Si se tratara de un enfermo, se podría decir que el Vapor Adriano III se encuentra en estado crítico. Sin  haber pasado por cuidados intensivos, ni haber sido trasladado a alguna nave o algún lugar más protegido, tan sólo con una lona que durante algún tiempo lo aisló de la intemperie, de la que ya no queda rastro alguno, el futuro del emblemático barco es más incierto que nunca.

Ya cuando fue trasladado hace unos años al varadero Guadalete se encontraba en mal estado, pero el paso del tiempo y la reciente demolición de las instalaciones que lo resguardaban, con motivo de las obras del paseo fluvial (los muros, el vallado y la puerta del antiguo astillero), lo han dejado completamente desprotegido, como un animal aislado de su entorno natural, el viejo varadero junto al río, que de alguna forma mantenía la esperanza de su rehabilitación.

La popa del barco, donde han desaparecido algunos puntales que la sujetaban.

Todo se complica tras haber quedado el barco "al desnudo", lo cual está teniendo consecuencias. La última, el desplome de toda la cubierta de la parte posterior de la motonave, que se ha venido abajo después de la desaparición de uno de los puntales que sujetaban su costado, lo que ha llevado a la rotura de la popa y el desplome de gran parte de dicha cubierta.           

La situación ha llegado a tal punto que la asociación portuense El Vaporcito, propietaria del barco, ha expresado su preocupación por el estado en que se encuentra la motonave. El proyecto de las obras que se están realizado para el futuro paseo recoge la construcción de una pasarela desde la cual se pueda contemplar el barco, aunque su imagen no invita a contemplación alguna. 

El presidente de la asociación El Vaporcito, José María García Flores, afirma que el barco está en una situación de deterioro tan grave "que en un tiempo breve se va a desplomar", y critica que ellos llevan años trabajando en su recuperación, buscando la colaboración de las instituciones, "y no ha habido voluntad por parte de nadie". 

No obstante, agradece a los ciudadanos y empresas que sí han colaborado, por ejemplo con la instalación del busto dedicado a Pepe el del Vapor, aunque lamenta que con esas aportaciones "no podemos hacer frente a los gastos de arreglar y adecentar la motonave". En general, ha habido poca participación institucional y del público en general, "excepto algunos comerciantes y entidades privadas".

La asociación se encuentra a la espera de la contestación de una empresa que se ha interesado en arreglar el barco: "Estamos esperando a ver si quemamos el último cartucho, para ver si esta próxima semana tenemos una respuesta definitiva y si no la tenemos habrá que decidir un plan B. El barco se está deteriorando y se está partiendo y hay que decidir qué hacer. La asociación va a tomar alguna medida, no podemos pasar lo que estamos pasando después de nueve años de trabajo".

De esta forma, las cartas están sobre la mesa, y aunque existe un proyecto para la restauración del barco, que se presentó durante el II Foro Socioeconómico Bahía de Cádiz, es necesaria la financiación para llevarlo a cabo. En caso de no conseguirla, "la próxima semana tomaremos una decisión".