Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

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  • Poner en valor el potencial histórico y natural, opciones económicas más allá de la construcción y unas mejores conexiones centran las demandas de los benalupenses

Benalup-Casas Viejas: el pueblo con dolor fantasma

Fuente del Pijo: Benalup es una localIdad rica en acuíferos. Fuente del Pijo: Benalup es una localIdad rica en acuíferos.

Fuente del Pijo: Benalup es una localIdad rica en acuíferos. / Manuel Aragón

Escrito por

· Pilar Vera

Redactora

5.970 hectáreas. Esa es la extensión del término municipal de Benalup-Casas Viejas. Sus límites aparecen encajonados entre el perímetro de Medina, la localidad de la que se escindió en 1991, y Alcalá de los Gazules y Los Alcornocales. De hecho, la independencia jibarizó la expectativas que auguraban para la entonces Benalup de Sidonia unas tres veces más del que terminó siendo su tamaño –una cuestión que no se cerraría hasta 2002, Tribunal Supremo mediante–.

Medina se llevó la mayor parte del territorio, la zona de La Yeguada, el Monasterio de El Cuervo: “Ninguno de los dos símbolos de Benalup están en Benalup –dice Vicente Peña, veterinario y ex cabeza de cartel del PP local–. La Torre de la Morita (los restos de una fortaleza de origen árabe)no es de Benalup y el Monasterio del Cuervo terminó siendo de Medina”. Vicente duerme toros bravos, que para mí es como dormir minotauros, no sé cómo es posible algo así, pero parece haber tenido suficiente de primera línea política.

Benalup se coloca entre el agravio que sienten con Medina, el vecino con suerte, y las barbas a cortar de Alcalá.“Alcalá vivía del carboneo, en cuanto ha dejado de consumirse... Y este año, están diciendo que no es que el descorche se adelante, sino que sería conveniente pararlo y esperar a la temporada que viene”, comentan Sebastián y José Luis, ambos, jubilados. Sebastián, que trabajó durante toda su vida como perito, tiene un piso en Cádiz, pero no le da por quedarse: prefiere la tranquilidad de Benalup. José Luis estuvo casi treinta años como profesor en el CEIP Conde de Tendillas, y otros siete, en el instituto.

En Benalup, el principal tirón económico lo dan el campo y la construcción. Una caravana de turismos va y viene todos los días de este interior de La Janda a la costa, donde están las contrataciones. De hecho, a la entrada de Benalup luce, desde los tiempos de la burbuja, el esqueleto de lo que debiera haber sido un complejo de oficinas y tiendas, encajonado entre casas de nueva construcción. Otra mordida fantasma:“Una solución sería que se cambiara el uso original y pasara a vivienda”, señala Sebastián.

Fran estudió y ejerció como veterinario en la costa de Málaga, pero ha terminado trabajando en el sector de las finanzas y dice que aspira a ser un nómada digital. Por su perfil, ya lo es. Nació y tiene casa en Benalup, adonde viene de visita, y piensa que los jóvenes que acaban una carrera, terminan marchándose, “a no ser que también se dediquen a algo relacionado con la construcción, arquitectura, peritaje, etc”.

Mientras que la obra es un territorio eminentemente masculino, cuando toca, son “las mujeres las que hacen el campo”, dice María José, peluquera. Es joven y admite tener “suerte” de haber podido seguir trabajando donde nació, “porque hay mucha gente mal aquí, que acude a Cáritas”. “Luego está el tema de los alquileres en verano, que cada vez se da más”, indica. Benalup está a media hora en coche de la costa, y los precios estivales no tienen nada que ver con los de las localidades que tocan la playa. Tampoco, apunta Sebastián, la tranquilidad.

Aun así, a diferencia de lo que ocurre en otros sitios, la población sigue estando bien distribuida por todo el municipio, no hay áreas “tomadas” vacacionalmente. ¿Benalup como recurso turístico?No existe. O no se aprovecha. Para Andreas, la localidad tiene mucho potencial que se podría aprovechar aunque hay una bestia negra: las paupérrimas conexiones de transporte público. Andreas es de Rota pero visita a menudo a su madre, Magrit, que está en la residencia de mayores de la localidad. Excepto por la comida, la mujer está contenta con el trato: “Esto es el fin del mundo –dice Andreas, resignado, con una sonrisa–. Las conexiones con otras localidades son una locura, con el aeropuerto, también, y muy caras. Si lo comparo con Marruecos, por ejemplo, salen ganado ellos. La flota de autobuses es muy antigua, y habría que mejorar la carretera de Alcalá con autovía, porque los camiones tienen dificultades para estabilizarse. Parece Alemania después de la guerra”. También señala que, “según las zonas”, según el suministro dependa de Medina o de Barbate, hay cortes de luz habituales.

Rotonda con reproducción de figuras rupestres. Rotonda con reproducción de figuras rupestres.

Rotonda con reproducción de figuras rupestres. / Manuel Aragón

La protesta por la falta de transporte público es común: o tienes coche, o te mueres del asco. Los grandes planes de accesibilidad quedan lejos. Más allá de las tres o cuatro de la tarde, no hay autobuses. Sin embargo, los taxistas se quejan de que no tiran: no hay suficiente gente. De hecho, afirman, no hay diferencia estacional. Se quejan, como otros, del mal estado de la carretera de Benalup a Alcalá, mientras que en la del Castaño sólo se han puesto unos parches:“Y no todo se puede pretender hacerlo en el año de las elecciones”, añade Manuel.

Para Vicente, uno de los problemas al respecto es que no “hay comunicación interbahía, y si montaran un tren sería deficitario. Desde lo municipal, poco más se puede hacer que presionar”. “El transporte público es un negocio –comenta Sebastián– y lo que tendría que haber es un diálogo con la administración para llegar a lo solución”. Una de las claves, precisamente, para evitar que existan áreas descolgadas está en la asunción de que lo público no existe para crear un beneficio, sino para cubrir una necesidad.

María José también comenta que la localidad necesitaría otro instituto, que son muchos los chavales que se van a Medina; mientras que Sebastián y José Luis lamentan la dejadez que el municipio sufre por zonas, a nivel de limpieza y de gestión de residuos. Aun así, para Sebastián, la localidad tuvo “suerte” los años en que Francisco González Cabañas estuvo de alcalde y de presidente de Diputación, y se llevaron a cabo iniciativas como las Escuelas Taller de albañilería, electricidad, fontanería... o infraestructuras como el Teatro Municipal o el recinto ferial.

La falta de mantenimiento, para muchos, no se reduce sólo a cuestiones de saneamiento. El teatro apenas tiene vida y la gestión patrimonial se encuentra en un limbo. El centro Cádiz Prehistórico nació para presentar al público la importancia del cercano Tajo de las Figuras, que para muchos existe sólo en un ámbito teórico:“El tema –desarrolla Vicente– es que la cueva está en un terreno privado, habría que llegar a una concesión, pero es cuestión de poner interés. Igual ocurre con la Torre de la Morita, que está en una finca privada”.

El otro dolor fantasma de la localidad son los famosos sucesos de Casas Viejas. Dotado con 240.000 euros, el Espacio Conmemorativo Casas Viejas 1933 abrió en 2015 como un gesto de alumbramiento y memoria ante un hecho oscuro. Sólo puede visitarse previa llamada a un número de contacto. “Hay que pensar –insiste Sebastián–, en que turísticamente no hay nada, no hay suficiente afluencia”. Aun así, no es de recibo que el que sería principal punto de atracción de la localidad se visite como una capilla perdida, donde se tiene que pedir la llave al cura.

“No sé si este abandono se debe a que, al fin y al cabo, fue algo que hizo un gobierno de izquierdas”, indica Vicente, enumerando también toda una serie de tareas pendientes: la ausencia de una ordenanza de edificación, medidas como el poner césped artificial “cuando aquí vivimos sobre un acuífero gigate, esa es nuestra suerte, aunque el 95% de nuestra agua venga ya del pantano de Los Hurones”, o el dejar de lado “tradiciones como el flamenco, el caballo o la caza”.

Probablemente por el peso sociohistórico, ese que a veces molesta pero al que no pueden renunciar, Benalup-Casas Viejas ha votado siempre socialista. Cuarenta años de lo mismo, hay consenso al respecto, es mucho de lo mismo. Aun así, el PSOE-A siguió siendo la fuerza más votada en los últimos comicios locales, con 1.671 papeletas, mientras que 1.035 fueron para el PP. Sin embargo, en las últimas elecciones, las autonómicas, fueron los populares los que se llevaron al electorado, con 1.207 votos frente a los 1.075 de los socialistas. Las municipales de 2019 arrojaron seis concejales para el PSOE,cuatro para el PP, dos para AxSí y uno para IU, mientras que Ciudadanos se quedaba sin representación. Los naranjas no se presentan este año, que han sido sustituidos por la candidatura de Vox.

“La realidad –sentencia María José en su peluquería– sólo tiene un camino, otra cosa es que se quiera de verdad hacer algo”. 

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