Tanto las féminas portuenses como las de otras localidades vecinas de la Bahía de Cádiz llevan todo un año esperando para lucir como nunca en el recinto ferial de Las Banderas, que estos días se convierte en una auténtica pasarela flamenca.

Tres expertas en moda de El Puerto, Mónica Bobo, Rocío Peregrina y Victoria Vega, ofrecen en estas líneas unos consejos que permitirán a las mujeres marcar tendencia y estilo con los trajes de gitana que se llevan esta temporada.

En lo que a tejidos se refiere, al popelín elástico -que se ha posicionado en el mercado desde hace unos años- hay que sumar la gasa y el crespón, que vuelven con fuerza.

"Lo ideal es mezclar telas", apunta Mónica Bobo, diseñadora portuense con más de 17 años de experiencia en este mundillo. "Los perforados y los bordados pasan a un segundo plano dejando todo el protagonismo al encaje", asegura. Coincide con ella Rocío Peregrina, de Flamencas Mariló, un negocio que lleva funcionando en El Puerto más de 40 años: "Gasas, encajes, cachemir y, por supuesto, licra se dejarán ver por el Real, ya que la mujer quiere ir guapa y elegante, pero también cómoda", señala. En este sentido, Victoria Vega, una de las dueñas de Modas La Reja -otra tienda veterana que atesora más de 25 años de experiencia en el sector- no sólo apunta en la misma dirección textil, sino que además hace una aclaración que a más de una le podría interesar: "El tejido es lo que realmente marca el estilismo del vestido, no tanto la forma del mismo".

En el apartado de estampados las tres expertas se muestran contundentes: "El lunar es un clásico que siempre se lleva y siempre se llevará, ya sea maxi, mini, psicodélico o estándar". Ahora bien, Mónica Bobo aporta a una novedad para la Feria 2013: los estampados print y los étnicos. "Están a la última. Así, se verán trajes de flamenca con dibujos de leopardos, cebras o serpientes". Lo más de lo más.

El cuanto al color, Peregrina se decanta por los tonos beiges y camel mezclados con otros más vivos, como el coral o el turquesa, mientras que Vega apuesta por el verde en todas su gamas además de por el rojo y el azul. Por su parte, Boba habla de la inclusión de colores fosforescentes así como de la gama de los melocotones satinados.

Para rematar, la forma del vestido da un salto en el tiempo y vuelve diez años atrás "con los típicos trajes canasteros", argumentan las modistas. Vuelve también la manga larga, mucho más elegante; también la manga globo, el corte debajo del pecho y los escotes con cuellos de ganchillo mejor que los típicos mantoncillos. Y como viene siendo habitual en los últimos años, las mujeres -que no sólo las niñas- aciertan tanto con traje corto como con traje largo.

Flores y peinetas grandes se siguen llevando la palma como complementos 'estrella', aunque también se están imponiendo cada vez más los tocados. El pendiente artesanal de croché y el de figuras geométricas (rombos, cuadrados y semicírculos) son piezas al alza, no así el collar, totalmente desfasado. No hay que recargar. El buen gusto reside en la sencillez.

En moda infantil, se recupera la falda corta con mucho volante para las niñas, además del típico vestido 'Marisol'; y para niños, el traje corto confeccionado en los mismos tonos que el de su hermana y la camisa con cuello mao.