Coronavirus

El cuarto confinamiento de Austria agudiza la polarización social

Un café de Viena, cerrado en el primer día del nuevo confinamiento.

Un café de Viena, cerrado en el primer día del nuevo confinamiento. / EFE

Austria es desde este lunes el primer país de Europa que vuelve al confinamiento para frenar la actual oleada de la pandemia, con el cierre de gran parte de la economía y en medio de un creciente descontento y polarización de la sociedad.

Tras encadenar varios récords de nuevas infecciones en lo que va de mes, el país, con 8,9 millones de habitantes, registra actualmente una incidencia acumulada en siete días de 1.102 infecciones por cada 100.000 habitantes.

Según los datos publicados por las autoridades sanitarias, 27 enfermos de covid fallecieron en las últimas 24 horas, con lo que el número total de muertes causadas por el SARS-CoV-2 asciende a 12.042.

Actualmente hay 3.054 pacientes de covid hospitalizados, de los que 562 están en cuidados intensivos. Tan sólo en la última semana, las hospitalizaciones subieron un 24% y en más del 27% la cifra de enfermos graves trasladados a ucis.

Comercio y gastronomía, paralizados

El cuarto confinamiento permite a los ciudadanos salir de casa solo por razones justificadas, si bien éstas van más allá de las indispensables para cubrir las necesidades básicas. Además de las compras de alimentos y medicamentos, el trabajo y la educación, se puede ir al aire libre para "la recreación física y mental", según el decreto publicado la pasada noche.

No sólo es posible ir al médico, a vacunarse o a hacerse un test, sino también trasladarse para esquiar y viajar al extranjero. El deporte profesional, como el fútbol, celebra sus encuentros sin público, mientras que los colegios ofrecen clases presenciales aunque la asistencia es opcional.

Cerrados están, hasta al menos el próximo 12 de diciembre, el comercio no esencial, la gastronomía, museos, eventos culturales y espectáculos.

Fracaso del Gobierno

El crecimiento altamente exponencial de los contagios, que ha llevado a algunos hospitales al borde del colapso, es atribuido al frío, a la agresividad de la variante delta del virus y al bajo índice de vacunación de la población, que es del 66%.

Pero que 20 meses después del inicio de la pandemia sean necesarias estas costosas restricciones es duramente criticado por científicos y economistas, que atacan la inacción previa del Gobierno. "A fines de junio ya estaba claro que la situación iba a ser dramática en otoño" si no se tomaban medidas para conseguir que más gente se vacune, dice el politólogo Thomas Hofer, quien califica la situación de "fracaso del Estado" y "bancarrota del Gobierno".

"Fue peor que no hacer nada: se fueron en la dirección contraria", añade al recordar que durante el verano el Ejecutivo redujo el dinero y el alcance de la campaña para la vacunación a pesar de que los sondeos reflejaban una gran reticencia de buena parte de la ciudadanía.

Además, la lucha contra la pandemia está muy politizada en Austria, donde el partido ultranacionalista FPÖ, con una intención de voto de casi el 20%, está en contra de las vacunas y las restricciones.

A ello se añade el surgimiento de un nuevo partido, el MFG, con un apoyo del 6-7% y un único programa: abolir todas las medidas contra el Covid. Todo ello repercute en una creciente "polarización" de la sociedad, resalta Hofer.

Decenas de miles de personas salieron el pasado fin de semana a las calles en Viena y otras ciudades del país para protestar contra las medidas, al tiempo que los vacunados "pierden cada vez más la paciencia" con una situación que atribuyen a quienes se niegan a inocularse, recuerda.

Por otro lado, el Gobierno rompió el viernes dos promesas al anunciar el confinamiento y la obligatoriedad de la vacuna anticovid a partir de febrero, ya que hasta entonces había asegurado que no habría más restricciones para los inmunizados y que la vacuna contra el Covid sería siempre "voluntaria".

España como buen ejemplo

El politólogo considera que el Gobierno austríaco debería haber seguido el ejemplo de España, sobre todo en la estrategia de enviar cartas individuales con una fecha concreta para la vacunación.

La misma visión plantea un reportaje aparecido este lunes en la web de la televisión pública ORF bajo el titulo Lo que en España funciona de otra manera.

Pérdidas de miles de millones

La paralización de parte de la economía hasta el 12 de diciembre "le costará a los ciudadanos unos 2.700 millones de euros", calcula el laboratorio de ideas Agenda Austria, que en un comunicado calificó este lunes de "desastrosa" la gestión del Gobierno.

En el caso de que sea necesario prolongar el confinamiento hasta fines de año, el coste se elevaría a 5.000 millones de euros, añade la nota.

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