Diario del Carnaval

La dulce espera de una PCR frente al Falla da vida a las barracas

  • A falta de aficionados, las colas para las pruebas del Covid en el hospital de San Rafael socorren a los comercios de los alrededores del teatro

  • La tradición de aprovisionarse de chucherías para la noche de la gran final se mantiene en Cádiz pese a la ausencia del Concurso

Interior de la barraca El Gordi, en la calle Sacramento.

Interior de la barraca El Gordi, en la calle Sacramento. / L.S.G.

Siempre es difícil renunciar a las tradiciones, por mucho que el coronavirus haya decidido trastocar nuestras vidas de forma tan grosera desde que se diera a conocer hace ya algo más de un año. Y hay pocas costumbres más sagradas para el gaditano medio que la de abastecerse convenientemente para la gran final del Falla con productos de barraca. Anacardos, pistachos, gomitas -que diría el pasodoble- y demás chucherías dulces o saladas no pueden faltar en una noche como la de este viernes... hasta sin final. 

La pandemia nos ha privado del Concurso de Agrupaciones de 2021 y de una noche que siempre es especial en el templo de los ladrillos coloraos. Pero no ha mermado las ganas de disfrutarla, en la medida de lo posible, como siempre fue. Así, son muchos los gaditanos que han acudido este viernes a supermercados y barracas para que los frutos secos y las golosinas no falten, teniendo además en televisión la final del Concurso del Milenio de Canal Sur y El Palco del Falla de Onda Cádiz como alternativas al certamen de coplas. 

La ausencia del Concurso ha castigado especialmente en estas fechas a las tiendas de comestibles y barracas que se encuentran a pocos pasos del Gran Teatro Falla. En años anteriores, estos pequeños comercios hacían su agosto en enero y febrero gracias a las visitas de aficionados, agrupaciones y turistas. Sin embargo, el viernes de la final aún sin final sigue teniendo su tirón e Isa, de la barraca El Gordi -situada en la calle Sacramento, a pocos metros del coliseo gaditano- asegura que las ventas del día no han ido tan mal como podía esperarse en comparación con otros años. "No me puedo quejar, al menos de momento. Ha venido bastante gente hoy para llevarse chucherías para esta noche", explica. 

Además, apunta a una curiosa paradoja. Y es que el gran enemigo de estos negocios ha resultado ser también un aliado para sobrevivir a esta crisis. Según Isa, las pérdidas provocadas por la ausencia del Concurso y del Carnaval en la calle a causa del coronavirus se han visto compensadas en cierto modo por el aumento del flujo de personas que acuden a diario al hospital de San Rafael, ya sea para realizarse pruebas PCR, cribados o acompañar a enfermos. "Mucha gente que por unas cosas u otras tiene que venir al hospital acaba viniendo a por comida, refrescos, chucherías...", señala la propietaria de El Gordi. Nunca será igual que un Carnaval con el teatro y las calles repletas, "pero ahora es lo que toca y la salud es lo importante, a ver si esto pasa de una vez y volvemos a la normalidad". 

Al final, siempre hay un roto para un descosido. A falta de aficionados que esperan para entrar al Falla, buenos son los que aguardan el resultado de una prueba en San Rafael... y a falta de la magia de una gran final, buena es una noche en familia con coplas de antaño. Y que no falten las chucherías, por supuesto. 

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