La vocación de un puente es unir dos orillas o dos lugares separados por una lámina de agua o por otro tipo de obstáculo natural o artificial. Hay numerosos ejemplos de puentes históricos de piedra que han sobrevivido al paso de los siglos y no han sido demolidos. Lo que es más raro es que un puente de los tiempos de la revolución industrial se conserve, al menos en países donde el legado de este tipo de ingeniería apenas se valora o sólo es valorado por una mínima parte de su población.

El antiguo puente de hierro de San Alejandro prestó servicio durante un siglo y medio para permitir el paso de trenes sobre el río Guadalete, en El Puerto de Santa María. Arrancaba a unos doscientos metros de la antigua estación portuense y perteneció a la primera línea de ferrocarril que hubo en Andalucía, Jerez - El Puerto- El Trocadero, construida entre 1852 y 1854 para la exportación de los vinos del Marco, sólo seis años después de la línea Barcelona-Mataró, la primera que existió en España. La imponente estructura contaba en origen con 160 metros de longitud, y comenzó a ser desguazada en el año 2006, como parte de unas obras de remodelación de las infraestructuras ferroviarias, sin darle importancia alguna y con destino a su venta al peso.

Sin embargo, por una carambola del destino, la histórica estructura fue salvada 'in extremis', librándose de acabar vendida como chatarra, ya que estaba siendo troceada mediante grúas y sopletes para sustituirla por un viaducto de nueva construcción, dentro de las obras del trazado de la línea de alta velocidad del AVE. La oportuna intervención del Centro Municipal de Patrimonio del Ayuntamiento de El Puerto y Ecologistas en Acción evitó su destrucción, acordándose con la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif) en el último momento preservar 80 metros de esta joya de la arquitectura industrial, cuya construcción "en celosía" anticipa el sistema que se utilizaría posteriormente en grandes obras de la ingeniería del hierro.

El puente ha sido terminado con un entarimado de madera para su uso peatonal y cicloturista.

Un camión grúa de gran tonelaje trasladó en varios viajes, de madrugada, la parte de la estructura que logró ser salvada del desguace, cortada en tramos, hasta las inmediaciones de la venta El Macka, donde fue chorreada con arena, pintada y depositada sobre soportes de hormigón junto al Parque Metropolitano de Los Toruños, a la espera de darle una utilidad, una segunda vida. Allí ha permanecido durante más de quince años, hasta ser incluida en un proyecto de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), dentro de la nueva ruta verde que permitirá la conexión ciclista y peatonal de El Puerto de Santa María con Puerto Real, salvando el río de San Pedro mediante la estructura y recuperando un paso que había quedado cortado, donde la corriente de este antiguo brazo del Guadalete es muy fuerte.

La colocación del antiguo puente de San Alejandro sobre el río San Pedro, como parte del proyecto, se realizó por tramos durante el mes de diciembre de 2023, ensamblando las distintas secciones de la estructura, cargadas en tráileres, y valiéndose una grúa móvil de 1.000 toneladas, y otras grúas auxiliares para instalar el conjunto, de 180 toneladas de peso, en su nueva ubicación, sobre unos gruesos pilares anclados al lecho del río. El equipo técnico vinculado a los trabajos, tuvo que salvar importantes escollos para instalar la imponente estructura metálica, para lo cual se tuvo que construir de forma provisional un terraplén auxiliar para trasladar los tramos del puente hasta su nuevo lugar de ubicación. 

Los trabajos ya han finalizado y el antiguo puente de San Alejandro vuelve a lucir como el primer día de aquella lejana inauguración de la primera línea ferroviaria andaluza hace 170 años, recuperándose un símbolo de que también en la provincia de Cádiz hubo una revolución industrial, que legó un patrimonio, aunque protagonizada por la producción y la exportación de vinos y otros productos elaborados. 

Detalle de los remaches y soldaduras de la estructura, de mediados del siglo XIX.

El suelo de la estructura, una vez instalada, ha sido cubierto por un entarimado de madera para su puesta en servicio y su uso peatonal y cicloturista, y se abrirá al público junto con el resto de la ruta cuando concluyan las obras de construcción del carril, que supondrá la mejora de la comunicación entre los parques y zonas naturales del entorno de la Bahía.