Así es el Pilatus PC-21 que ha probado el rey Felipe VI

El rey Felipe VI ha realizado este sábado un vuelo a bordo del Pilatus PC-21, el moderno avión de entrenamiento con el que el Ejército del Aire y del Espacio sustituirá a los históricos C-101, llamados cariñosamente culopollos. El Monarca ha probado esta aeronave durante una visita oficial a la Academia General del Aire (AGA) en San Javier, Murcia, a la que se incorporará la Princesa de Asturias el próximo 1 de septiembre para continuar su formación castrense de tres años tras su paso por el Ejército de Tierra y la Armada.

El Pilatus PC-21 es una aeronave de diseño suizo considerada una de las más avanzadas del mundo en su categoría. A pesar de tratarse de un avión turbohélice, su rendimiento es comparable al de aviones a reacción utilizados en etapas más avanzadas del entrenamiento militar. Cuenta con un motor Pratt & Whitney PT6A-68B, capaz de alcanzar velocidades de hasta 685 kilómetros por hora, lo que permite replicar con gran realismo situaciones tácticas y maniobras propias de la aviación de combate. Además cuenta con una autonomía de 1.300 kilómetros.

Durante el vuelo, el Rey ocupó el asiento trasero del biplaza, acompañado por un instructor de vuelo militar. La experiencia le permitió comprobar de primera mano las capacidades del nuevo sistema de entrenamiento, que sustituirá progresivamente al veterano CASA C-101 Mirlo, en servicio desde la década de los ochenta.

El interior del PC-21 incorpora una cabina digital con aviónica avanzada, similar a la que utilizan los cazas modernos como el Eurofighter o el F/A-18, lo que permite a los alumnos familiarizarse con los sistemas que emplearán en unidades operativas. Además, la aeronave cuenta con simuladores integrados que permiten recrear emergencias, combates o misiones reales, sin necesidad de recurrir a otros medios más costosos.

La adquisición de este modelo supone un salto cualitativo en la instrucción de los pilotos militares españoles. Su eficiencia, bajo coste operativo y capacidades tecnológicas lo convierten en una herramienta clave para la formación del personal de vuelo en el siglo XXI. Con este gesto, el rey Felipe VI ha querido mostrar su apoyo al proceso de transformación tecnológica del Ejército del Aire y su respaldo a la excelencia en la formación de sus miembros.