Entrevista

Danuxia Enciso: “El Peprichye aporta el necesario equilibrio entre protección y viabilidad”

  • La edil de Urbanismo afirma que la entrada en vigor del Plan Especial permitirá flexibilizar las actuaciones y las inversiones en el Casco Histórico portuense

Danuxia Enciso, en su despacho de la Concejalía de Urbanismo, en la calle Sol.

Danuxia Enciso, en su despacho de la Concejalía de Urbanismo, en la calle Sol. / Andrés Mora Perles

-Esta semana por fin se ha aprobado de forma definitiva el esperado Plan Especial del Casco Histórico. ¿Cuál es ahora el siguiente paso?

-Efectivamente hemos aprobado ya definitivamente el documento en el pleno después de casi 30 años, un hito histórico. Ahora viene el trámite administrativo en el Registro Autonómico y Municipal de Instrumentos de Planeamiento y su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. Desde ese momento el plan será eficaz y cualquiera podrá pedir una licencia bajo esta normativa.

-¿Y qué plazo se baraja para esa entrada en vigor?

-Lo haremos lo más rápido posible, aunque probablemente es algo que tardará un par de meses.

-Tras la entrada en vigor hay que poner en marcha una serie de herramientas. ¿Ya tienen diseñada la configuración de la Comisión de Seguimiento del Plan Especial (Comsepe) que será necesaria?

-Sí, la Comsepe es la fórmula que el propio plan establece para recuperar las competencias de Cultura. Ahora mismo cualquier actuación en el casco histórico pasa por tener una autorización de la Delegación territorial de Cultura. Desde ahora, con la creación de esta comisión, podremos recuperar las competencias, salvo las referidas a actuaciones en Bienes de Interés Cultural y su entorno o las demoliciones totales. Para eso aún habrá que requerir la autorización de la Junta, pero todo lo demás se podrá hacer desde la Comsepe. Es un órgano que deberá tener sus estatutos y constará como mínimo de un presidente –que será el alcalde o el titular de la Concejalía de Urbanismo-, un arquitecto, un arquitecto técnico, un arqueólogo y un historiador. Ese es el mínimo, aunque después se puede invitar a participar a más colectivos. Yo pienso que hay que ser prácticos y si queremos que haya agilidad en los trámites tampoco podemos hacerlo muy complicado, debemos ajustarnos a lo que marca la normativa y procurar que exista esa agilidad.

La concejala en su despacho, durante la entrevista concedida a ‘Diario de Cádiz’. La concejala en su despacho, durante la entrevista concedida a ‘Diario de Cádiz’.

La concejala en su despacho, durante la entrevista concedida a ‘Diario de Cádiz’. / Andrés Mora Perles

-¿Cómo es posible que un plan tan necesario haya tardado casi 30 años en estar aprobado definitivamente?

-La necesidad de redactar este plan especial viene de la exigencia de la Ley de Patrimonio al declararse conjunto histórico artístico en 1980 el casco histórico de El Puerto de Santa María. La dificultad de un plan así radica en el equilibrio entre las normas de protección del patrimonio y la viabilidad de los proyectos y actuaciones. En esas tiranteces que ha habido entre la excesiva protección y los números es donde ha radicado esa tardanza. Además estos planes son complejos y el paso de los diferentes equipos de gobierno, las sucesivas leyes y cambios normativos... cuanto más se dilata el procedimiento hay que cambiarlo todo otra vez. El documento, lejos de lo que se piensa, nunca ha estado parado, siempre ha estado alimentándose y completándose a lo largo de 30 años, pero como no se resolvía siempre estaba abierto y ha sido pasto de esos cambios legislativos, exigencias de otras administraciones y de los sucesivos equipos de gobierno.

-Cuando ustedes llegaron al Gobierno el Plan estaba ya aprobado en fase inicial. ¿En qué medida se debe esta aprobación al actual equipo de gobierno?

-El plan venía alimentándose desde 1996, pero justo antes de que llegara el gobierno anterior el equipo redactor, Territorio y Ciudad, ya tenía en 2015 un borrador donde se había ido adaptando lo existente. El PSOE siguió tramitándolo e incorporó otros documentos adicionales, y lo más complicado, realizó la evaluación ambiental estratégica, y después la aprobación inicial. Pero en el contrato con Territorio y Ciudad hay cinco fases, la aprobación inicial es la primera y las otras cuatro las hemos hecho nosotros. La fase dos era la exposición pública y contestación al documento de alegaciones, la tercera fue la aprobación provisional, la cuarta, el documento de cumplimiento de los informes sectoriales de doce administraciones, y la quinta y última la aprobación definitiva y texto refundido. Esas cuatro últimas fases las hemos hecho nosotros en 22 meses.

-Ustedes decidieron ampliar el plazo de alegaciones para dar más participación. ¿Han respondido los ciudadanos y colectivos?

-Sí, la aprobación inicial fue en abril de 2019 y las elecciones fueron en mayo. Inicialmente estaba previsto un mes de exposición pública, pero coincidió en pleno verano y con un cambio de gobierno, los ciudadanos ni se habían enterado. Decidimos ampliar la exposición mes y medio más, y terminó en septiembre, para dar más oportunidades a los ciudadanos de acceder al documento. La idea era lograr el mejor plan posible, con un equilibrio entre la protección y la viabilidad pero sobre todo con un consenso con las administraciones y los ciudadanos. Se presentaron un total de 92 alegaciones y se estimó total o parcialmente un 70%.

"Hasta ahora la normativa era tan restrictiva que apenas se podía hacer nada en el casco histórico”

-¿En qué va a notar el ciudadano de a pie que la ciudad tiene un Peprichye?

-Se va a notar muchísimo. Ahora mismo, en ausencia del plan, se venía aplicando una normativa muy restrictiva, tanto que apenas se podía hacer nada. Con este Peprichye tenemos un marco normativo concreto, con unas reglas del juego perfectamente definidas para cada parcela y con una flexibilidad razonable para las actuaciones. Se podrán aumentar edificabilidades, habrá mucha más versatilidad en los usos, y en general unas condiciones mucho más favorables para actuar. Además también se notará en que hay hasta 25 Actuaciones Específicas de Rehabilitación (AERS) que se dirigen a áreas en desuso en las que se va a actuar. Con los incrementos de aprovechamiento previstos habrá una cesión del 10% al municipio que en futuro serán equipamientos y zonas verdes, así como una mejora de las infraestructuras y el medio urbano.

"La Plaza de la Pescadería puede ser el vestíbulo del centro urbano, será la actuación estrella”

-¿Esperan entonces que haya un gran incremento en el volumen de petición de licencias?

-Sí, es evidente que habrá un aumento en la solicitud de licencias, se han desbloqueado muchos proyectos, desde los pequeños propietarios de viviendas hasta los proyectos para grandes edificios catalogados. Ahora mismo me viene a la mente un proyecto para el Palacio Winthuyssen, en la calle Larga, donde se va a actuar en toda la manzana con un residencial para 40 viviendas. Atendiendo a las alegaciones estimadas habrá más proyectos, la gran mayoría en cascos de bodega. La directriz del Peprichye es que las bodegas de menos de 500 metros cuadrados puedan tener uso residencial, para unifamiliares o viviendas tipo loft. También la Casa de la Aduana es un proyecto con varios inversores interesados en un posible hotel. La Divina Pastora también ha presentado alegaciones que han sido estimadas... Luego hay actuaciones de iniciativa pública, y en este sentido la actuación estrella va a ser en la Plaza de la Pescadería. Nos parece un foco fundamental porque puede ser el vestíbulo del casco histórico, con la previsión de una segunda pasarela peatonal hacia la margen izquierda del río y el futuro puente. Se eliminará además el actual edificio de viviendas, con el próximo comienzo del proceso de expropiación, y el Resbaladero al fondo. Va a ser una magnífica tarjeta de presentación para la ciudad.

-¿Se va a dotar de más personal el área de Urbanismo?

-Ya me gustaría, quizás tendría usted que hablar con el área de Personal... Se está trabajando en un pliego para la bolsa de empleo de arquitectos y arquitectos técnicos. Si ya el área de Urbanismo está carente de personal, imagínese cuando empiecen a llegar peticiones de licencia. Se debería crear un servicio municipal más, con su propio personal, para abordar específicamente todo lo relativo al casco histórico y asesorar a propietarios e inversores. Podría funcionar muy bien esa Oficina del Casco Histórico centrada en ese ámbito, lo que liberaría además al área de Urbanismo para que siga atendiendo al resto del término municipal.

-Se ha anunciado la apertura de una oficina en el Resbaladero. ¿Qué plazos se manejan?

-Es de momento una propuesta, el edificio es actualmente privado pero el propio plan establece su expropiación para equipamiento. Esto no va a ser algo inmediato. De momento el Plan se va a poner en marcha con los medios de la Concejalía de Urbanismo, aunque la tendencia es crear esa oficina específica, que también podría tener una ubicación provisional en otro sitio.

-Queda pendiente ahora otro asunto importante, la posible anulación del PGOU. Parece que la decisión al recurso se sabrá en breve. ¿Están preparados para esa previsible anulación?

-Hay tres escenarios posibles ante la sentencia, uno sería la anulación total del PGOU, con lo que se volvería al plan de 1992; otro sería que se estime el recurso y sigamos como ahora –aunque es un escenario poco probable-; y el tercer escenario es que el Supremo estime que hay actos subsanables y desarrollos urbanísticos que han cumplido con todas las exigencias legales y no tendrían por qué caer. Cada vez hay más voces que piensan que el Supremo puede estimar eso, que los proyectos que cumplan con los requisitos señalados por la justicia puedan seguir adelante (la anulación se basó en la falta de integridad del Plan; la falta de informe de sostenibilidad económica; y la falta de Evaluación Ambiental Estratégica). Eso además aportaría una gran seguridad jurídica, pero es algo que de momento es una incógnita.

"La posible anulación del PGOU no afectará al Peprichye, es un documento independiente”

-¿Afectaría de algún modo esa anulación al Peprichye?

-No, se ha hecho un enorme esfuerzo para que no se vea afectado. El Pepichye es una exigencia de la Ley de Patrimonio, es un documento independiente y autónomo. Lo que le pase al PGOU no afecta al Peprichye.

-Si se volviera al Plan del 92, ¿afectaría a la regularización de los diseminados, por ejemplo?

-Sí, les afecta de forma frontal. Las ARGs tienen su reflejo en el Plan de 2012, no en el del 92. Aún así hay mecanismos, y mucha desigualdad entre las ARGs en la tramitación de sus planeamientos. En las más avanzadas se podría plantear una revisión parcial del PGOU del 92, y las demás se podrían acoger al decreto 3/2019 de la Junta de Andalucía, con el reconocimiento de AFOs (Asimilados Fuera de Ordenación).

Danuxia Enciso, a las puertas de la Concejalía. Danuxia Enciso, a las puertas de la Concejalía.

Danuxia Enciso, a las puertas de la Concejalía. / Andrés Mora Perles

-Cuando se presentó el recurso se anunció el inminente comienzo de los trabajos de revisión del PGOU. ¿Se ha hecho ya algo en este sentido?

-Sí, estamos en ello, llevamos más de un año trabajando en los pliegos de condiciones para contratar un equipo externo, pero nos van cambiando las reglas del juego. Ahora aparece la Lista, la nueva ley del suelo de Andalucía, que sustituye a la Loua y que nos cambia totalmente las reglas del juego. No podemos avanzar en tanto no tengamos claro el escenario. Estamos en una etapa de incertidumbre por imperativo de lo que nos rodea. La Lista ya está en el Parlamento y se prevé que esté para noviembre. Cuando el escenario se clarifique podremos terminar los pliegos de condiciones para contratar un equipo externo y ponernos a redactar un nuevo PGOU. Además con la nueva ley el futuro Plan se dividirá en dos, un Plan de Ordenación Municipal y un Plan de Ordenación Urbana, el primero más estructural y el segundo más concreto. De este modo se garantiza que ante una posible alegación no caiga el plan completo, porque el daño es desproporcionado para una ciudad.

-¿Con qué se daría por satisfecha como edil de Urbanismo al final de este mandato?

-Mi máxima satisfacción ha sido la aprobación definitiva del Peprichye, ha sido algo increíble y que significa mucho. Hemos sabido rematar las cosas. La otra satisfacción sería poder redactar un Plan General y si sumamos un segundo mandato lo tendremos. También me gustaría poder agilizar por fin los desquiciantes trámites urbanísticos, que no son siempre culpa del municipio. Todos tenemos que hacer un esfuerzo por aquilatar el peso de esa normativa, que es ingente y disuasoria. Me gustaría hacer una administración más amable y más próxima y eficaz.

-¿Le quedan entonces ganas de seguir en política de cara a las próximas elecciones?

-Ganas sí, estoy apasionada con mi trabajo. La política en sí no me gusta tanto, soy nueva en política y no me gustan las zancadillas, veo que a veces la oposición es muy destructiva. Desde la oposición se puede construir y ayudar a un gobierno, se puede incluso gobernar remando todos en la misma dirección, y el mejor ejemplo es la aprobación del Peprichye. Hay tantas cosas que nos unen en una ciudad que deberíamos tener más puntos de unión que de desunión. Creo que en ocho años sí se podrá ver ya un proyecto de ciudad, que es lo que queremos todos.

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