Aunque los servicios mínimos han funcionado con normalidad durante este fin de semana de motorada en El Puerto, la marcha de los visitantes hacia sus lugares de origen ha dejado al descubierto una imagen desoladora, que había permanecido solapada por la masiva presencia de moteros y el ruido ensordecedor de estas jornadas.

Es mucha la cantidad de basura, cientos de kilos, que se acumula en los contenedores en diferentes calles de la ciudad, a pesar de que en estos cuatro días (desde el pasado jueves) los servicios mínimos se han concentrado en el centro de El Puerto. Los contenedores de basura rebosan de bolsas y desperdicios, al igual que gran parte de las papeleras y las calles, prácticamente sin barrer. Algunos lugares históricas, como la Plaza de Toros, no ofrecen la mejor imagen y el calor, que comienza a apretar, hace insoportable el olor a basura y orina en muchos sitios.

La huelga indefinida cumple hoy su quinta jornada, desde que se puso en marcha el día 2 de mayo, a las siete de la mañana, tras no llegarse a un acuerdo entre la plantilla de trabajadores y la empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria FCC en el Sercla. El alcalde de El Puerto, David de la Encina, considera que el conflicto, en el que los trabajadores piden mejoras laborales a la concesionaria, “es 100% privado, ya que es la renovación de un convenio colectivo entre una plantilla y su empresa”. Como se temía, la huelga ha tenido incidencia en la motorada.

Una imagen de basura acumulada en la zona de Cantarranas.

Aunque los primeros días no hubo una gran acumulación de basuras, esta ha ido aumentando, y en algunos sitios del extrarradio las imágenes de contenedores desbordados son peores incluso que en el casco urbano. Uno de los asuntos que han impactado en la motorada han sido las retenciones producidas por los camiones de recogida, que han producido largas colas y cortes de tráfico mientras realizaban los servicios mínimos, que han sido de un 30% durante el evento motero.

Ayer, domingo, la plantilla se concentró en la calle Los Moros, en el acto de presentación del cartel de la Feria de Primavera, como medida de protesta a la entrada de la Bodega de Mora. Allí le hicieron llegar nuevamente al alcalde sus reivindicaciones laborales: la reducción de jornada de 37,5 a 35 horas semanales, subida de los salarios al IPC y que las vacaciones se contabilicen como 22 días laborales.

El alcalde se entrevistó con el comité de empresa a la entrada del acto y les informó que para atender esas reivindicaciones habría que cambiar el pliego de condiciones de la contrata. El alcalde instará a que la empresa se vuelve a sentar a negociar con los trabajadores y ha emplazado a poner fin al conflicto, ya que “respetando la posición de cada parte, la ciudad no tiene por qué pagar esta situación”.

Los trabajadores se concentraron y hablaron con el alcalde en el acto de presentación del cartel de feria.

El alcalde se ha ofrecido a elaborar una propuesta para el pleno ordinario de este miércoles, en la que, dejando claro que las peticiones actuales de los trabajadores, al menos en salarios y jornada, no se pueden aplicar, los partidos políticos lleguen a un compromiso para incluirlas en el nuevo pliego que entrará en vigor en 2021. Se llevaría como punto de urgencia y se plantearía como una iniciativa del comité de empresa para pedir a los grupos políticos dicho compromiso (que ya han acordado asumir el PSOE e IU) con vistas a su inclusión en el próximo pliego de condiciones de la contrata.