El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró este martes una "absoluta locura" y un "despropósito descomunal" el rumor que apunta a que España necesitaría un rescate de la Unión Europea como el que ha solicitado Grecia, que en este caso ascendería a 280.000 millones de euros. El jefe del Ejecutivo español pidió que este tipo de opiniones se sustenten en "hechos y datos" y no en "hipótesis o pronósticos" ya que se produce una "sobreinformación equívoca" y señaló que España tiene "una solvencia fuerte".

Así, Zapatero dijo no dar crédito y calificó de "muy grave" que un rumor "de esta naturaleza" pueda provocar un desconcierto inmediato en el mercado de valores español, ya que el Ibex 35 experimentó su mayor caída del año con un 5,4 por ciento y llegando al cierre con 9.859,10 puntos. Además, señaló que estos rumores pueden incrementar el diferencial del bono español y perjudicar a los intereses de España como país, algo que se comprometió a "combatir".

Menor pago de intereses que Francia y Alemania

También recalcó que la deuda española se encuentra 20 puntos por debajo de la media europea y que el pago de intereses en España representa el 2 por ciento del PIB frente a otros países como Francia y Alemania, donde llega al 3 por ciento. Asimismo, subrayó que la deuda española es "fundamentalmente" a largo plazo y que la evolución de las perspectivas económicas está del lado del crecimiento, algo que se comprobará cuando el INE ofrezca el próximo día 12 el dato del PIB en el primer trimestre del año.

No obstante, recordó que los ingresos públicos han registrado un incremento durante el primer trimestre de 2010 tras dos años a la baja, por lo que consideró que "no hay ninguna razón" para que se ataque a España, porque lo "importante· es que los datos económicos "vayan avalando" la recuperación y el crecimiento.

Confianza en España y Portugal

Zapatero aunque reconoció que se vive un tiempo "de alteración" quiso lanzar un mensaje de "confianza y tranquilidad" sobre la fortaleza de España, la "solvencia" de las cuentas públicas y la capacidad de recuperación del país. Y añadió que es la misma confianza que tiene en Portugal.

Además, el presidente del Gobierno recordó que desde que empezó la crisis financiera ciertas opiniones han señalado que el sistema financiero español podría afrontar un "grave riesgo" por el exceso del sector inmobiliario y tras dos años, se ha podido ver que ha sido uno de los que mejor "ha resistido".

Opiniones "infundadas"

"Vuelvo a escuchar opiniones, teóricamente fundadas, sobre el volumen de riesgo del sector inmobiliario para el sector financiero", señaló Zapatero, tras considerar que algunas de estas ideas están "absolutamente infundadas" y son "desproporcionadas".

"Si éstas se toman como buenas pues es entendible que algunas opiniones vayan en la dirección en la que van, pero no tienen fundamento. Lo ha dicho el Fondo Monetario Internacional (FMI) con claridad y lo van a poner de manifiesto los datos reales de la evolución económica del país", indicó. Respecto ha si se había dado cuenta de que los países que señalan los rumores (Grecia, España y Portugal) tiene gobiernos socialistas, el presidente dijo "no haber caído".

La UE, "una referencia determinante"

Asimismo, Zapatero consideró que "sólo aquellos que pueden pensar de una manera egoísta y con escasa perspectiva de futuro tienen dudas en la fortaleza y en la ambición del proyecto europeo". Y admitió que hay muchas "críticas" cuando se habla de la Unión Europea, pero que aún así, la UE es una "referencia determinante, decisiva".

Reclamó también "coherencia" al recordar que lo "mejor" que tienen los 27 países de la UE es precisamente Europa. "Lo sabemos los que hemos recibido fondos para mejorar nuestro país, lo saben quienes han abierto los mercados a otros países europeos, lo saben aquello que tienen en la Política Agraria Común (PAC) una defensa activa, lo saben las generaciones que nos precedieron porque viven por fin la paz en Europa", relató.

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo español apostó por fomentar el apoyo energético a nivel local recortando en los últimos 10 años la dependencia energética de la UE que ha pasado del 44 al 53 por ciento y que eso supone un coste de 67.000 millones de euros, el equivalente a todos los recursos públicos que se dedican a la investigación y al desarrollo.