesgo de partida para la temporada 2022, de forma que, una vez conocido el nivel de riesgo por cada municipio, éste proceda a actualizar, realizar y/o ejecutar las actuaciones previstas en el mencionado programa en función del nivel de riesgo de partida.

En Andalucía existe una gran variedad de especies de mosquitos que viven en humedales, tanto naturales como artificiales, distribuidos por toda la geografía, compartiendo hábitats con aves que pueden tener virus autóctonos o importados de los países que visitan durante su migración. Los humedales, arrozales y marismas contribuyen como posibles focos o refugios de vectores.

Además, dentro de los núcleos urbanos aparecen determinados espacios que, por sus características ambientales, son favorables a la reproducción de los mosquitos, generando riesgos para la salud o molestias para el ciudadano.

En ellos, los mosquitos encuentran un hábitat adecuado para la obtención de recurso vitales (alimento y refugio) pudiendo proliferar como plagas.

El 80% de las infecciones por VNO asintomáticas, pero alrededor de un 20% pueden presentar un síndrome pseudogripal autolimitado (FNO), y en torno a un 1% desarrollan Enfermedad Neuroinvasiva por VNO, cuyas manifestaciones clínicas son encefalitis (55-60% de los casos graves), meningitis (35-40 %) o parálisis flácida (5-10 %).

La letalidad de estas formas graves es de entre un 4 y un 14%, llegando hasta el 29% en los mayores de 70 años.

En Andalucía, en el verano de 2020, se notificaron a la Red de Alerta 71 casos humanos de Meningoencefalitis por VNO (56 casos en la provincia de Sevilla, 15 en la provincia de Cádiz, además de 1 caso probable en la provincia de Málaga), de los que 8 personas fallecieron.

En Andalucía se abordó el control de vectores culícidos para respuesta a dicho brote.

Finalizado 2020, el Consejo de Gobierno acordó y tomó conocimiento en marzo de 2021 del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental. Tras la implantación del programa en 2021, independientemente de que las condiciones ambientales (temperatura, lluvia, estacionalidad de estas...) hayan podido modificar el patrón de comportamientos del vector, se han registrado seis casos, todos ubicados en la provincia de Sevilla.

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