El pasado 7 de enero tuvo lugar la II Jornada gastronómica organizada por Puertolandrovero, una experiencia que consistió en un viaje a los orígenes del vino de Jerez.

La expedición dirigida Aurelio Tagua Lozano e Ivan Llanza Ortiz estuvo formada por 22 vehículos y más de 70 participantes convocados por Talo Adventures & Motors, partiendo desde las  playas de El Puerto de Santa María para poner rumbo a los viñedos donde nace el vino de Jerez.

Los vehículos, todos Land Rovers clásicos en perfecto estado de revista, abarcaron desde los años 50 con el clásico Serie I hasta los más modernos Defenders de principios de los 2000.

La primera parada fue el Toro de Osborne de la cuesta Matajaca, donde tras la tradicional foto se explicó la historia detrás de la bodega Osborne y sus míticos Toros.Tras esto, se puso rumbo a la viña 'El Corregidor', donde José Bajo recibió con mucho cariño a los participantes contándoles la historia de esta antigua y mítica viña para después impresionarlos con su lagar donde se preserva intacta la esencia de esta viña anteriormente de Sandeman, con sus preciosas pisaderas, las botas, el albero del suelo….

Esta viña transporta en el tiempo al visitante unos siglos atrás, aunque realmente su mayor tesoro se encuentra dentro de las botas.

Tras degustar los vinos finos y olorosos de El Corregidor, el grupo abandonó el pago del Carrascal y atravesando las viñas de González Byass, Cuerno de Oro y Fundador, la comitiva se dirigiço rumbo al famoso pago de Macharnudo, donde entre las viñas del Grupo Estévez descansa un  Sagrado corazón que preside el punto más alto de las viñas jerezanas.

En este punto tuvo lugar el rezo del ángelus a mediodía. La panorámica desde este punto es  espectacular y por eso no es de extrañar que desde este pequeño paraíso salga un vino con tanta personalidad y tan único.

Durante la ruta, los participantes degustaron desde el mosto del año hasta propuestas innovadoras como el Bloody Sherry (versión sherry del Bloody Mary) pasando por los  vinos finos y olorosos siempre acompañados de un buen tapeo.

La ruta culmino en la Venta el Cepo con un almuerzo típico de la campiña donde destacó el ajo caliente, la berza y el tocino de cielo o pestiños como postre.

Uno de los organizadores, con las hermanas del Espíritu Santo.

Uno de los pilares fundamentales de PuertoLandrovero es la solidaridad y por ello, este evento sirvió para recaudar más de 70 kilos de comida y 310 euros  en efectivo que fueron entregados en el convento del Espíritu Santo, donde las hermanas realizan cada día una gran labor social, ayudando a todo el que lo necesita.

Está claro que este nuevo concepto de turismo ha llegado para quedarse y pone en valor la cultura, da a conocer los ecosistemas naturales de la provincia y promueve la conservación y disfrute de una parte tan peculiar del patrimonio automovilístico español.