Chano el Bombista: “Con ‘Hombres azules’ cantamos mal el segundo día y eso nos dejó fuera”

Retrocarnaval

Atesora un currículum carnavalesco envidiable desde que debutó a finales de los 60

Fue segunda y bombo en destacadas agrupaciones como ‘Los de la madre pelusa’, ‘Hombres azules’ o ‘Agua clara’

El Galleguito: "Lo que conseguimos con la peña 'Nuestra Andalucía' solo era posible con un grupo de buenas personas"

MacGregor: "Yo le daba color al tenor, sin más, porque sin tenor no se escucha la melodía del pasodoble"

Chano González en su domicilio en la calle Portería de Capuchinos.
Chano González en su domicilio en la calle Portería de Capuchinos. / Julio González

Esta sección Retrocarnaval se creó para que personas como Chano González pudieran contar sus vivencias carnavalescas y para que los lectores-aficionados entendieran lo que tantos carnavaleros hicieron por la fiesta sin llevarse los focos de los autores y directores. Chano el Bombista (y un segunda de raza, de los de antes) es uno de ellos. Que además, tiene un currículum de los de ‘échate pa allá’, adobado con el orgullo de haber salido con muchos de los grandes autores de su época.

Cantaba Chano los fines de semana en el almacén de Manolo, en la calle Teniente Andújar, en su barrio natal, Santa María, con amigos como Paco el Corneta padre e hijo, Galleguito o Pepe el Caja. “Corneta padre era un segunda de categoría y a mí me gustaba mucho cuando hacía el dúo. A mí es que el dúo me gustó siempre. Por ejemplo, el del trío Los Panchos. ¡No se escuchaba bien el dúo ahí!, tela”, explica.

Juan Muñoz ‘El Cucaracha’, conocido del barrio, se lo llevó a la chirigota ‘Los hippies’ en 1968. Y un año más tarde, con su amigo Manolete Castellón, salió en ‘Los matasiete’, que consiguió un accésit y llevaba música de Antonio Martín. En 1970 formó parte de ‘El ballet de Enrique el Molondro, otro accésit, con letra de Serafín García y música de El Cala.

Los mismos autores repitieron en 1971 con ‘Los don nadie’. “El director era Antonio Aguilar, que iba conmigo cargando pasos en la cuadrilla de José Berea. Él era manigueta y yo espejo”, apunta.

El primer premio importante le llegó en 1972, siendo el bombo de ‘Los ribereños gaditanos’, de Luis Ripoll y José Luis Arniz. Fueron terceros (grabaron un disco) y recuerda Chano que El Peña “iba con nosotros a los contratos haciendo un show cantando ‘Bésame mucho’ a su forma”. Dice que Arniz, el autor portuense, “le quitaba la guitarra al Lete y no veas cómo cantaba y tocaba”.

Primero por la izquierda en ‘Los mulilleros de Cai’ junto a Curro y Rexach.
Primero por la izquierda en ‘Los mulilleros de Cai’ junto a Curro y Rexach. / D.C.

Otro gran autor se iba a cruzar en su camino para 1973: Gustavo Rosales ‘Agüillo’. La chirigota, donde colaboraba también Antonio Martín en la música, se llamaba ‘Los guapos de la verbena’. “A Gustavo le encantaba el pescaíto frito. Hacía los cuplés en el papel de estraza del pescao. Tenía mucha gracia”, resalta Chano antes de añadir que esta agrupación ensayaba en el torreón de las Puertas de Tierra “en un local enfrente del que tenía ‘Estampas goyescas’ de Paco Alba”.

"A Gustavo Rosales le encantaba el pescaíto frito. Hacía los cuplés en el papel de estraza del pescao"

De nuevo en chirigotas y estrenándose con otro de los grandes: Ramón Díaz ‘Fletilla’. Era el año 1974 y el coplero de la calle Adolfo de Castro sacaba ‘Lo que el tiempo se llevó’, segundo premio, una reivindicación carnavalesca en los estertores de las Fiestas Típicas. “Fletilla quería que volviera a las calles el disfraz de pierrot, que era el que llevábamos en la chirigota”, comenta. Del genial autor dice que “nos prohibía comer aceitunas en el ensayo, pues decía que eran malas para la voz. Y luego se las llevaba él para su casa”. Don Ramón “tenía mucho arte saltando en el centro de la chirigota y nos contagiaba a todos”. Chano y Fletilla compartían su afición por la cría de palomos buchones de azotea.

La comparsa ‘Ecos del Paraguay’, segundo premio, de Ricardo Villa y José Sánchez Ordóñez, le reclutó en 1975. Y un año después entraba en la comparsa de Antonio Martín ‘España y olé’, otro segundo puesto, con dirección de Manolo Moreno. “Los segundas éramos Hapo y yo, él con la caja y yo con el bombo”. En una agrupación que representaba los trajes regionales de España, a Chano le tocó ir de gallego.

Cuenta una anécdota sabrosa de ‘España y olé’. “La comparsa se iba a desbaratar después del Falla, pero Martín de Mora, el del Cortijo de los Rosales, nos citó allí a todos. Nos invitó para convencernos de que no se rompiera la comparsa, porque quería que hiciéramos varias galas en el Cortijo. Nos dio una charla y al final cantamos en ese verano”, relata.

No participó en el concurso de 1977, pero no dejó de cantar. ¿Cómo fue eso? “Fue muy curioso porque después del Falla canté con los dos primeros premios de comparsas. Al Lele, el bombo de ‘Los mandingos’, le dieron en Astilleros un dinero de no sé qué, si de un finiquito o una paga. El caso es que se fue de viaje para celebrarlo y me llamaron para sustituirle. Y luego, Pepe el Bombista cayó malo en ‘Nuestra Andalucía’ y también actué con ellos”, evoca.

De nuevo con Fletilla, en 1978 alcanza el primer premio con ‘Los de la madre pelusa’. Chano entona un cuplé, ‘sembrao’, sobre la legalización de la pornografía, marca de la casa. Era “cuando las chirigotas cantaban con fuerza y con buenos segundas, ahora se está perdiendo el dúo”.

Repitió premio, autor y grupo en 1979 con ‘Los mulilleros de Cai’. Recuerda su estribillo y destaca que “al pasodoble, que tenía un pedazo de arranque en el trío, que lo hacía MacGregor de categoría, le entraba bien el dúo”.

Chano González en ‘Los cholos del altiplano’ (1980).
Chano González en ‘Los cholos del altiplano’ (1980). / D.C.

Ausente Fletilla en 1980, Chano iba a vivir en directo el debut de un prometedor autor como Antonio Busto. Hablamos de la comparsa ‘Los cholos del altiplano’, segundo premio. “Me llamó para salir Manolo Moreno, que iba a ser el director y me conocía de ‘España y olé’. Recuerdo que Busto se enrollaba cantando y con la guitarra. Una comparsa muy bonita, con Carli Sibón bordándolo en el popurrí. Ahí venía de cajilla mi cuñado Manolo ‘Rexach’, hermano de mi mujer, con quien salí varias veces”.

Antonio Martín le reclamó para salir en 1981 en ‘Charlatanes de feria’, que fue tercer premio. Ganó ‘Pregones’, comparsa “que había que echarle de comer aparte, con Monzón de segunda, que ha sido en esa voz de los mejores sino el mejor. También me han gustado Corneta padre, Lali o Fali Mosquera”.

"La comparsa 'Agua clara' no estaba mecanizada en la afinación. Había mucha libertad cantando y más bonito quedaba"

Salió en 1982 en ‘Voces negras’, también con Martín. “Quizás debimos ser segundo premio por detrás de ‘Los pimpis de Cai’, que era más gaditana. ‘Dioses del olimpo’, que ganó, tenía un pasodoble raro”, expone. Dirigió ‘Voces negras’ el Catalán Grande. “Era muy delicado cantando, le gustaban las cositas bonitas. El acento negro fue muy difícil meterlo, pero se consiguió”, apunta. Chano hace un inciso para admitir que “el estribillo no me gustaba, ‘esto sí que está coconut’ decía al final, fíjate”.

Se mantenía fiel a Antonio Martín, lo que le llevó a salir en una comparsa mítica: ‘Agua clara’ en 1983. Sabor y tipismo al cien por cien. “Esa comparsa no estaba mecanizada en la afinación. Había mucha libertad cantando y más bonito quedaba. Éramos conscientes de lo que hacíamos. Con un pasodoble de verdad, sin pelearse cantando”, argumenta. A ‘Agua clara’ le seguiría ‘Andaluces por el mundo’ en 1984, que sufrió “una encerrona del público” después de conocerse, durante la final, la publicación en Diario de Cádiz de los supuestos premios.

En la comparsa ‘Hombres azules’ (1985).
En la comparsa ‘Hombres azules’ (1985). / D.C.

De cara a 1985, Martín cogió al grupo de Quiñones y éste se hizo con el de Martín. “Antonio me pidió, viniendo en coche de un pueblo donde habíamos cantado con ‘Andaluces por el mundo’, que me fuera con ellos, pero yo le dije que habláramos más adelante, que aún no habíamos terminado con esta comparsa. Y ya, pasó el tiempo y me quedé con los mismos”, explica.

Llegó Quiñones con Pepito Martínez de músico y Manolo Moreno de director para sacar ‘Hombres azules’. “Vaya pasodoble de Pepito, el mejor que ha hecho. Metido en el tipo, con ese soniquete moruno”. La comparsa fue “un éxito”, pero el jurado no lo vio de la misma forma y la dejó fuera de la final. “En los ensayos generales la gente decía que seríamos primeros, pero no fue así. El segundo día de concurso cantamos mal y eso influyó”.

‘Orfebres’, en 1986, fue otro cajonazo. “Quizás la gente no lo entendió. No era un tipo que oliera a Carnaval. No fue un pelotazo, pero estuvo bien”, apostilla. Su último año con este grupo fue el de 1987. “Por problemas de trabajo no pude salir, pero me vestí de ‘Clásicos de la música’ y me fui con ellos a la calle”.

Después de tres años sin salir se unió en 1991 a la comparsa de Quiñones y Martínez, ‘Anónimo gaditano’, con buena parte del grupo de la peña Nuestra Andalucía. “El Purri, que iba de director, me dijo que yo dejaría el bombo y así fue. Salí cantando después de toda una vida con el bombo, atrás, en el centro, repartiendo el dúo”, señala.

"Yo tengo claro que hay que sacar cosas que huelan a Cai. Se tira demasiado de la fantasía en la comparsa”

1992 iba a traer otra gran éxito para Chano, de la mano de Quiñones y Martínez, con Faly Mosquera de director y un grupo casi nuevo: ‘Suspiros de Cai’. “Ese grupo cantaba como un reloj, porque Mosquera era muy insistente en los ensayos. A diferencia de ‘Agua clara’, esa comparsa estaba más mecanizada y no se podía improvisar”, defiende.

Chano González, primero por la derecha, en ‘Suspiros de Cai’ (1992).
Chano González, primero por la derecha, en ‘Suspiros de Cai’ (1992). / D.C.

Se despidió de este grupo en 1993 con ‘Pulchinelas’, que se quedó fuera de la final después de haber ganado el año anterior. “El popurrí era muy bonito, pero el tipo no entraba por los ojos con esa joroba que llevábamos. Yo tengo claro que hay que sacar cosas que huelan a Cai. Se tira demasiado de la fantasía en la comparsa”, entiende Chano.

Después de salir como figurante con la comparsa ‘Güena gente’ en 1994, no regresó hasta 1996 dirigiendo una chirigota de Santa María llamada ‘Los enamoraos de la sopa tomate’. Tras otro largo parón estuvo en 2003 en la comparsa ‘La mano que mece la cuna’, de Jerónimo Montero y Aurelio Real, dirigiendo Manolo Moreno, y en 2006 con ‘Los derrotaos’ de Pedro Romero. En 2007 formó parte de la chirigota de veteranos ‘El viejo este’, que no pudo concursar “porque el Pepón, que era el director, fue a inscribirnos para el Falla fuera de plazo y no lo aceptaron”.

Se despidió en 2009 haciendo de cura en la chirigota ‘El niño de las monjas’ y con este grupo también hizo de rey de España en la presentación de ‘Almejitas a la marinera’, pasando revista a la tropa, tres años después.

Chano González cerró así un envidiable palmarés al que le faltaron dos autores con los que le hubiera gustado salir, Paco Alba y Enrique Villegas. Para acabar, asegura que de su trayectoria se queda con los pasodobles de ‘Agua clara’ y ‘Suspiros de Cai’, dos de sus primeros premios.

Pinche de cocina, panadero y limpiador

Sebastián González Pizano nació el 13 de octubre de 1951 en el número 18 de la calle Santo Domingo. Después de pasar por el colegio de la plaza San Agustín y por el Generalísimo Franco (ahora Campo del Sur), trabajó en la hostelería en míticos negocios como el café Español o el Morante. También repartió leche con el Macarty, trabajó como panadero, en la construcción con Ferrovial, como albañil o como operario de limpieza en los trenes. Se jubiló en la UTE de limpieza, donde entró “gracias a Teófila”. Está casado con Ana Rosado Oliva. Tienen tres hijos: Isabel, Chano y Manuel Alejandro. Y cinco nietos: Iker, Javi, Manuel Alejandro, Samuel y Sandra.

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