Salto de calidad para no quedarse atrás

Cómo se nota que en esta fase ya se juega en serio. El todo o nada que son los cuartos se tradujo en una tercera función de buen nivel en la que casi todos mejoraron para seguir en la pelea por las cotizadas plazas de semifinal. Dieron un salto importante en busca de la siguiente fase los coros de Guimerá y Nandi Migueles, la chirigota del Canijo, las comparsas de Córdoba y Cardoso-Rivas y especialmente un cuarteto de Morera que recuperó su mejor nivel.

Primera parte propicia para el humor. Abrió fuego el coro de Guimerá, un seguro de diversión pese a experimentar un pequeño paso atrás respecto a su primer pase tanto en letras como en interpretación. Destacó el primer tango -tras una maravilla de falseta- para los monos de Astilleros y el segundo cuplé, para la versión veraniega de su tipo, por eso del calor que van a pasar en el carrusel… habrá que ver si el jurado les concede la oportunidad de volver a pasar calor una noche más en el Falla, su estilo fresco y desenfadado siempre se agradece.

Tras un primer pase irregular, Las divinas de la muerte llegaron dispuestas a convencer, esta vez sí, al complicado público de cuartos. Y lo consiguieron, dando un salto de calidad respecto a su debut con buenas letras y un repertorio muy completo. Brillaron los pasodobles, el primero a la “hipocresía” de los grandes mandatarios mundiales -y Rajoy- en el funeral de Mandela y el segundo, aprovechando el tipo, para todas las cosas que uno tiene que hacer antes de que ellas se lo lleven para saber que de verdad ha vivido. Pura sensibilidad, aunque la música no acabe de entrar con tanta facilidad como otros años. Buena tanda de cuplés y algunos cambios en presentación y popurrí, síntoma de que vienen a competir y que, casi con toda seguridad, no han dicho su última palabra en este Concurso.

Cumplió, sacando partido a su gran conjunto de voces, la comparsa algecireña Los jaguares. A continuación, el cuarteto de Morera volvió por sus fueros mostrando de lo que es capaz. Parodia y tema libre bien montados en el que reciben la visita del Rey a su clínica, con buenos golpes, su toque de crítica y aprovechando a los personajes de Paco el Cachetá y Juan el Almendro. Tampoco estuvo mal la tanda de cuplés, sobre todo el primero para una paciente aficionada a la silicona. En el nivel al que nos tienen acostumbrados, son un claro candidato al premio.

Completó la primera parte la comparsa de Córdoba, que añadió a su habitual elegancia dos buenas letras. La primera, para Andalucía y la segunda, bien argumentada, para Juan Carlos Aragón, al que contestan pidiendo respeto para las agrupaciones que concursan -igual que ellos respetan que no lo haga- porque han visto “muchos Ché Guevara de los veinte duros con más huevos”. El Falla pudo paladear el caramelo que es su repertorio, que pide a gritos un pase más.

El segundo acto comenzó por todo lo alto con el coro de Nandi Migueles, que sigue con paso firme hacia lo más alto. Primer tango, con el sello de Nandi, para todos los que nunca pidieron perdón: nazis, fascistas, judios que masacraron palestinos, presidentes… así que ellos tampoco lo harán por decirle lo que son a la cara. Segundo, emotivo, para su novia primera, que es Cádiz, a la que tiene que dejar por otra que le brinde una oportunidad laboral. Buenos cuplés, especialmente el primero al propio autor. El popurrí, sencillamente una maravilla, culminó la brillante actuación de Los cuatro reinos, que aspiran a dar cuatro pases en este COAC 2014.

Otro grupo que mejoró muy mucho respecto a su primer pase fue la comparsa del Jona, sobre todo en cuanto a interpretación. Como ya hiciera en la primera parte la comparsa de Córdoba, dedicaron un duro pasodoble a Juan Carlos Aragón, exigiendo sin pelos en la lengua respeto para las agrupaciones que siguen en el Concurso. Habrá que ver si su mejora les sirve para estar de nuevo entre los elegidos. Los que parecen despedirse hasta el año que viene son los chirigoteros del Cascana, con muchos problemas en la interpretación. Pero que nunca falten sus letras reivindicativas y su poca vergüenza chirigotera en este teatro.

La función se guardaba par el final a una de las más esperadas del día, la comparsa Los hombres de negro. Los tramoyistas de Cardoso y Antonio Rivas volvieron a lucir un conjunto de voces puntero como pocos, desde una presentación que es una verdadera joya. Tras el parón previo a los pasodobles, interpretaron dos letras críticas, la primera para la problemática del paro y el empleo basura y la segunda, peor, para los problemas que encuentran para adoptar las parejas homosexuales, que mezclan en el remate con el asesinato de la niña Asunta. Buen segundo cuplé y popurrí en el que vuelven a destacar un grupo de gargantas que, pese a la hora, logró levantar el teatro.