Diario del Carnaval

Cuarteto Vaya papa traemos

Cuarteto Vaya papa traemos

el tipo. Rodrigo de Triana, Cristóbal Colón y una tribu de indios. las coplas. La expedición que lidera Cristóbal Colón encalla en Guanahaní. Allí, dos castellanos, que son como los zapatos de los pijos, se encuentran con una tribu de indios caníbales, que cuentan con un chiringuito en plena playa con su socorrista y el vendedor de corazones. Regular actuación que va de más a menos del cuarteto del Perrichi, que, a pesar de sus intentos, apenas consigue conectar tímidamente con el público, lo que hace repetir la sensación de hace un año, en la que el Concurso se les hizo muy largo. Poco que rascar en una parodia que es algo más efectista en su inicio, pero que se va apagando poco a poco con sus intentos de hacer golpes con los huesos, pinchando, precisamente, en hueso al ofrecerle un Huesitos para comer, escuchar el radio, jugar con dos cúbitos en la arena o irse a “fémur”. Antes, consiguen entenderse gracias al idioma universal de Chiquito, aunque en verdad los indios entienden a Rodrigo de Triana y Cristóbal Colón, que tienen cierto riesgo de acabar devorados . Dos cuplés discretos. En el primero, un nativo se salva al parar un relámpago con un dedo ya que tenía toma de tierra con lo que le cuelga. En el segundo, encuentran un bar de la Cruzcampo al descubrir América. El tema libre solo se mantiene en pie cuando Rodrigo de Triana se come unas pipas de la paz.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-seco (regular) Palo-seco (regular)

Palo-seco (regular)

Actuación en preliminares

el tipo. Cristóbal Colón, Rodrigo de Triana, los hermanos Pinzones y Paco Cespero. las coplas. Un cuarteto que evoca a ‘Se coló Colón’. Una expedición para descubrir la papa. El cuarteto del Perrichi repite en el Concurso con una primera actuación en la que insisten en explotar la vis cómica de su protagonista para llegar al público, aunque el repertorio tiene poco sustento por la escasez de golpes. Pero el público está facilón. Rodrigo de Triana, que dice que es de Cádiz y se llama Rodrigo de La Viña, no para de gritar “¡tierra!” en toda la parodia. Cristóbal acaba mandándolo al carajo –el del barco–. A su lado está Paco Cespero, que trabaja cortando el césped y toca la guitarra. Los hermanos Pinzones son gemelos, pero de distinto padre. Al final, Rodrigo se hace una tortilla con uno de los huevos de Colón. No se salvan los dos cuplés, en los que confunden un termómetro de oído con un Satisfyer y echan a su hijo de 40 años al hacer caso a lo que dice el Gobierno de que los niños no pertenecen a los padres. La navegación mantiene un rumbo fijo al probar Rodrigo el vino que llevan en las barricas.

Cuarteto Vaya papa traemos

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-seco (regular) Palo-seco (regular)

Palo-seco (regular)

La previa

El premonitorio cuarteto del Perrichi -por aquello de sacar a Franco del Valle de los Caídos- logró alcanzar las semifinales  en su regreso al Concurso tras un par de años de ausencia con 'Abierto por reforma'. De nuevo con el gaditano Carlos Pérez como autor de música, el grupo sevillano repite con 'Vaya papa traemos', cuarteto con el que intentará al menos igualar lo conseguido este 2019. Anteriormente también lo lograron con 'Una noche de perros' y 'Este disfraz tiene delito'.

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