Retrocarnaval

El Galleguito: "Lo que conseguimos con la peña 'Nuestra Andalucía' solo era posible con un grupo de buenas personas"

Manuel Argibay 'Galleguito' en la hemeroteca de Diario de Cádiz.

Manuel Argibay 'Galleguito' en la hemeroteca de Diario de Cádiz. / Miguel Gómez

Diez primeros premios le contemplan, todos en comparsa. Casi nada. Conseguidos entre 1968 y 1988. Un palmarés al alcance de muy pocos el que atesora este contralto que, como muchos de sus amigos, está ligado de por vida a la historia de la comparsa de la peña Nuestra Andalucía.

Galleguito cantaba, de joven, en la escalerilla de la plaza de la Merced con sus buenos amigos Pepe el Caja y Paquito el Corneta, otros célebres comparsistas. “Cantábamos de todo, no solo Carnaval. Y se ponía aquello lleno de gente para escucharnos. Por allí pasaban los de Paco Alba y una vez Manolo Moreno vino y nos dijo que nos había recomendado a Paco. No lo creíamos. Fuimos a probar a la comparsa. Pepe y el Corneta eran más sueltos, yo era más cortado y no había perdido el acento gallego. Llegamos al local y Paco Alba dijo “¿cómo que este es gallego?, ¿cómo va a cantar un gallego aquí?”. Total, que entramos en la comparsa, ‘Los senadores romanos’, en el 68”.

El debut soñado. Con Paco Alba y un primer premio. Pero Galleguito no estaba del todo cómodo en un grupo de comparsistas mayores que él. “Yo era inquieto y no me gustaba tanta seriedad”, reconoce. Había que tener agallas para irse de una comparsa de esa enjundia, pero lo hizo. “Pepe el Caja se vino conmigo y entramos con Antonio Martín en ‘Los nuevos aristócratas’ para 1969. Antonio era amigo mío, pues trabajaba en una óptica en José del Toro, al lado de mi casa. Y entre una cosa y otra me dijo que saliera en su comparsa”, recuerda.

Galleguito, justo encima de Paco Alba a la izquierda, en 'Los senadores romanos' (1968). Galleguito, justo encima de Paco Alba a la izquierda, en 'Los senadores romanos' (1968).

Galleguito, justo encima de Paco Alba a la izquierda, en 'Los senadores romanos' (1968). / D.C.

Luego, en 1970, el grupo creció en calidad con la entrada de los hermanos Catalanes, el Purri… Empezaba a gestarse, en ‘Los tarantos’, un histórico grupazo que continuó en 1971 con ‘Los porteños’. “Unos cuantos siguieron con Martín en ‘Los aventureros’ y yo y otros más nos fuimos con el Catalán Mayor a ‘Los play boys’”, dice en referencia a las Fiestas Típicas de 1972.

"Llegamos al local y Paco Alba dijo “¿cómo que este es gallego?, ¿cómo va a cantar un gallego aquí?”.

El regreso con Martín, en el 73, no pudo ser más histórico. Galleguito tuvo el honor de formar parte de un mítico conjunto como el de ‘Capricho andaluz’. “Para mí fue el mejor grupo de la historia, junto con el de ‘Pregones’”, aclara. Habla de los abucheos a la comparsa de Paco Alba ‘Estampas goyescas’ en la final. “La gente puede decir lo que quiera, pero a nosotros nos dio mucha pena ver a esos compañeros llorando. No fue justo. Éramos mejor comparsa, pero ellos no se merecían eso. Ganamos, pero nos quedó ese regustillo amargo”, admite.

Antonio Martín empezó ‘Los rumberos’ para 1974, pero se marchó y la acabó Pedro Romero. “Los cuplés los hizo Eduardo Delgado. ¡Qué habilidad tenía! Yo no sé cuántos cuplés pudo hacer ese hombre. Ahí empezó a formarse el grupo nuestro, el de Nuestra Andalucía”, relata.

Una espectacular trayectoria con Pedro Romero

Fue el inicio de una espectacular trayectoria de ocho comparsas consecutivas, junto a Pedro Romero y Aurelio Real, músico en la mayoría de ellas, que les llevó a conseguir, hasta 1981 y sin salir de la final, siete primeros premios y un segundo. En 1975, con ‘Los napolitanos’, compartieron triunfo con ‘Los belloteros’ de Paco Alba. Luego vinieron ‘Carnaval 76’ y ‘Nuestra Andalucía’ en el 77, el único segundo premio pero, por contra, quizás la comparsa más recordada de ese grupo, reivindicativa del andalucismo en época políticamente convulsa. “Ahí fue muy valiente Pedro Romero y nosotros le dejábamos serlo. Sabíamos que llevábamos una comparsa comprometida y nos decíamos entre nosotros 'quillo, ¿iremos a la cárcel?'".

"Éramos mejor comparsa que 'Estampas goyescas', pero ellos no se merecían los abucheos. Ganamos, pero nos quedó ese regustillo amargo”

Poco después del Carnaval 77, en junio, se celebraron en España las primeras elecciones libres tras la dictadura. “No veas la de mitines que hicimos. De todos los partidos, eh. El que pagara, allí estábamos. Un partido nos decía “cantad esta” y otro “esta no la vayáis a cantar”. No olvida Galleguito a la comparsa, disfrazada, encabezando en Cádiz una manifestación por la autonomía. “Al llegar a San Juan de Dios no sé qué pasó que hubo movimiento raro y nos asustamos un poco. Nos fuimos corriendo para El Gavilán”.

Galleguito (izquierda) con Jesús Monzón en la comparsa 'Los tribunos' (1978). Galleguito (izquierda) con Jesús Monzón en la comparsa 'Los tribunos' (1978).

Galleguito (izquierda) con Jesús Monzón en la comparsa 'Los tribunos' (1978). / D.C.

El grupo recuperó el primer premio con ‘Los tribunos’ en 1978 y en 1979, con ‘Navegantes gaditanos’, otro primer premio compartido, esta vez con ‘Ángeles y demonios’ de Martín. “La actuación de Catalán Chico les dio a ellos el primer premio. Creíamos que ganábamos, pero al ver a ese hombre de rodillas ya no pensábamos lo mismo. Buena parte de ese premio lo ganó él”, destaca.

Galleguito no salió en 1980 en ‘Payos y gitanos’, pero siguió ligado al grupo y se incorporó al año siguiente a otra mítica comparsa como ‘Pregones’. “Ensayábamos en un local de la calle Mateo de Alba y desde el primer día que dejamos entrar a la gente ya sabíamos que llevábamos algo muy bueno. Venían los mismos todas las noches”.

“Teníamos un grupazo y en ‘Pregones’ nos salíamos. Nada más que los segundas, uff, Jesús Monzón y Juanaco. Recuerdo que Carlos Brihuega, que era muy cagueta, nos venía diciendo que las otras comparsas estaban muy bien, ‘Los hijos de la noche’ de Villegas y ‘Charlatanes de feria’ de Martín. ¡Qué final aquella!”.

Después de ‘Pregones’ llegó el declive de la comparsa. Se mantuvo en la final tres años más, pero ya sin ese poderío que demostraba años atrás. “Eso era ley de vida, no podíamos estar tanto tiempo arriba. Era normal que ya nos viniéramos abajo”, reconoce. ‘Los califas’ (1982) y ‘Grandes genios’ (1983) seguían entre las elegidas, pero ya con premios menores, cuarto y quinto respectivamente.

"Para sacar 'Zombies' Martínez Ares solo quería contar con los que estábamos delgados. Y le decíamos “Antonio, ¿pero los gordos no se mueren también?"

Para 1984 estaban si autor y llegó Martínez Ares. Un grupo de esta envergadura, con un palmarés de vértigo, confió a un joven imberbe el repertorio para sacar ‘Requiebro’. “Se había ido Pedro Romero y no íbamos a salir, pero al final nos decidimos. Podríamos haber seguido para el 85 con Martínez Ares si él no hubiera planteado sacar ‘Zombies’. Solo quería contar con los que estábamos delgados. Y le decíamos “Antonio, ¿pero los gordos no se mueren también?” (risas). La verdad es que nosotros veníamos de vuelta y él tenía ideas atrevidas que tenía que hacerlas con gente más joven”, apunta.

Comparsa 'Pregones'. Galleguito en el centro junto a Jesús Monzón y Juanaco. Comparsa 'Pregones'. Galleguito en el centro junto a Jesús Monzón y Juanaco.

Comparsa 'Pregones'. Galleguito en el centro junto a Jesús Monzón y Juanaco.

En 1985 la peña sacó ‘Encuentro árabe-andaluz’, con Galleguito en sus filas, pero no salió en ‘Se hace camino al andar’ de 1986. Volvió en ‘Contra viento y marea’ en el 87, escrita por José Manuel Prada, autor que al año siguiente con ‘Al compás de mi cepillo’ les devolvió a lo más alto con un primer premio.

En 1989 fue vocal del jurado en comparsas. “Quise ir para ver cómo se cocía aquello desde arriba y fue una buena experiencia. Le dimos el primer premio a ‘Nos quedamos de piedra’, que hizo un concurso de menos a más y estaba muy afinadita”. Luego, con buena parte del grupo de la peña, se unió a Joaquín Quiñones y Pepe Martínez para hacer ‘Missisipi Club’ (1990) y ‘Anónimo gaditano’ (1991). Ya no salió hasta 1998 con ‘Arrierito semos’, que supuso su retirada.

Salió con casi todos los grandes autores

Salió con muchos grandes autores: Alba, Martín, Romero, Quiñones y Martínez Ares. Pero le faltó Villegas. “Cuando me veía me decía que cuándo iba a salir con él. Hasta que le dije un día que no saldría nunca con él porque era muy ‘jartible’ ensayando". Y es que el grupo de Nuestra Andalucía “con media hora al día nos llevábamos el primero. Eso sí, siempre llegábamos a lo justo. Nosotros hemos organizado cómo salir en la presentación allí mismo en el Falla, antes de cantar”. Eso solo era posible “con un grupo que se quería mucho, de buenas personas, y esa era la clave. Eso sí, el autor tenía que adaptarse a nosotros y no al revés. Estoy orgulloso de haber salido con ellos. Porque si buenos eran cantando, mejor eran como personas. Mantener un grupo tantos años no es posible sin este ambiente. Y abrir la peña nos dio más motivos para estar unidos”.

Galleguito, el primero por la izquierda junto a los Catalanes en 'Los tarantos' (1970). Galleguito, el primero por la izquierda junto a los Catalanes en 'Los tarantos' (1970).

Galleguito, el primero por la izquierda junto a los Catalanes en 'Los tarantos' (1970). / Bernet

Reconoce que Emilio López Prats, el contralto de Paco Alba, fue el espejo en el que se miró y con quien coincidió en ‘Los senadores romanos’. “Intentaba aprender de todos los buenos”, apunta. También le gustaban los hermanos Catalanes o Carli Sibón. Más tarde, el McgGregor, “que tenía mucho gusto”. Porque le tiran “los que cantan bonito, sin dar pellás. Paco Alba decía que no hacía falta gritar, que cantásemos como cuando nos estábamos afeitando”.

"Hoy es complicado aprender una música, porque una comparsa tiene cuatro o cinco contraltos. ¿Y a quién de ellos sigues? Se te va le melodía al estar pendiente de uno o de otro"

Galleguito, Antifaz de Oro desde 1991, admite que “hoy se canta muy bien”, pero... "no es lo que era. Hoy es complicado aprender una música, porque una comparsa tiene cuatro o cinco contraltos. ¿Y a quién de ellos sigues? Se te va le melodía al estar pendiente de uno o de otro. Te pierdes. Yo antes estaba solo y el Piojo que me ayudaba un poquito. Nada más”. Añade que “los tenores cada vez suenan menos. La melodía la lleva el tenor. Luego, el adorno por abajo con la segunda y el adorno por arriba. No hay más. Yo aprendía el contralto rápido, la letra no tanto. Yo hasta muy avanzados los ensayos no daba a conocer el contralto. Jesús Monzón me dejaba a mi aire. Me gustaba disfrutar del tenor y aprenderlo bien”.

Comenta que con la muerte de Juan Carlos Aragón “la modalidad de comparsas ha perdido calidad”, echando de menos “a los grupos fijos como el de nosotros que siempre tienen su soniquete”

Revela para finalizar que era un comparsista tímido. “Yo no he salido disfrazado solo de mi casa nunca, me daba vergüenza. Me tenía que recoger algún compañero en mi casa para ir a cualquier lado. Para que veas. Y nadie me habrá visto dando vueltas por el teatro disfrazado. Yo cantaba y salía corriendo para que no me entrevistaran los de la radio entre bambalinas. Nunca me gustó presumir de esto y al Carnaval le di la importancia que merecía”. Galleguito reconoce que con esta entrevista está haciendo una excepción, cosa que le agradecemos.

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