Los peatones que circulaban en la mañana de este viernes por la calle Pagador quedaron sorprendidos al comprobar el traslado de una pieza de grandes dimensiones que era llevada a hombros por varias personas, rodeados de una nube de fotógrafos que no paraban de tomar imágenes del momento. Muchos pensaron que se trataba del regreso a su templo de alguna pieza importante relacionada con la Semana Santa de El Puerto, aunque tal despliegue de máquinas de fotos no terminaba de encajar en la escena. 

Había sin embargo una explicación para tan inusual espectáculo: un enorme cuadro perteneciente a la Iglesia Mayor Prioral volvía a su lugar de origen tras una prolongada restauración realizada por la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, a la que ha sido sometido en estos seis últimos años en un bodegón de la Plaza de Toros, que ha sido cedido por el Ayuntamiento a una asociación fotográfica creada recientemente en la ciudad portuense.

Miembros de dicha asociación colaboraron en el traslado del cuadro de grandes dimensiones (2'5 x 3'5 metros), que se hizo a pie, debido a la escasa distancia que separa ambos edificios monumentales. El restaurador y licenciado en Bellas Artes, José Ramón Villar, ha sido el encargado de devolver el brillo a esta obra del siglo XVIII, titulada El Juicio Final, que estaba situada junto a la puerta principal de entrada a La Prioral. José Ramón Villar ha trabajado de manera altruista en la recuperación del lienzo en el bodegón cedido por el Ayuntamiento para este fin (que ahora pasa al colectivo fotográfico), coordinando un equipo humano, también voluntario, y con recursos de la Academia Santa Cecilia, que ha asumido el coste de los materiales para su restauración. 

El cuadro forma parte del patrimonio artístico de la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros, y ha sido depositado de manera provisional en la Capilla de las Ánimas. Más adelante, según el presidente de la Academia, Juan Antonio Villarreal, se volverá a instalar en el lugar donde se encontraba emplazado, cuando haya ocasión de realizar un acto oficial acorde al esfuerzo invertido en volver a dar al cuadro su esplendor original.

Son muchos los detalles de la pintura que ha descubierto el equipo de restauración de la Academia de Bellas Artes, cuestiones que han estado ocultas por la pátina que ensombrecía la escena y que ahora han sido desveladas. Por ejemplo, según explica el restaurador, el cuadro es básicamente una copia de una obra del siglo XVI que se expone en el Museo del Louvre, del pintor Jean Cousin, el joven. No obstante, el cuadro de El Puerto fue pintado en el siglo XVIII y entre las diferencias se encuentra, por ejemplo, la aparición en el dibujo de varios personajes nobiliarios con trajes de la época, que parecen ajenos a la apocalíptica escena y que serían los mecenas que sufragaron la costosa pintura, cuya autoría se desconoce.

Al no haberse colgado aún el cuadro, los interesados en contemplar el trabajo de restauración, que incluye también el marco de la pintura, pueden verlo en la Capilla de las Ánimas, en la propia Iglesia Mayor Prioral, donde ha quedado expuesto de manera provisional. Más adelante también, el restaurador ofrecerá una conferencia sobre el largo proceso de rehabilitación de esta pieza del patrimonio de La Prioral.

La totalidad de los grandes cuadros que lucen como nuevos en los muros de la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros han sido restaurados por la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia, en gran parte por José Ramón Villar, estando previsto continuar con la recuperación de otras pinturas del primer templo portuense.