Revolucionar la encuadernación

Innovar en el siglo XXI puede ser difícil pero no imposible. Pero revolucionar el mercado de la encuadernación en un sector como el de la papelería, en el que ya está todo inventado, sí que es una proeza. Bindo! es un sistema que permite la encuadernación de cualquier documento sin la necesidad de maquinaria sofisticada ni de personal alguno. En menos de un minuto, cualquiera puede hacer su encuadernación con un acabado impecable. Hace cinco años, Fernando Miralles, oriundo de Cádiz y director gerente de Bindo!, puso en marcha este invento junto a cuatro socios, tres gaditanos y un extremeño.

El sistema consta de dos pieza de plástico que se pegan sobre una carpeta, que ilustra el lugar indicado para pegarlas. Después de introducir las hojas, previamente taladradas, por las varillas, se ajustan a través de otra pieza que, a modo de brida, deja el documento bien sujeto. Las varillas sobrantes se parten con un giro de 90 grados y se cierra la carpeta para que las piezas encajen. Para finalizar, se retiran dos cintas para que el lomo de encuadernación se adhiera a la primera y última página y, como dice su lema, 'Bindo! lo encuaderné!'.

La idea surgió cuando Miralles trabajaba de gerente en una editorial que publicaba una revista turística. Al observar como en hoteles y oficinas turísticas tenían dificultad para archivar los números de la publicación y al no existir ninguna tapa de encuadernación como la que deseaba, estudiaron la creación de un producto que facilitara esta labor.

Pero el proceso de creación no fue tan sencillo. Fueron necesarios tres moldes industriales hasta dar con el definitivo, aprender de la industria gráfica de encuadernación y desarrollarlo posteriormente para su fabricación industrial. "Nos hemos tenido que adaptar a la industria. Ha conllevado mucho desarrollo y complicaciones técnicas para dar un producto acabado con calidad", apunta.Hace un año, comenzaron a vender este producto a través de copisterías y papelerías y, posteriormente, en el mercado de las distribuidoras de papelería y oficina. Actualmente trabajan con 50 distribuidoras en España y tienen importantes acuerdos con empresas editoras de fascículos, como RBA Editores.

A pesar de la crisis, está teniendo muy buena acogida porque además de ser una encuadernación rápida, al no necesitar máquinas, y económica (2,40 euros la tapa blanda) permite personalizar la apariencia de la tapa a través de una plantilla que ofrece en su web www.bindo.es. En breve, comercializará las tapas duras para encuadernar cualquier tipo de documento como si de un libro se tratase por 5'40 euros aproximadamente.

Fernando Miralles señala: "Yo creo que aún hoy se puede innovar. En el sector de la papelería les ha impresionado mucho que lleváramos una innovación de este calado a un sector como este, donde ya está todo inventado". Bindo! está patentado en España, Europa, Estados Unidos, Canadá y México. Aunque está integrado por varios elementos ya inventados, la pieza de cierre ha sido elemental para conseguir la patente.